ALICANTE (EP). La vicepresidenta y consellera de Políticas Inclusivas, Mónica Oltra, ha apelado a la prudencia en las visitas a residencias de mayores durante las fases de la desescalada: "Ya hemos visto que cualquier paso en falso puede generar pérdidas dolorosísimas".
Estas visitas están previstas "al final" del plan que ha diseñado el Gobierno para el desconfinamiento por el coronavirus, mientras sí se permitirán antes en residencias de personas con diversidad funcional, discapacitados o menores.
Por tanto, Oltra ha advertido que es pronto y "aventurado" avanzar fechas porque lo primero es ver cómo evolucionan las residencias afectadas por la pandemia. "Tenemos que ser muy prudentes, el impacto en los mayores es terrible", ha insistido a los periodistas tras el pleno del Consell.
Ha apuntado a cuando estén disponibles los resultados de los test de seroprevalencia para saber la inmunidad de la sociedad a la Covid-19 y empezar a tener indicadores sobre cuándo podrían empezar las visitas. En cualquier caso, lo deberá limitar el Gobierno, ha recalcado.
"Tenemos que ir paso a paso; todo el mundo tiene ganas de ver a sus familiares en persona y no por una pantalla, de tocarnos, abrazarnos, besarnos... no solo en residencias", ha manifestado, recordando que la salud va por delante de la forma de demostrar el cariño en las sociedades mediterráneas.
De cara al futuro, preguntada por si la pandemia obliga a replantear el modelo de residencias, Oltra ha defendido el proceso que inició su departamento en 2015 para establecer centros "más humanos" y parecidos a una casa. Algunas residencias valencianas ya tienen estas características y son "el camino a seguir".
No se trata, a su juicio, de que el coronavirus obligue a "poner todo patas arriba", sino de fortalecer el sistema sociosanitario, el sector público y "este modelo humanizado que nos da más resistencia".
