Pau Gasol

Ximo Puig ha pasado sus listas a limpio. Carlos Mazón apuesta porque las municipales sean una primera vuelta de la generales. Así que ahora la clave está en cuándo hará crisis Pedro Sánchez. En su verdadero alcance más allá de liberar a Carolina Darias y Reyes Maroto. Y si habrá una ruptura con el universo de Pablo Iglesias y un reforzamiento de la esfera Yolanda Díaz. Que es la única diosa verdadera. Íñigo Errejón, la piedra de iglesia. Y Joan Baldoví su profeta entre nosotros. Amén. Una izquierda de la izquierda imprescindible para un nou Botànic que cierre el paso a la aviación nazi de Santiago Abascal “El Asirio”. Siervo, carcelero y a la vez salvación del popular Feijoy. La resta són bufes de pato.

A ese clavo ardiendo de la que la cosa no va con ellos, sino que depende del aura tísica y decimonónica de Ayuso en concreto y Génova en general, se agarra María José Catalá en València o Luis Barcala en Alacant.  Lo malo es que también se nos ha contagiado CMazón con una apatía y desánimo desalentador. Que contrasta con la pugna en el balcó entre Sandra Gómez y Joan Ribó. Y una energética Ana Barceló capaz de echar las cuentas, dar a luz sola sin bautizos ni comuniones. Derrochando una voluntad de hierro cambiando los muebles y la decoración de la casa. Y a la que se nota con ganas de conquistar la Alcaldía de Alicante Distrito Digital. Para servir a Dios y a usted. Mazón impugna la legitimidad del Palau al que aspira. Quizás por eso no cuaja en los balcones de les mascletaes de los Roig, De Rosa, Sáez Merino, Bello, Royo, Burdeos, Remohí y por ahí seguido. Aquí, pide permiso y sale a saludar Aitana Mas. No sé, bueno sí, podría sonreír un poco. O soltarse de vez en cuando a lo Miquel Iceta con lo de su lápida “era gay, bailó y se cargó a la Dama de Elche”. Visca el pa, visca el vi, visca la mare que ens ha parit!

Salvador Navarro, líder de la CEV, también con rictus de El Sereno como la Vice i portaveu del Consell, sueña con que Compromís vea la luz y se reconvierta en la Derecha Regional Valenciana de Luis Lucia Lucia. Espera, espera, que tengo que llamar a Toni Mayor. El criptoactivo Francisco Camps, Cal-ca-do a M. Rajoy, se dirige a la fiscal: “Míreme, por favor. Nunca me he preocupado de mi imagen. Mire si he perdido pelo y eso a mí no me preocupa, a otros sí”. Donald Trump al fin cae imputado penalmente por soborno a Stormy Daniels. El labial líquido de M.A.C. del que todas las amigas hablan. Antonio Banderas vuela directamente del Benacantil a la alfombra color champán de los Oscars. Nacho Vidal, la voz de Zelenski, los pezones de Belarra, declara solemnemente: “El porno de hoy no me representa”. Felipe VI visitará el viernes los terrenos de la gigafactoría de Sagunt. Quizás acuda a saludar al balcó. Bueno, se acabó. Hasta aquí el elogio del rabo.

Isabel Preysler, lo imperfecto es bello para la ciencia, ha resumido la situación nacional, mundial, celestial y mas allá de 'The Last of Us' en un canutazo: “Sí, absolutamente”, “muy bien, muy bien, gracias”. Las siete últimas palabras de Cristo en la Cruz. Cantemos al Amor de nuestros amores. Cantemos al Señor. Aquí remata la secuencia Mario Biondi interpretando “Old Woman”. Haciéndole Pau Gasol los coros en pelota picada. Rebote, triple y vuelta al ruedo. Y dale con los rabos.

Mi nunca bien ponderado ni pagado Herr Direktor, Miquel González, putxero de polp de Benissa tres y repique, menhires, búfalos embolados y estrellas fugaces, irrumpe com un bou embolat y resopla contra el burladero de la pantalla y me suelta a bocajarro un clikbait emocional como un misil: “Si penses que la teua vida és una merda, que eres un sanguango desgraciat, pensa que n’hi ha gent que té baix de sa casa un casal i una carpa fallera. Els valencians fem coses. Panses, riuraus i el que isca. Está todo ahí, com diuen Pablo Serrano i Maite la de Piles”. Si bwuana. Aquí suena Miles Davis tocando ‘Saeta’ y ‘Soleá’. Un optalidón, una tos productiva y un Ave María, ¿cuándo serás mía?

Letizia Ortiz, nieta de taxista y Reina de España arrasa a lo Naomi Campbell con un vestido tobillero con escote redondo, manga japonesa y una abertura lateral de Cortana. Isabel Bonig aparte de estudiar en la CEOE trabaja para El noi del sucre Josep Durán i Lleida. Sin amistades permanentes, solo intereses eternos. “Fíjese si soy feminista que rezo a una mujer”. Cristianos del mundo uníos. Señor, no soy digno de que entres en mi casa, pero una palabra tuya bastará para sanarme. No, que no. No podéis ir en paz.

Penélope Cruz se nos apareció en lo de Chanel con un minivestido blazer con escote en pico de color azul claro. Todo a la vez en todas partes. El bañador de Fraga Iribarne, empotrador con o sin cebolla, el botón oculto de la lavadora y las tierras raras. USA devastada por los opiáceos el fentanilo de los Sackler. La vicodina del ‘Dr. House’. Caballitos marinos. El misterio del Nord Stream. Elena Francis, el ‘Bótox Daxxify’, la cistitis de repetición y la neomujer amante del alambre. El brazo incorrupto de Sant Vicent Màrtir. El próximo capítulo en Instagram de Irene Montero techo de cristal suelos pegajosos en NY. Grandes guionistas, pésimos dialoguistas, terribles actores. Como me tiene escrito Paco Sanguino que en el cielo estás escrito.

Tengo seis años y me baño en el río Turia. Los demás me roban la ropa y huyen corriendo. Me despeño desde el nevero hasta Aguas Negras. Se oyen aullidos, disparos, las campanas de la Vall de Almonacid, la voz de mi madre Elvirín. Después nada. Nado hacia el Golden Gate. Amanece. El pozo hondo. El Postiguet. Thais Peñalver me da la ropa. Solo dice: “Te han escrito el artículo los lectores. Vístete. Te están mirando”. Glorita Carratalá, Andrea Iglesias y Kate Matveeva entran bellas y felices en Aquarium. Se hace el silencio.