ALICANTE. El Partido Popular de la provincia de Alicante está crecido. La operación de La Torre de les Maçanes le ha salido bien: el voto de censura contra el alcalde socialista, David Espí, se ha consumado sin rasguños, en tanto en cuanto el PSOE no iniciará acciones legales para intentar anular la moción de censura, pese a que cuenta con el respaldo de una concejala no adscrita, que procede de la candidatura socialista. El siguiente paso está claro: la moción en el Ayuntamiento de Sant Joan d'Alacant para arrebatar otra alcaldía al PSOE. Esta vez, como ha publicado Alicante Plaza en reiteradas ocasiones, la idea del PP es hacer alcalde a Santiago Román, de Ciudadanos, y que, con el tiempo, se convierta en el próximo candidato del PP a la Alcaldía en 2023.
Pero ¿en qué momento de la partida nos encontramos? Como es sabido, actualmente, Ciudadanos gobierna con el PSOE en Sant Joan y tiene pactado que en 2021 la Alcaldía pasará de su actual poseedor, Jaime Albero, a Santiago Román. Pese a ello, la idea del PP hacer saltar por los aires ese acuerdo y darle la Alcaldía a Román y para ese objetivo es necesario presentar la moción de censura con el respaldo de la única concejala de Vox, Gema Alemán.
Una vez orillado de la operación el portavoz popular, Manuel Aracil, el PP tiene convencido a Santiago Román, pero debe salvar dos obstáculos: en primer lugar, convencer a la dirección de Ciudadanos para que valide un acuerdo en el que aparecerá Vox, algo que en un principio a la dirección de Arrimadas no le hace mucha gracia porque está haciendo gestos para todo lo contrario, alejarse de los conservadores, y en segundo lugar, hacer factible que Vox tenga competencias en ese futuro equipo de gobierno. Según ha podido saber Alicante Plaza, la concejala de Vox quiere formar parte del futuro Gobierno local; no se conforma con suscribir la moción sin nada a cambio.
¿Por qué es trascendente la moción de Sant Joan?
La operación de Sant Joan tiene doble precio, de ahí que el PP esté volcado en que fructique y mantiene conversaciones en Madrid para vencer el inicial no de la cúpula de Arrimadas. La moción de Sant Joan es importante porque supone, en primer lugar, absorber a un posible rival en un futuro, como sería el propio Ciudadanos. Con esta operación, los populares le arrebatan el mirlo blanco, Santiago Román, al partido naranja, que sería el candidato popular en 2023. Y de esta manera, volvería al partido del que se fue en 2015.
Pero además, supone disipar cualquier tentación de Ciudadanos de suscribir la moción de censura en la Diputación de Alicante contra Carlos Mazón porque la diputada de Cultura y vicepresidenta Julia Parra -que es concejala en Sant Joan- formaría parte operación de suma (o absorción) entre PP y Cs que se produciría en Sant Joan. En definitiva, matar dos pájaros de un tiro: reunificar el centro derecha en Sant Joan y amarrar el poder institucional de Carlos Mazón. Los movimientos del otro diputado de Cs, Javier Gutiérrez, no preocupan al PP, pese a su pacto con el PSPV en el Ayuntamiento de Xixona. La cúpula del PP entiende que la amenaza, de existir, está(ba) en Sant Joan porque la alianza en su día entre socialistas y naranjas fue contra los populares por las rencillas del pasado, cuando Aracil impuso ser alcalde para cerrar cualquier pacto con los naranjas. Y Cs, que quería la Alcaldía, la encontró con el PSPV, pero en 2021.
Así que las conversaciones sigue, tanto en Alicante, como en Madrid, para que el PP logre su objetivo y ver qué solución se da para que Vox entre en la operación con las condiciones que ha puesto sobre la mesa. El PSOE, de momento, no se inmuta.