operación hotelera en la rambla de alicante

Operación Generali: el fondo se retira y One Shot negocia entrar como inquilino para abrir su hotel

22/12/2020 - 

ALICANTE. La operación para convertir el edificio Generali, en La Rambla de Alicante, en un hotel de cinco estrellas de la cadena One Shot ha sufrido un importante cambio cualitativo. El proyecto para abrir un hotel sigue adelante, pero el inmueble no cambiará de manos, al menos en principio. Así lo han confirmado a Alicante Plaza fuentes conocedoras del proyecto, que ha sufrido varios contratiempos en los últimos meses.

Así, según estas fuentes, el fondo de inversión que respaldaba la compra del edificio, Nazca Capital (que entró en el accionariado de la cadena madrileña hace un año), ha renunciado a la adquisición del inmueble por el complicado contexto que atraviesa el sector hotelero como consecuencia del impacto de la covid-19, y que ha paralizado o retrasado diversas operaciones que estaban negociándose antes del estallido de la pandemia. No obstante, la renuncia a la compra no implica que suceda lo mismo con la apertura del hotel.

En estos momentos, según confirman distintas fuentes conocedoras de los contactos, los dueños de la cadena hotelera, la familia Solís Tello, negocian directamente con los propietarios del edificio su alquiler para abrir, como estaba previsto, su primer hotel en la capital alicantina. Como desveló Alicante Plaza a finales de 2017, cuatro inversores particulares adquirieron de forma individual las distintas plantas del inmueble y luego constituyeron una comunidad de propietarios.

Inicialmente iban a reconvertir las oficinas en apartamentos turísticos, pero ante los problemas para tramitar el proyecto (justo en esos momentos se cambió la normativa municipal para poner orden en el sector) en 2019 decidieron apostar por las viviendas de alto standing. Meses más tarde, apareció la opción de vender el inmueble a One Shot por unos 8 millones de euros, pero la pandemia abortó también la firma de la venta, prevista para el pasado mes de octubre. Ahora, según las citadas fuentes, lo que se negocia es el alquiler del edificio, de forma que los empresarios alicantinos que lo adquirieron a Generali seguirían siendo sus dueños.

La fórmula, así, sería similar a la que emplean otras grandes cadenas como Meliá: One Shot se convertiría en el operador del establecimiento y asumiría la reforma, pero con un contrato de arrendamiento o de gestión. En estos casos, se suele establecer un canon anual, que es lo que perciben los propietarios por alquilarlo, o bien un porcentaje de la facturación del establecimiento (o incluso una fórmula mixta). 

Hoteles exclusivos de una familia aristocrática

Al frente de la cadena One Shot se encuentra el aristócrata Enrique Solís Tello, hijo del marqués de la Motilla y de Carmen Tello. One Shot Hotels es un proyecto personal que puso en marcha en 2013, con la apertura de su primer establecimiento en Madrid, en el Paseo del Prado. En los siguientes años ha abierto dos establecimientos más en la capital, otros tres en València (en Colón, Reina Victoria y el Mercado), uno en Sevilla y otro en San Sebastián. El de Alicante sería su primer hotel en la provincia y cuarto de la Comunitat, si la negociación llega a buen puerto esta vez.

Los hoteles One Shot se caracterizan por su cuidada decoración y muebles (y obras de arte) exclusivos, además de establecerse en edificios singulares en ubicaciones céntricas, en busca de clientes de alto poder adquisitivo. En un principio, la operación contemplaba una inversión de unos 20 millones en la reconversión del edificio, antes de que se cambiasen los términos de la negociación.

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