PALMA. Contrariado por haber encajado un gol en la última jugada del partido, una acción a balón parado que consideraba que era la única que sus hombres no habían defendido bien. Así se encontraba este sábado el técnico del Elche, Vicente Parras instantes después de la derrota de su equipo por un gol a cero ante el Mallorca.
El entrenador alicantino reconoció que su equipo fue de menos a más, que el rival tuvo "más control del balón, del partido", que a sus hombres les había costado "enganchar y encontrar el remate" y no habían "defendido arriba" concediendo segundas jugadas al rival que terminó acumulando hombres en ataque en un tramo final en el que a su equipo le falló el físico, algo que no escondía que a estas alturas tiene ya poca solución, como las lagunas de concentración que llevan a goles como el de Lago Júnior en el último suspiro.
Parras había pedido a sus hombres intensidad y velocidad en la previa del choque y entendía que de lo primero sí hubo pero no de lo segundo: "Hemos estado intensos y juntos, pero hemos jugado con más precipitación que velocidad" apuntaba el técnico que consideraba más importante lo anterior, "saber interpretar lo que queremos", que recuperar el estado anímico de sus hombres, "hundidos" tras el resultado adverso.
No obstante el técnico del Elche consideraba que habían hecho cosas bien, gozado de "buenas opciones con Guille y Pablo Hervías", y apostaba por pasar página y centrarse en la siguiente jornada en la que el Elche se medirá a otro rival directo, el colista Mirandés.