ORIHUELA (EFE). Un bosque de ribera inter-autonómico de un kilómetro lineal y unos 600 árboles y arbustos autóctonos se está implantando en el tramo del antiguo curso del río Segura y unirá el municipio alicantino de Orihuela, el murciano de Beniel y Murcia, con la finalidad de favorecer la biodiversidad.
Este bosque compartido entre la Comunitat Valenciana y la Región de Murcia representa un ejemplo de colaboración entre diferentes entidades a través de la custodia fluvial.
El proyecto se lleva a cabo en colaboración con los ayuntamientos de las tres citadas localidades y con el asesoramiento de la Comisaría de Aguas de la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS).
Las actuaciones fueron presentadas ayer por el alcalde de Orihuela, Emilio Bascuñana; la alcaldesa de Beniel, Maria del Carmen Morales, y el concejal de Medio Ambiente de Murcia, Antonio Navarro, junto a miembros de la Asociación de Naturalistas del Sureste (Anse), en su visita a una de las zonas, el meandro de Las Norias, en el término municipal oriolano.
La iniciativa se enmarca en diversos convenios de custodia del territorio entre los tres ayuntamientos con Anse, con el objetivo de permitir la recuperación de este tramo del río Segura y poder reforzar la conectividad inter-autonómica en el río Segura.
En el meandro de Las Norias, a diferencia de otros, se ha conservado el curso de agua, lo que le confiere un enorme potencial para la recuperación ambiental.
Además, "supone un punto estratégico para la recuperación del río Segura como corredor ecológico y un excelente ejemplo de colaboración entre diferentes entidades para la recuperación de la biodiversidad", destacó el regidor oriolano.
En los trabajos de recuperación ambiental se está planteando la sustitución de los extensos cañaverales por formaciones de bosque de ribera compuestas por álamos, olmos, tarajes, almeces, fresnos e incluso algunos sauces y sauzgatillos acompañados de baladres.
Hasta la fecha se ha restaurado medio kilómetro de riberas, al que se suman dos amplios taludes, superándose el medio millar de ejemplares de diversas especies autóctonas de ribera.
Una parte importante de las plantaciones dispone de riego por goteo y están siendo necesarios desbroces para garantizar su supervivencia frente a los cañaverales.
La formación original conocida como bosque de ribera reporta innumerables beneficios tanto ambientales como paisajísticos y, lo más relevante, desempeña importantes funciones como la retirada de gases de efecto invernadero, la depuración de las aguas o la reducción de la temperatura ambiental y del agua por el sombreado.