de la vía pa'arriba  / OPINIÓN

Pasemos página 

24/02/2022 - 

Una amiga me envió un whatsap el martes en el que me decía que casi llora cuando escuchó al president Puig diciendo “decaen todas las restricciones”.  Lo dice porque su trabajo ha sido uno de los más afectados por las medidas contra el virus y para ella ha sido toda una odisea este ir y venir, pasito adelante pasito atrás en el que llevamos metidos casi dos años. La incertidumbre laboral, el miedo por nuestra salud, el cambio de nuestra forma de vida… el no poder planificar nada más allá de un par de semanas, y a veces ni eso, se está haciendo muy largo y difícil de llevar. Peor es morirse, claro, que decía la niña de la mascarilla.

Pero llegados a este punto, dos años después de decretarse la pandemia mundial, con las vacunas ya en marcha, sabiendo lo que tenemos que hacer y con lo que hemos sufrido, creo que ha llegado el momento de empezar a platearnos dejar de vivir en la excepcionalidad e incorporar este virus a nuestra rutina.

Boris Johnson no es precisamente un referente para mí pero en esta ocasión ha sido la avanzadilla de algo que creo que debemos empezar a considerar: Tratar la covid como otra enfermedad más, con sus peculiaridades con sus características pero sin este estrés de vida que nos está absorviendo.

Desde hoy en Inglaterra no será necesario el aislamiento obligatorio tras dar positivo. Desde luego la decisión trae consigo polémica y la comunidad científica habla en general de que es un riesgo y quizá un poco prematuro.

No soy ni epidemióloga, ni presidenta de gobierno, ni experta en nada, pero creo que es el momento de que empecemos a aplicar el sentido común a todo esto. Si por mí fuera habría ya una comisión interdisciplinar de personas preparando la vuelta a la vida “normal” a corto plazo.

Estamos cansados de muchas cosas. Creo en las vacunas, en la ciencia, asumo que los dirigentes que han sido elegidos por nosotros lleven las riendas de este y el resto de países. Pero necesito estabilidad, emocional, física. Certidumbre.  

Estoy un poco hastiada de mensajes contradictorios, de que si te ponen ahora la cuarta dosis y si esta variante es más explosiva pero menos mortal, de si 7 días de asilamiento, 10 o 5. Test de antígenos, PCR y certificado digital.

Fin, finito, the end, se acabó. Hagan lo que se tenga que hacer y que este virus se asuma ya como parte de nuestra existencia.

Potencien e inviertan en investigación, dejen trabajar a los científicos, prepararen un protocolo como el de la gripe o parecido y que esto tenga ya un plan a corto plazo coherente y estable.

Deseo que se organice esto de una vez por todas y que seamos nosotros, como pasa con otras enfermedades, los que con las indicaciones cada uno de su médico y teniendo en cuenta cada caso particular optemos o no por vacunarnos o por un tratamiento u otro o por el aislamiento o lo que toda la vida ha sido estar enfermo y quedarse en casa, sentido común.

 Aprendamos de esto, reforcemos el sistema sanitario, atención primaria, investigación, el empleo, los autónomos,  las empresas, servicios sociales, lo necesario, pero demos a nuestra vida de nuevo un punto de certidumbre y de luz. Pongamos un punto y a otra cosa, sin perder de vista lo ocurrido.

Por cierto: ya me lo han preguntado varias personas; el PP de Elche está bien. Tocados pero no hundidos. Es pronto de todos modos para valorar cómo afectará a Pablo Ruz y el resto de afines en Elche a Pablo Casado todo lo ocurrido en Madrid.

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