ELCHE. "No hemos merecido este castigo", decía contrariado José Rojo 'Pacheta' en la sala de prensa de Manuel Martínez Valero minutos después de la derrota de su equipo ante el Osasuna en un partido en el que entendía que habían merecido mucho más, una valoración en la que coincidía con su homólogo en el banquillo rival, un Jagoba Arrasate al que el técnico franjiverde agradecía sus palabras.
"Creo que hemos estado muy bien y pese a que nos han hecho dos goles hemos concedido muy poco", señalaba Pacheta que recordaba precisamente que en la previa había advertido de la necesidad de ser efectivos y de la precisión que caracteriza al rival: "No se puede hacer mejor ante el líder, le hemos hecho ocho ocasiones claras de gol pero no hemos estado precisos y lo hemos pagado muy caro (...) hemos hecho muy bien las cosas en ataque, con balón incluso disfrutamos pero no hemos cogido premio (...) ellos han tenido aproximaciones peligrosas pero las situaciones de gol han sido nuestras (...) nos hemos enfrentado a un equipo que está prácticamente en Primera División, capaz de sufrir y sufrir y también de hacer daño con su balón parado", apuntaba el preparador franjiverde que decía sentirse "dolido", como su vestuario, "después de un esfuerzo descomunal" y abogaba por "lamerse las heridas y seguir en la pelea, quedan siete partidos y no hemos dejado nunca de mirar apara abajo".
La ventaja sobre el descenso continúa a nueve puntos más el golaveraje, el Elche sigue necesitando tres para lograr la permanencia virtual pero la sexta plaza ahora se ha ido a 12 por lo que se imponía preguntarle al entrenador burgalés si no temía que una vez se lograsen los 49 puntos el equipo bajase los brazos. Pacheta se mostraba negaba con contundencia esa posibilidad y no solo porque él no lo fuese a permitir, también de acuerdo con la campaña que habían hecho.
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