ORIHUELA. El Ayuntamiento de Orihuela ha abonado a Asoka, la protectora encargada del refugio de animales de Orihuela, los 30.000 euros de deuda pertenecientes al ejercicio de 2022 y que la entidad llevaba meses reclamando al estar a borde de la asfixia. De hecho, el Consistorio aún le debe más de 40.000 euros, pues quedan por pagar los meses de septiembre, octubre, noviembre y diciembre de 2021. El equipo de Gobierno ha anunciado esta mañana que llevará a un Pleno Extraordinario un reconocimiento extrajudicial de crédito para abonar el importe de las facturas, que rondan los 13.300 euros anuales, ya que la entidad prestó el servicio durante esos meses sin contrato.
Asoka lleva años prestando el servicio de recogida de animales. El último contrato, han señalado a este medio Maite López, responsable de la entidad, concluyó el 3 de marzo de 2021 y no fue hasta el 8 de abril de 2022, tras la denuncia pública de Asoka, cuando se formalizó el nuevo contrato. Desde el nuevo equipo de Gobierno de Orihuela, formado por PSOE y Cs, han echado la culpa de los impagos que arrastra la entidad al bipartito anterior (PP-Cs). El Concejal de Sanidad, Luis Quesada, ha afirmado que “de este modo, y en apenas un mes, hemos conseguido aliviar la delicada situación económica de Asoka y que ingresara en el día de ayer lo que se le debía de este año, lo que le van a permitir poder seguir trabajando con normalidad”. Y es que, recuerda Quesada “la gestión dejada por el anterior alcalde había dejado a la asociación en una situación muy delicada, con imposibilidad de pagar a trabajadores y empresas proveedoras”.
Desde Asoka han señalado a este medio que han sido "meses muy duros" en los que han logrado sobrevivir "gracias a las donaciones, las ayudas recibidas, a que los trabajadores han aceptado retrasar sus nóminas y a que teníamos un colchón con el que poder afrontar los pagos más inminentes". Con los 30.00 euros que les ha pagado el Ayuntamiento "podremos abonar las deudas a clínicas veterinarias y otros suministros, nos quedaremos con las cuentas a cero, pero sin deuda". Así, podrán contratar servicios de nuevo con las veterinarias colaboradoras pues "aquí podemos hacer cirugías menores como las esterilizaciones, pero si nos llegaba un perro con un atropello, o había que hacerle alguna prueba, llegaba un momento en el que no podíamos acudir a las veterinarias colaboradoras por el volumen de deuda", señalan desde Asoka.
De hecho, no podían ni tan siquiera tramitar adopciones de animales, pues "los microchips hay que pagarlos siempre por adelantado, y nos habíamos quedado sin dinero". La entidad cuenta en sus instalaciones con más de 300 animales, principalmente perros y gatos, aunque también tiene caballos, gallos y hasta tortugas. "Hemos temido en muchas ocasiones quedarnos sin comida. Ha habido que elegir entre pagar nóminas o comprar comida". En este sentido, desde la entidad agradecen la solidaridad de los ocho trabajadores que tienen en nómina, además de los muchos voluntarios y colaboradores que les han ayudado a afrontar esta difícil situación durante los últimos meses.