ALICANTE. La séptima derrota en dieciséis jornadas no fue una excepción. Tras todos y cada uno de los traspiés del Hércules en lo que llevamos de curso liguero se encuentran las mismas o casi las mismas causas... y no estamos hablando solo de que el rival anota un gol más, ni tampoco de las bajas sensibles que afectan a todas las líneas a excepción de la portería.
En el estadio Romano-José Fouto el equipo de Rubén Torrecilla volvió a especular en exceso, a madurar el partido... hasta que se cayó de maduro. Esta vez hubo reacción, tardía pero la hubo, e incluso no se vio al Hércules tan lejos del contrario a nivel físico, el problema es que los errores atrás que el Mérida no le penalizó en la primera parte, se reeditaron en la segunda y esta vez los pupilos de Sergi Guilló no los dejaron escapar. Sí, es cierto que el penalti que abrió el marcador para el rival fue harto riguroso, pero conviene no olvidar que el cometido por Felipe Alfonso fue todo un regalo a su exequipo.
Echar mano de un lateral diestro para defender el flanco izquierdo de la zaga tiene más de un pase pues de las opciones que había sobre la mesa la anterior parecía la más juiciosa, especialmente si tenemos en cuenta que Sotillos ya se había desenvuelto en esa posición en el pasado. Ahora bien, aunque Torrecilla conoce mejor que nadie cómo están sus jugadores, no deja de chirriar la posición de Aranda o que 'Alvarito' fuera ayer suplente.
A nadie le escapa que con la receta de protegerse por encima de todo el Hercules de Torrecilla debe estar más cerca de la salvación, pero algo se estará haciendo mal también en eso y no solo por el significativo número de derrotas por goles evitables o la notable diferencia en cuanto a juego y resultados entre los envites como local y como visitante: si repasamos la tabla nos encontramos con que de los diez equipos que tiene por delante, solo el Mérida (que venía de perder 6-0 con el Real Madrid Castilla) ha encajado más tantos (20 por 23) que el Hércules. Esa hemorragia hay que cerrarla cuanto antes, como también empezar a generar más ocasiones: no es de recibo que el domingo disparase solo dos veces entre los tres palos de la meta contraria y una de ellas fuera el citado penalti.
Tras dieciséis jornadas, los blanquiazules son undécimos con 21 puntos, cinco por encima del descenso y a solo dos de una quinta plaza que hubiesen asaltado este domingo de haber ganado. Es decir, que lo sucedido ante el Mérida cabe calificarlo como otra oportunidad desaprovechada.
El Hércules necesita recuperar a sus lesionados, eso es evidente, pero también reforzarse incorporando a un lateral izquierdo, a un mediocentro, a un delantero... y no pensando en dotar de fondo de armario al equipo, más bien en reforzar el once. No va a ser fácil porque problema es que en el mercado de invierno la oferta escasea, pero habrá que intentarlo porque puede que la entidad no se encuentre a corto plazo ante un situación igual en Primera Federación: las diferencias de nivel con el grupo 2 del año pasado son notables. La próxima campaña la competición puede ser más dura y siempre será mejor sufrir en el fútbol profesional que fuera del mismo.