ORIHUELA. El Ayuntamiento de Orihuela adjudicó ayer el contrato para la limpieza del solar en el que se albergarán las aulas prefabricadas que compondrán el Colegio de Educación Infantil y Primaria Número 20 de Orihuela, que debería haber abierto sus puertas el pasado mes de septiembre, con el inicio del curso escolar. Los continuos cambios de ubicación tanto por parte del equipo de gobierno anterior como el actual, han hecho que los barracones, cuyo contrato de alquiler la Generalitat resolvió en los primeros meses de 2023, no se hayan podido instalar en ninguna parte y, por tanto, que los 300 alumnos que debería albergar este centro continúen repartido en los otros dos colegios de la costa, que están colapsados.
La limpieza del solar correrá a cargo de Pastor Medina Sa, una de los dos empresas que se han presentado ofertas, en un procedimiento que se ha realizado a través de un contrato menor por 17.496,12 euros. Se tarta de una parcela de 6.200 metros cuadrados. El contrato está destinado a la retirada de todos los enseres que se almacenan en él. El siguiente paso es realizar las obras necesarias para poder adecuar la instalación de los elementos necesarios para albergar los barracones que se instalarán posteriormente. Un proceso que se resolverá por otra vía y que no es objeto de este contrato. L parcela se encuentra ocupada con materiales de construcción, escombros, tableros de madera, mobiliario de playa, material deportivo, señalización y
vigas prefabricadas. El plazo de ejecución del contrato, lo que tardará la empresa en dejar limpia la parcela una vez firmado, es de dos semanas. El equipo de gobierno pretende que el centro abra en septiembre, pero eso dependerá de lo que tarden las obras de adecuación de la parcela y la instalación de los barracones.
El concejal de Educación, Vicente Pina, prometió tras tomar posesión que el centro estaría en marcha a finales de septiembre de 2023. Una fecha que después se retrasó sine die a falta de licitar el contrato para la limpieza de la parcela escogida finalmente, que fue la primera que barajó el equipo de gobierno anterior, acabó descartando para llevarse el centro al parking del Centro Comercial La Zenia y volvió a cambiar de ubicación al constatar que el uso del PGOU en los terrenos del parking no permitían instalar allí el centro.
Se trata, no obstante, de un colegio provisional, hasta que el centro de ladrillo sea una realidad. Algo en lo que Conselleria y Ayuntamiento trabajan desde hace meses para buscar una parcela que pueda albergar el centro educativo.