ALICANTE. Cambiar cosas, lo que en el fútbol se traduce en, como mínimo, mover el banquillo. No le queda otra a Gustavo Siviero.
El técnico argentino del Hércules vive su peor semana desde que se hiciera cargo del equipo el pasado mes de julio y, todo y el enésimo aval de la dirección deportiva que este lunes servía para salvarle de la destitución, de cara al partido del próximo domingo ante el Peralada habrá de introducir, como poco, varios cambios en el once.
Si bien restan días para que se vayan perfilando los anteriores, hay movimientos bastante claros. Por ejemplo, en el doble pivote, parece complicado que el próximo domingo repitan Pepelu y Miñano pero como pareja de mediocentros: Navarrete e incluso Checa podría tener una oportunidad ante el Peralada junto a Pepelu.
Por lo que se refiere a la defensa, no solo tiene mucha fuerza la posibilidad que Peña regrese al lateral zurdo después de dos partidos en el banquillo, también se abre la puerta a que haya cambios en el eje de la defensa: Santamaría y Samuel lo han jugado todo, tanto en Liga como en Copa, pero el equipo no se ha caracterizado precisamente por su seguridad defensiva. El grave error del pasado domingo, en el descuento del partido ante el Villarreal que costó un punto, podría hacer perder la titularidad a uno de los anteriores, máxime si tenemos presente que Pol Bueso vuelve a estar en disposición de jugar (Vilanova no parece contar con la confianza de Siviero) tras una larga convalencencia por una rotura en el sóleo.
Donde parece mucho más difícil que haya novedades es en el ataque, toda vez que las bajas de Juli, Chechu y Nieto reducen notablemente el abanaico de opciones, además de que la segunda y especialmente la primera línea del equipo han mejorado su rendimiento: ahora los delanteros ven puerta.