ALCOI. Transformar un proyecto musical, un EP, en amor. Bajo este pretexto, el alcoyano Paul Blest (Pau Beneyto) se ha lanzado a la piscina de cantar en solitario. Lo ha hecho con fuerza a través del que es su primer single, en el que él, su voz y su guitarra se marcan una profunda letra. ‘On a plate’ guarda precisamente este significado de “servir en bandeja”: en este caso, la dedicación con la que el músico de Alcoy, después de tomar varios atajos, logra su camino, para imprimirla a un trabajo en el que siempre gana el amor universal, aunque la vida marque sus reglas.
“Aceptar que hay puertas que has de cruzar solo porque se han abierto expresamente para ti. El amor desde la honestidad y la nobleza”. De esto va el nuevo single integrado en el EP de Paul Blest, en una especie de destripe de corazón, de spoiler de vísceras, que por fin van a decir todo lo que, durante tanto tiempo, han tenido guardado en su interior. Los inicios del joven artista se remontan a cuando tenía quince años: en Cocentaina, y junto a un grupo de amigos, con Soulmates. Tiempo después, tras mucha incertidumbre, a la voz del cantante se sumarían Mauro Montava y Víctor Blanes, y con ellos nacería Ten Realms. El no salir como Pau deseaba, lo llevó a dar el primer paso con canciones en solitario con ‘Ways’, trabajo que ya etiquetó con el nombre artístico que mantiene.
De ahí surge entonces Mudra junto a otros jóvenes alcoyanos también afianzados. Hasta ahora. Sin rencor, Pau hizo caso a su intuición y volvió a sus orígenes, donde ha recuperado su esencia, para vivir su acústico, para sentirlo, en solitario. ‘On a plate’ es el punto de partida que cierra heridas, en una especie de sincera y potente auto-redención de Paul Blest, también con su pasado musical. Lo suyo es el folk, el country rock, el rock, un rock alternativo. Aunque las maravillas guturales y los rasguños del alma que caracterizan al músico alcoyano han rozado el género grunge. Y este conocido como sonido de Seattle ha sido el que le ha desmarcado, y con distancia, dentro de la escena local, lanzándolo hacia una liga intergaláctica.
“Hay una reiteración de fracasos en mi carrera que me han llevado a un gran aprendizaje”. ‘On a plate’ y sus piezas hermanas surgen del “reto” que Pau se marca cuando toma la decisión de muchas cosas en su trayectoria profesional, que no ha hecho más que comenzar. Fueron diez años con banda aquellos que le hicieron despertar para meterse en el sueño que verdaderamente le saca la sonrisa, siempre con la autocrítica como compañera del subconsciente. “El solitario hace que se pueda escuchar mi atmósfera, mi energía; es más íntimo”, reconoce Pau, frente a la crudeza y el ‘degüello’ de la aparición en grupo. Y en él es todo naturalmente innato: “No es algo que pueda evitar, me sale solo cuando conecto con cada canción”. El músico se define como autodidacta, apoyado en la metodología de Ken Tamplin desde Miami, bebiendo entre horas de Led Zeppelin, Pink Floyd e incluso Bob Marley. “Es como un crossfit vocal”. También en las clases de canto que imparte a muchos de los jóvenes alcoyanos, unos diez de media, que quieren seguir su estela, de cierta manera. “He llegado a este punto después de cantar mucho, y muy mal (risas)”. Pero nunca pierde el sentido del rigor. Este es su modus operandi.
‘On a plate’ y el resto de piezas del nuevo trabajo de Paul Blest ya tienen fecha de preestreno: el próximo sábado, 12 de octubre, en Valencia, en el George Best. Abrirá para Con X The Banjo, que se encuentra en plena gira. A finales de este mes, el nuevo trabajo del joven músico ya estará disponible y rodará por diversos escenarios de Valencia, Murcia y también Alicante. En Alcoy, la fecha marcada es la noche de Halloween, en el pub La Taberna. El lanzamiento será igual de vivo que su preparación: de la mano del colaborador Miguel Sanz, de Good Farmers, y de Jorge Alamar, entre otros. Este último -batería, encargado de sonorización en la Berklee Valencia, colaborador en la producción de voces de películas como ‘La La Land’, ‘Vaiana’- ha sido el productor del EP de Paul Blest. “Grabamos en su estudio cerca de la estación de tren de Valencia, en dos días”, explica el cantante. Un mes tuvo para dar vida propia a sus canciones y dejarlas en manos del productor. ¿Qué espera con el resultado? “Darme permiso por una vez a ver qué pasa conmigo, más que en la repercusión del público”. Un trabajo que lleva la autenticidad por bandera, y con el que se muestra abierto a otros formatos.