ELCHE. No solo son tiempos de cambio en el comportamiento y la economía. También son cada día más los proyectos relacionados con la energía renovable los que surgen por la provincia. En lo que respecta a Elche, la comunidad de regantes de Nuevos Riegos el Progreso, con más de un siglo de vida, tiene un proyecto de construcción de una planta solar que le permita una mayor autonomía energética y a priori empezará a funcionar en diciembre o enero en la balsa de Sivaes, dejando de depender en gran medida de Iberdrola, con quien tienen contratada la luz.
En su última asamblea general, la comunidad aprobó la decisión de crear esta planta y gestionarla con la empresa encargada de construirla, Respira Energía, con quien crearán una sociedad mixta para su explotación. El motivo de esta decisión es que uno de los principales costes en la comunidad de regantes es la electricidad. Como señala su presidente Pascual Serrano, se consuma energía o no, "pagamos 6.000 euros todos los meses", apunta, así que con esta planta quieren evitar tener que abonar tales cantidades a pesar de que no se exceda el uso o que tengan que soportar unos precios mínimos cuando sobre todo necesitan de la electricidad en las horas punta.
Van a instalar 1 MW de potencia en la balsa de Sivaes. "Será un proyecto flotante", apunta el presidente, quien añade que lo será así porque el Ayuntamiento no les ha dado permiso para construirla en el suelo que tienen alrededor al estar protegido. Estuvieron barajando distintas opciones y esta es la que más les convence. Supondrá una inversión de 658.000 euros, "una de las más interesantes, porque deja la puerta abierta a participantes locales, regantes e inversores", observa Serrano.
Constituirán la empresa mixta y entre ambos se repartirán las inversiones necesarias. Han fijado unos precios para la energía y ahora eliminan una gran parte de ese mínimo de energía que les cobra Iberdrola, con quien tan solo mantendrán el contrato para horario nocturno. "Por la noche te cuenta 500 euros, pero si necesitas agua a partir de las 8 de la mañana te cobran 3.000 euros", relata el presidente de la comunidad, incidiendo en la carestía de la luz. Con esta actuación estiman que tendrán un ahorro de 60-70.000 euros anuales, que apunta vendrán bien para seguir invirtiendo en mantenimiento de la infraestructura.
Sobre este aspecto, Serrano indica que tienen una infraestructura centenaria "que en muchos sitios se pone en valor y que no se puede dejar abandonada", apunta haciendo un llamamiento a la conservación de este patrimonio industrial e hidráulico. Aunque admite que necesitan una ayuda de unos 80.000 o 90.000 euros.
Se trata de la primera infraestructura de elevación de Europa, de 1906. "Seguimos trabajando con esos motores, creo que es algo único que tenemos en Elche, muy importante por el aprovechamiento", apunta Serrano, quien añade que son "el futuro" porque el agua que ellos no elevan va a la bahía de Santa Pola, "cargada de nitratos y pasa lo mismo que en el Mar Menor, somos una solución para aprovechar esa agua para la agricultura y evitar que llegue al mar en esas condiciones".
Actualmente no pasan por un buen momento porque no reciben muchas ayudas y van tirando con lo puesto. Aún notan los estragos de la Dana, y aunque se les ha reparado un canal desde la Generalitat, junto a la cuestión del agua, no es fácil ser agricultor en la zona. “Aparte del abandono de la agricultura, gran parte del riego viene del agua del trasvase que es de mayor calidad”. Su agua la utilizan para cultivos como la alcachofa y para otros con los que se riega a manta. "No hemos podido hacer la modernización de nuestras infraestructuras, necesitaríamos trabajarla para más calidad del agua, pero son etapas que tendríamos que hacer", y admite que es un tema complejo.
Por eso, opina que "vale la pena mantener unas instalaciones viejas, que no son del todo eficientes, pero hacen su papel y que al final el agricultor tiene un agua a un precio asequible sin pagar todas las estafas del tasazo". Opina que ese uso tradicional, en tanto que alternativa, sigue vigente, "porque hace un beneficio medioambiental muy muy importante y tendría que intensificarse su consumo", aunque reconoce que tendrían que invertir en una tecnología que ahora mismo no se pueden permitir.
Actualmente, son 8.156 regantes los regantes de Nuevos Riegos el Progreso, pero el agua la utilizan unos 300, el resto no la explota. "Tenemos capacidad para 32 hectómetros pero no utilizan este agua por la concentración de nitratos de sales minerales", no les renta porque productos como el naranjo o el aguacate no toleran esos niveles de sales. Sí por ejemplo los granados o el cultivo de la alcachofa con el que trabajan, y apunta que los cultivadores de alfalfa, por ejemplo, podrían trabajar con ellos a un precio más asequible. Así pues, de momento la construcción de esta planta es un primer paso de modernización de todo sus sistema de regadío.