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Para ser buen periodista hay que ser buena persona

13/01/2025 - 

CASTELLÓ. “Es un error escribir sobre alguien con quien no se ha compartido al menos un tramo de la vida.” ¿Cómo contar la pobreza, el hambre, las guerras, las desigualdades, los feminicidios…?. En el libro Los cínicos no sirven para este oficio. Sobre el buen periodismo, Ryszard Kapuscinski muestra las claves de la ética y la dignidad periodística. El autor polaco nos ha ido guiando en este oficio, el más hermoso del mundo, como lo denominara el añorado colega y amigo José Martí Gómez que también nos enseñó a trabajar desde la empatía y con una implacable relación entre la realidad y la redacción. Porque la verdad y las personas son lo más importante en una información.

La periodista valenciana, nacida en Burjassot, Yolanda Álvarez ofreció el pasado sábado una interesante charla en Castelló, en el marco de la VI Edición de Castelló Violeta, espacio feminista para el diálogo y la participación, por una ciudad libre de violencia de género. El acto, organizado por el Liceu de Dones de Castelló, contó con la presencia de su presidenta, Eva Gimeno, y estuvo presentado por la periodista Celia Prats.

 Álvarez trabaja en RTVE. Desde 2021 es corresponsal en Asia-Pacífico, con base en Pekín. Su carrera profesional se ha centrado en el periodismo internacional, cubriendo las elecciones de Irán, en 2009, las revueltas árabes de Túnez, las crisis de Libia y Yemen en 2011. Yolanda Álvarez también ha viajado a zonas en conflicto como Irak, Costa de Marfil o la República Democrática del Congo. Ha sido corresponsal en Oriente Próximo durante cuatro años, informando sobre dos ofensivas militares de Israel en Gaza.

Ha merecido numerosos reconocimientos. Es premio Libertad de Expresión 2015 por su cobertura en Gaza en la ofensiva israelí de 2014, concedido por la Unió de Periodistes Valencians; Premio Derechos Humanos 2015, de la Abogacía Española; o el Premio Turia 2015 a la Mejor Contribución de Medios de Comunicación, entre otros galardones.

También ha sido redactora del programa En Portada. Su reportaje, Esclavas del Daesh, que cuenta el genocidio de la minoría religiosa yazidí en el norte de Irak, mereció el máximo galardón del Festival de Hamburgo 2017, el más importante recibido por RTVE. El sábado, en Castelló, Yolanda Álvarez mostró una entrevista realizada a Nadia Murad, que después, en 2018, fue galardonada con el Premio Nobel de la Paz. Nadia fue capturada por el ISIS, logrando escapar a los tres meses, y convirtiéndose en una activista de la comunidad yazidí contra el genocidio y la violencia sexual. Las mujeres y niñas de esta comunidad son vendidas al ISIS desde muy pequeñas, hay casos de niñas de 8 años, y podían ser vendidas en repetidas ocasiones. Contar la vida de las personas, de las mujeres, es poner nombre propio a las historias, visibilizar el sufrimiento de quienes son víctimas en los conflictos, víctimas de tanta barbarie. Hacerlo con perspectiva de género, empatía y respeto refleja la magnitud de la verdad, la magnitud del buen periodismo.

El terror que viven las mujeres afganas ha sido otro de los temas que ha abordado la periodista valenciana, remarcando en el acto de Castelló no olvidar a las mujeres afganas que están viviendo en la enorme prisión que es su país, sometidas al brutalismo de los talibanes, jugándose la vida cada día. También nos habló de Riwa, una niña de 12 años, que formó parte del reportaje Atrapados en Gaza. Yolanda Álvarez entabló contacto con esta niña que quería ser periodista. Hoy no sabe si Riwa sigue viva. Empatizar y mirar a los ojos de las personas a las que entrevistas es fundamental para que este oficio siga vivo y veraz. La periodista valenciana es una mujer comprometida con los Derechos Humanos, con los derechos de las mujeres, con el periodismo humano.

Compartir, sentir, inquietarnos y reaccionar frente a estas informaciones es uno de los objetivos básicos del periodismo. Las grandes tragedias de este mundo quedan reflejadas en la mirada de Nadia Murad o en la sonrisa de Riwa. Poner voz e imagen a tanta barbarie e ignominia es un trabajo de gran responsabilidad.

Otros de los casos que abordó Yolanda Álvarez, en informaciones que han sido emitidas en los Telediarios de RTVE, es la situación de desigualdad que sufren las mujeres chinas. Hemos conocido a la Tía Viajera, una mujer que ha decidido viajar para huir y salvarse de la violencia de género, además de visibilizar este horror en las redes sociales. En China el feminismo es perseguido, terminando en el exilio o la cárcel. Álvarez ha puesto voz y rostro a las grandes discriminaciones que viven a diario las mujeres chinas.

Las y los periodistas nunca debemos ser noticia, pero en el caso de Yolanda Álvarez es preciso destacar su trayectoria profesional para comprender el alcance de una profesión actualmente vapuleada, desacreditada. El buen periodismo es esto, escuchar, mirar, hablar, sentir y abrazar a las personas más vulnerables de este mundo para transmitir la injusticia social. Porque existen, y sufren.

Yolanda Álvarez habló de las cosas buenas que surgen en los lugares al límite y de las situaciones horribles, personas que sufren y salen adelante, gente buena que te reconcilian con la humanidad. Asimismo hay que  agradecer a la televisión pública, RTVE, entre otros medios, la emisión de estos reportajes, estas noticias que no se cuentan en otras cabeceras, informando con rigor y sentimientos. 

Por último, decirles que mi vecina Carmen no pudo asistir al acto del Liceu de Dones. Está pasando una gripe feroz, a pesar de haberse vacunado. Escribo para ella y para quienes, leyendo estas palabras, puedan reaccionar ante las barbaries y la defensa de los Derechos Humanos. Para que seamos activistas de la igualdad, de la paz, la estima. Para que nos importe la vida y la felicidad de las mujeres.

Como también nos recordó Celia Prats en la conferencia del sábado, Kapuscinski ya dijo que Para ser buen periodista hay que ser buena persona. 

Buena semana. Buena Suerte.

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