El 30 de junio de 2020, como el 30 de marzo de 2019

21/06/2020 - 

ALICANTE. "Para el Hércules, en términos de planificación, este 30 de junio será como el 30 de marzo de 2019". Lo dice un director deportivo que conoce las urgencias que rodean al club blanquiazul pero también la peculiar situación en que ha quedado la Segunda B como consecuencia de la pandemia de Covid-19.

Con permiso de lo que ocurra con el recurso (y la cautelar) del Lleida, ahora mismo está vigente la decisión de la Real Federación Española de Fútbol de dar carpetazo a la temporada 2019/20 sin descensos y con ascensos a Segunda A a resolver en un 'play-off' a finales de julio (el fin de semana del 18 y 19). Hasta entonces, la temporada no habrá finalizado con lo que eso implica no solo a nivel competitivo (para los equipos que siguen 'vivos'), también en materia laboral y de mercado de fichajes; después, habrá que ver cuándo puede arrancar la 2020/21 y, por tanto, cuándo lo hace la pretemporada

Todo lo anterior no quiere decir que los equipos no puedan tomar ya decisiones en materia de planificación deportiva (no pocos lo están haciendo y el Hércules, de hecho, no tardará en anunciar alguna), pero los días fuertes no han llegado ni mucho menos.

Los jugadores del Hércules que acaban contrato no quedarán libres el 30 de junio

Resta poco más de una semana para que la fecha en la que estaba previsto que acabara el curso liguero 2019/20 se rebase; un 30 de junio que finalmente no determinará lo anterior. Ahora bien, en relación con el Hércules, si no se aprueba una nueva prórroga de los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) por causa de fuerza mayor por parte del Gobierno, sí traerá consigo que finalice precisamente el ERTE en el que se hayan inmersos sus trabajadores desde hace 100 días (si hay prórroga, tal y como adelantó Alicante Plaza, el Hércules apuesta por continuar con el ERTE). En cambio, ese día no se pondrá fin a ninguno de los contratos de los futbolistas incluso aunque en ellos figurase ese 30 de junio como fecha de extinción.

En ese último caso, que se trate de un contrato de duración determinada, al haber estado el club inmerso en una reducción temporal de empleo por causa de fuerza mayor, la duración del mismo se prorroga por el tiempo que haya estado vigente ese ERTE (si este concluye finalmente el 30 de junio, pues por los 108 días que van desde el 14 de marzo a ese 30 de junio). Si no se trata de un contrato de duración determinada, con fecha de finalización el 30 de junio de 2020, y sí un contrato por obra y servicio, para la temporada 2019/20 (solo o como mucho), al no finalizar esta hasta que lo haga el 'play-off' el jugador seguirá con su contrato en vigor, es decir, el Hércules también tendrá que seguir pagándole (o el Estado, si el ERTE sí se ha prorrogado).

Así, en el club blanquiazul los siguientes futbolistas acabarán contrato pero no el 30 de junio, lo harán el fin de semana del 18 y 19 los que tengan contrato por obra y servicio o en octubre los que lo tengan por duración determinada: los porteros Ismael Falcón y Rubén Ualoloca; los defensas Álvaro Pérez, Samuel Llorca, Diego Benito y Bruno Perone; el mediocentro Carlos de Lerma; y el mediapunta Miguel Olavide. Por su parte, el lateral Raúl Ruiz y el mediapunta Nikos Vergos, al estar cedidos, sí que quedan plenamente libres en relación con el Hércules el 30 de junio.

Obviamente, si el club y el jugador llegan antes a un acuerdo de rescisión, el futbolista pasa a ser agente libre; al tiempo, también se pueden alcanzar acuerdos para prorrogar la duración de los contrato (renovaciones) y también fichar (no es algo reñido con la vigencia del ERTE pues la sociedad ha de asegurar su viabilidad y para eso ha de contratar futbolistas que son los que juegan los partidos, cumplen el objeto de la misma). Ahora bien, es respecto a las dos primeras cuestiones (bajas y renovaciones) sobre las que va a girar en los próximos días y semanas el trabajo del nuevo secretario técnico, Ángel Becerra; para el grueso de la planificación, lo que es la contratación de un nuevo técnico y los fichajes, parece que queda más. 

El técnico alcalaíno es, a falta de un director deportivo (de si se cierra o no un acuerdo con su amigo Carmelo del Pozo), la máxima autoridad en la parcela deportiva del club del Rico Pérez.

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