POLOP. Un nuevo camping planea sobre la Marina Baixa. En este caso, el conocido como 'glamping', que garantiza mayor confort en la estancia. Se trata del proyecto, pendiente de autorización, del promotor Glamp in Polop SL con sede en Madrid. Para ello, la empresa ha solicitado la Declaración de Interés Comunitario (DIC) a la Conselleria de Medio Ambiente, Infraestructuras y Territorio con la finalidad de que les permitan ubicar sus instalaciones en un suelo no urbanizable pero con usos compatibles. Su capacidad está prevista para 223 huéspedes.
El proyecto, firmado en junio de 2024, ya ha sido admitido a trámite por parte del departamento autonómico. Se sitúa en dos parcelas separadas por el Barranco Bacorero, en concreto, las número 103 y 93 del polígono 2 de la partida Bacorero. La suma de las dos superficies, según el levantamiento topográfico, es de 83.097 metros cuadrados, que es la cifra que tienen en cuenta para los cálculos de todas las áreas.
Como se decía, la zona en la que se ubica está en un suelo clasificado como No Urbanizable y clasificado como No Urbanizable Libre Permanente, además cuenta con una franja central establecida como de Protección de Cauces. Sobre esta última, la normativa recoge que está prohibido todo uso que implique edificabilidad, excepto instalaciones técnicas. De este modo, la solicitud remarca que el proyecto no contempla edificaciones en la zona. En este sentido, reseñan que 1.591,7 metros cuadrados quedarán en estado natural.
Estas dos parcelas en las que se proyecta el alojamiento están afectadas por peligrosidad geomorfológica de tipo abanico torrencial que abarca la zona central y este del municipio. Así lo recoge el Plan de Acción Territorial de carácter sectorial sobre prevención del Riesgo de Inundación en la Comunitat Valenciana, conocido comúnmente como Patricova. Sin embargo, los redactores del proyecto mencionan que se trata de un estudio susceptible de ser modificado mediante estudios de inundabilidad "más precisos" y siguiendo la normativa.
Es por esto que han elaborado su propio documento para analizarlo en "alto grado de detalle" y conocer el riesgo de inundación y eliminarlo. De este modo, determina que en una parcela se producen escorrentías superficiales de calados inferiores a cinco centímetros y cuyo origen es el desbordamiento del cauce que separa ambos suelos. Aunque consideran que son "calados pocos significativos", optan por incorporar una "medida correctora que permita captar, conducir y evacuar estos caudales hacia el cauce".
Para ello, proponen la creación de un canal junto al linde suroeste de la parcela mencionada para reconducir las aguas sin generar un incremento "significativo del riesgo de inundación aguas abajo ni generando afecciones a terceros", dice el proyecto. Calculan que el aumento será inferior a 30 centímetros. Con ello, afirman que cumplirían con las prescripciones del Reglamento de Dominio Público Hidráulico y con la normativa de Patricova.
La promotora explica el motivo por el que han optado por esta ubicación afirmando que no tienen afecciones territoriales y ambientales, especies de fauna o flora ligadas a los espacios protegidos y que estén catalogadas como “en peligro de extinción”, “sensible a la alteración de su hábitat” o “vulnerable”. Tampoco suponen una fragmentación de hábitats de interés comunitario o un obstáculo para el desarrollo de proyectos de gestión forestal aprobados, ni está incluido en la infraestructura verde del municipio. Y al mismo tiempo, está próximo a espacios protegidos de interés para el turismo al que se dirigen.
Según relata la promotora, será una actividad "respetuosa con el medioambiente, siendo ecológicamente sostenible". Sus principales características son las cabañas prefabricadas construidas con materiales naturales y reciclables, realizadas con "estructuras ligeras, sin necesidad de cimentación de hormigón". Esto da la posibilidad de que sean fácilmente removibles para no dejar huella en el terreno, tal y como plantean en el proyecto. Contemplan el uso de la energía solar, la reutilización de aguas grises y almacenamiento de la lluvia, las piscinas tendrán calados "reducidos", cargadores para vehículos eléctricos, etc. Al mismo tiempo, aseguran que "potencian" el empleo de calidad en la zona, "dado que el tipo de clientes de estas instalaciones tienen alto poder adquisitivo y alta sensibilidad ecológica".
Aunque en su fase de desarrollo urbanístico, tras la autorización de la DIC, podrían cambiar algunos detalles, la idea original pasa por la instalación de cabañas prefabricadas, algunas de ellas con terrazas, otras con piscinas privadas o patio particular.
Además, como zonas comunes se plantean varios restaurantes, recepción, piscinas, edificación multiusos, aparcamiento, almacén e instalaciones para el descanso y aseo de los trabajadores. Al margen de las cabañas, también proyectan una plataforma sobre la que se da la posibilidad de acampar de manera ocasional con tiendas de campaña. No obstante, todo está pensado para que una vez termine el plazo de concesión de la DIC, se pueda desmantelar, devolviendo el suelo a su estado original y la restauración paisajística del entorno natural, tal y como figura en esta herramienta autonómica.
Con todo, el proyecto contempla la instalación de 97 cabañas que podrían albergar unas 223 personas, según sus estimaciones de 2,3 personas por unidad alojativa. A su vez, esperan emplear a unos 50 trabajadores en temporada baja, llegando a los 70 en periodo de mayor actividad. La solicitud de la empresa es para 30 años, por un canon de 127.923,17 euros, que se calcula en base a la estimación del coste de la ejecución del proyecto, que asciende a 6.395.755,29 euros.