ALICANTE. Es montador porque su pragmatismo le llevó a querer estudiar algo técnico con lo que consolidar una profesión. Pero el mundo interior de Pedro Collantes es amplio y esa inquietud le ha hecho especializarse en distintas facetas del cine, donde ha desempeñado tareas de dirección, guión y producción. Una formación que le ha hecho viajar por todo el mundo, sobre todo por Japón, que es una de sus debilidades. Ese recorrido por el mundo y sus conocimientos del séptimo arte le han hecho crear su propio universo a través del cine. Forma parte de la Academia de Hollywood, en el apartado dedicado a Cortometrajes y Largometrajes de Animación, y su nombre ya figura junto al de los actores Carmen Maura o Javier Cámara, entre otros. Ahora ha recibido el Fícus de Oro del Festival de Cine de Sant Joan d'Alcacant con su cortometraje Ato san nen (Tres años más).
"Siempre he hecho cine como si estuviera en un universo propio", explica. "Una especie de mezcla global", matiza, refiriéndose a sus experiencias y a sus gustos personales que han creado su propio hábitat cinematográfico en el que se desarrolla. Pero antes de llegar hasta aquí, se trasladó a Ámsterdam para estudiar un máster en la Netherlands Film Academy y allí conoció a su mujer, Sayaka Akitsu, una bailarina y coreógrafa japonesa. Con ella viajó por primera vez al país asiático, un lugar que ha visto nacer a tres de sus directores de referencia como Takeshi Kitano, Yasujirō Ozu y Shōhei Imamura. Una influencia que ha tenido mucho que ver en sus creaciones, ya que muchas de ellas las ha rodadas allí.
"En mi cine también ha influido mucho mi formación como montador, porque me ha ido matizando el enfoque a la hora de planificar los rodajes y las secuencias", afirma. conocer ese lado técnico al detalle le permite saber mejor lo que quiere. "En general me gusta bastante el tempo un poco más lento y respetar una sensación de continuidad espacio-temporal realista y que no esté diseccionada", explica. Algo que consigue con tomas largas, planos secuencia y pocos movimientos de cámara. "Me gusta ser un poco austero porque eso hace que salgan mucho más a la superficie las interpretaciones de los actores", asegura.
El film que le ha llevado al éxito en el Festival de Cine de Sant Joan d'Alacant habla del contraste cultural, la soledad y la necesidad humana de comunicarse con sus semejantes. Una historia que ha narrado a través de una mujer mayor y una turista japonesa que, a pesar de no compartir el mismo lenguaje, consiguen comprenderse e incluso llegar a conectar. Unos papeles que han sido interpretados por Mabel Rivera y Kenji Yamauchi. La historia nació de una anécdota que le sucedió durante un viaje. "Tuve un encuentro con un señor japonés en una estación de tren, donde me ayudó con los billetes porque yo no entendía bien lo que tenía que hacer y él me tradujo", recuerda. Después de una charla se intercambiaron el contacto y le apuntó la dirección en España y le apuntó la dirección de su madre. "Cuando se lo contaba a mi mujer nos reíamos imaginando que mi madre lo recibía y pensando cómo sería la conversación entre los dos", explica.
La cinta parte de ahí, pero después sigue su propio camino. De hecho, bajo el mismo concepto, aunque con otros ingredientes, está preparando el que será su primer largometraje. "También será con una mujer española y un hombre japonés como protagonistas, pero en este caso son más jóvenes y transcurre todo en un entorno urbano en vez de en un ambiente de campo", detalla. No quiere avanzar mucho, ni siquiera el título, porque prefiere tenerlo todo cerrado para desvelar más cosas de este proyecto.
Lo que sí confiesa es que también está trabajando en otra película más. Abandona el formato corto para lanzarse al largo. "Supongo que era la evolución natural, primero empecé con cortos de cinco minutos, luego pasé a la media hora y ahora me tocaba hacer largometrajes", comenta. Afirma que hasta ahora no se sentía preparado, pero el respaldo de la crítica, supondrá un fuerte aliciente para seguir trabajando. "Tenía algunas ideas, pero no me veía dispuesto a asumir el reto, pero al ir creciendo poco a poco, eso me ha llevado hasta aquí".
La artista, nacida en Jaén y vecina de Sant Joan durante años, debutó de niña ante las cámaras y tiene una amplia trayectoria en televisión, cine y teatro.