ALICANTE (EFE). El Hércules, que no volverá a competir hasta el 2017, ha dicho adiós a 2016 marcado por la segunda decepción consecutiva en la promoción de ascenso a Segunda División frente al Cádiz y la sentencia de la Comisión Europea que le obliga a devolver 6,9 millones.
En el plano deportivo, el Hércules cerró el año con una eliminatoria frente al Barcelona en Copa del Rey, con la que devolvió algo de ilusión a una afición que vive como una penitencia la permanencia en Segunda B por tercera temporada consecutiva.
Como ya sucediera en 2015, la piedra en el camino hacia el ascenso que el Hércules no fue capaz de superar fue el Cádiz.
En esta ocasión, el conjunto alicantino cayó en la última eliminatoria, víctima de un postrero gol de falta de Carlos Calvo en el partido de ida y de un inoportuno resbalón del defensa Álex Muñoz en la vuelta.
El Cádiz pinchó el globo de optimismo que había conseguido generar el Hércules entre los suyos tras un inicio de 2016 torcido que acabó por provocar la destitución de Manolo Herrero y la llegada de Vicente Mir al banquillo.
Tras no lograr el ascenso, el Hércules dio las riendas de su proyecto a Luis García Tevenet, con una plantilla en la que consiguió que continuara la mayoría de los jugadores importantes del anterior curso pero con pérdidas importantes como los centrales Álex Muñoz y Francisco Javier Atienza.
Los seis primeros meses de competición han mostrado un Hércules irregular (acumula seis derrotas, una más que en toda la anterior Liga) pero que se encuentra en zona de promoción de ascenso y ha acabado con su mejor racha de resultados, tres triunfos seguidos.
Institucionalmente, el año ha estado marcado sobre todo, por la resolución de la Comisión Europea que en julio obligó al Hércules a devolver en solo cuatro meses 6,9 millones de euros al Instituto Valenciano de Finanzas (IVF).
El dictamen de Bruselas amenaza con llevarse por delante la institución herculana, si bien a día de hoy el club se encuentra pendiente de la decisión del organismo europeo sobre su petición de suspensión cautelar del pago y el recurso presentado.
La sentencia europea se une a la obligación que arrastra la Fundación Hércules de devolver al IVF los dieciocho millones de euros del aval que la institución autonómica le dio en 2010 y que se ejecutó por el impago de los plazos de devolución al banco.
Para intentar acercar posturas con el IVF, el empresario Juan Carlos Ramírez dio un paso adelante, se postuló como nuevo máximo responsable del Hércules y presentó un plan de viabilidad del club, aunque no han fructificado las negociaciones.
El mayor protagonismo de Ramírez ha valido también para mejorar las relaciones entre el club y el ayuntamiento de Alicante, en especial con la figura del alcalde Gabriel Echávarri, que antes eran inexistentes y ahora son más que cordiales.
Lejos de los terrenos de juego, en el año 2016 el Hércules sigue sin cerrar un acuerdo con la Agencia Tributaria para variar el calendario de pagos del club en Segunda División, ya que debe pagar 80.000 euros mensuales.
También ha tenido buenas y malas noticias respecto a la demanda contra la Sociedad Proyectos Temáticos de la Comunidad Valenciana (SPTCV) en los tribunales.
Por un lado, el Juzgado de Primera Instancia de Alicante estimó que deberá cobrar unos 1,8 millones por el contrato de patrocinio de las temporadas 2012/13 y 2013/14.
Por otra parte, el Tribunal Supremo no aceptó el recurso de casación sobre una sentencia de la Audiencia Provincial que reducía en un sesenta por ciento la cantidad a percibir por el club tras su descenso a Segunda División en el verano de 2011.