VALÈNCIA (EP). Un estudio en el que participa la Clínica Universidad de Navarra busca marcadores que permitan reconocer qué pacientes con trastorno de conducta de sueño en fase REM tienen riesgo de padecer Parkinson o han empezado a desarrollar una enfermedad neurodegenerativa, una investigación que podría servir en el futuro para ofrecer opciones terapéuticas que frenen su progresión.
Los pacientes con trastornos de conducta en fase REM escenifican los sueños mediante gritos o movimientos violentos. "En esta etapa, el tronco cerebral bloquea el movimiento y evita que escenifiquemos nuestros sueños. Sin embargo, hay personas mayores de 50 años que no reciben esta señal porque han comenzado a desarrollar una enfermedad neurodegenerativa", ha explicado la especialista de la Unidad de Sueño de la Clínica, Elena Urrestarazu.
"El 33 por ciento de estas personas padece Parkinson en 5 años y el 75 por ciento, en 10. Por eso, entendemos que, si padecen esta afección, posiblemente ya han empezado un proceso neurodegenerativo", ha agregado Urrestarazu.
Por su parte, el técnico de investigación en el Departamento de Neurología de la Clínica e impulsor de este estudio, Eduardo Salinas, ha informado que "a las personas participantes les realizaremos una resonancia cerebral, un PET, una valoración cognitiva y una analítica sanguínea. La comparación de los datos resultantes (o de estos datos) nos permitirá concluir si el paciente ha comenzado este proceso".
Actualmente, no existe un tratamiento que evite la neurodegeneración. Sin embargo, Urrestarazu afirma que "obtener esta información sería algo muy valioso para el futuro, porque permitiría saber cuándo es conveniente comenzar la medicación a partir de una simple prueba".
Asimismo, con motivo del Día Mundial del Sueño, Urrestarazu ha recordado que dormir es algo imprescindible para la vida. "El sueño es el momento en el que el cuerpo elimina las sustancias tóxicas y de deshecho que ha acumulado a lo largo del día y se regenera. También es muy importante para la memoria", ha manifestado.
En este sentido, Urrestarazu aboga por situar el sueño como una actividad prioritaria, cuya desatención genera enfermedades graves, como la hipertensión, el riesgo cardiovascular, la diabetes, infecciones, deterioro cognitivo y algunos tipos de cáncer. Hay otros síntomas visibles del déficit de sueño menos patológicos, como la irritabilidad o el mal humor. "Con el hábito de irse tarde a la cama podemos estar jugándonos la salud", ha concluido.