ALICANTE. Enrique Ortiz y Juan Carlos Ramírez pasarán a contar en un mes con casi el 40% de las acciones del Hércules, después de que se formalice una operación de aumento de capital por compensación de créditos que tendrá también a la mercantil Zassh Tecnológica como protagonista.
Para los lectores de Alicante Plaza no es una sorpresa, pues ya adelantamos la operación hace justo un mes (restaba por conocer el importe exacto y la fecha en la que los accionistas tendrían que dar el visto bueno), pero sí llama la atención que la convocatoria de la Junta General que permitirá lo anterior coincida precisamente con el momento en el que el empresario ha solicitado al primer edil de Alicante, Luis Barcala, una reunión para abordar la situación del club blanquiazul (la convocatoria se remitió al Boletín Oficial del Registro Mercantil casi simultáneamente al traslado de la solicitud al consistorio).
Finalmente serán 4.316.105 euros los que Zassh Tecnológica (a la que Ortiz y Ramírez cedieron en junio de 2018 los créditos a favor de sus empresas en los que el club era deudor) convertirán en acciones el próximo 30 de junio, día en el que el Hércules celebrará una Junta General de Accionistas (doble, de carácter general y extraordinario) en la que estos tendrán que dar luz verde (se someterá a su voto) al mencionado canje, además de a las cuentas correspondientes al ejercicio cerrado a 30 de junio de 2020, al resultado de la sociedad y a la gestión del órgano de administración en el mismo.
La citada suma de 4,3 millones se corresponde con el importe del auxilio financiero que han prestado ambos empresarios en las temporadas 2019/20 y 2020/21 (especialmente en la segunda). Ortiz y Ramírez aceptan canjear esa deuda contraída por el Hércules (sin esas aportaciones de tesorería el club no hubiese podido seguir funcionando) por acciones de un euro de valor nominal (el real es cero), lo que en la práctica comporta que inyectan dinero a fondo perdido (especialmente si, como ha ocurrido en la campaña que acaba de finalizar, el equipo se aleja todavía más del fútbol profesional). Ese es el compromiso que en 2017 adquirieron con los acreedores del club cuando estos le concedieron la segunda (y última) oportunidad para pagar sus deudas de forma aplazada: desde entonces y contando con la operación que adelantamos, habrán sido más de 9.000.000 euros (entre 2018 y 2019 ya compensaron créditos por más de 4.800.000 euros) los que hayan canjeado por acciones, cumpliendo así con el reconvenio de acreedores.
Todos los accionistas reducen su peso accionarial salvo Zassh Tecnológica
Esta ampliación situará el capital social de Hércules por encima de los 33.000.000 euros e implicará que todos los accionistas vean reducirse su peso en el mismo a excepción de Zassh Tecnológica, una mercantil cuyo accionariado se reparten a partes iguales Ramírez (a través de la sociedad patrimonial Kuntajara) y Ortiz (por medio de dos de sus hijos y la sociedad patrimonial Real State GO2). Así, la Fundación Hércules seguirá siendo titular de mayoría accionarial, pero ahora con algo menos del 53% de los títulos (tenía más del 60). Zassh, por su parte, tendrá algo más del 39%.
Precisamente esta mercantil es titular también de un derecho de crédito 'contra' la Fundación en virtud de cuyo impago el paquete de acciones de esta (la mayoría accionarial en el Hércules) está embargado (para hacerse con sus títulos sería necesario ejecutar el mismo).
Ese derecho de crédito de más de 15,4 millones de euros de principal es el que le vendió el Instituto Valenciano de Finanzas (IVF) a Zassh a finales de 2017 a cambio de 508.150 euros. Una operación que se llevó a cabo gracias a la mediación de Javier Portillo y Quique Hernández con el director general del IVF, Manuel Illueca, después de que este mantuviera con Ramírez una disputa por los gastos ligados al citado embargo (pretendía que fueran asumidos por los compradores, que se negaban). Se trataba (y trata) del procedimiento de ejecución de títulos no judiciales 582/2014 seguido en el Juzgado de Primera Instancia número 7 de Alicante contra la Fundación a cuenta de la ejecución por parte de la desaparecida Caja de Ahorros del Mediterráneo del aval de 17.900.000 euros prestado por el IVF a aquella en 2010 para la concesión por parte de la citada entidad financiera de un préstamo de igual importe, con el que poner a cero la deuda con la Agencia Tributaria y la Tesorería General de la Seguridad Social (algo que no se consiguió en su totalidad).