ALICANTE. Con orden y concierto. Mucho concierto gracias a Bikoro, Aketxe, Elliot, Nico, Carlos David y Adri, sus primeros violines.
El Hércules interpretó casi a la perfección la rica sinfonía compuesta por Sergio Mora para este domingo, tanto que no solo logró levantar de su asiento en más de una ocasión a los sufridos herculanos que habían decidido plantarle cara al mal tiempo y darse cita en el estadio Rico Pérez, es que animó al Águilas del alicantino Gaspar Campillo que, en momentos puntuales, antes del descanso y en el tramo final de la sesión, también hizo gala de su gusto por la buena música.
Además de un equipo tan ordenado como solidario, los blanquiazules volvieron a brillar en "la continuidad con el balón", ese aspecto en el que, entre otros, Mora decía el viernes que los suyos habían mejorado en las últimas jornadas. El 'chunda, chunda' tiene su atractivo, pero ni sorprende en la cuarta categoría del fútbol español ni convence al público del otrora coliseo blanquiazul (por muy significativa que sea la cuota 'rutera' dentro del herculanismo). Bien lo saben Mora y Carmelo del Pozo, que no hace mucho sufrían en sus carnes las iras de un respetable que pide otra cosa y cuando se le ofrece no duda en agradecerlo.
Por eso, ahora que la Generalitat quiere que el Rico Pérez deje de ser la Finca Ambiciones y se convierta en una suerte de Caja Mágica, qué mejor que ampliar la nómina de primeros violines aprovechando el mercado de invierno. Eso sí, aunque no se trata de ganar Eurovisión, ascender a la Primera RFEF es más bien llevarse la Sirenita de oro en el Festival de Benidorm, donde la competencia es tanto o más respetable (aunque también participa algún Rodolfo 'Chikilicuatre'). Veremos si a estas alturas de la temporada hay músicos del nivel necesario disponibles. Al menos el 'casting' ya está en marcha.