Nueva etapa para Carlos González

Llevo todo el verano huyendo del calor bajo el aire acondicionado y  me he hecho adicta a la serie El ala oeste de la Casa Blanca, lo que me lleva a consultar y leer compulsivamente sobre lo que veo en la ficción y me temo que les voy a dar mucho la lata con la política americana en esta nuevo curso. Hay dos cuestiones que me han quedado muy claras de la serie casi desde la primera temporada, es imposible contentar a todos  y los presidentes de Estados Unidos, (salvo Trump por razones que todos conocen y alguna excepción más), son idealizados y tras su paso por el despacho oval, continúan su vida impregnados de un aura institucional que casi les impide hacer otra cosa que no sea dar conferencias y/o escribir libros, eso sí, ganando muchísimo dinero. Pocos han vuelto a una vida laboral normalizada.

El exalcalde de Elche, Carlos González lleva en una especie de limbo desde el 28 de mayo. Encabezó la lista que resultó más votada pero no le dio para seguir siendo el alcalde, (atentos los que se rasgan las vestiduras con el panorama nacional y “Feijóo lista más votada”,  que aquí dan zascas y con razón por esto). González tampoco es el líder de la oposición lo que no es ninguna una sorpresa y se sabía que, con este escenario, el PSOE ilicitano abriría una nueva etapa o  lo que es lo mismo cerraría la de González. Como hay que hacer las cosas bien, (no es por ti, es por mi), le dieron el cargo de presidente del grupo municipal que es lo mismo que nada pero viste.

El propio exalcalde, que no es tonto, abrió su propia nueva etapa y sabiendo que es una persona de larga distancia, reflexiva y analítica, estoy segura que le ha dado mil vueltas a su presente y su futuro entre carrera y carrera. No lleva música cuando corre y hace muchos kilómetros solo, lo que le permite una comunión entre mente y cuerpo que envidio, lo reconozco. González es un runner lento pero seguro, (otra vez con la envidia), y así, tras 100 días desde las elecciones municipales y mucha reflexión haciendo kilómetros, ha abierto una puerta hacia la vuelta al ejercicio profesional como abogado.

El lunes registró en el ayuntamiento de Elche la petición del cambio en su relación laboral, (como la portavoz de Vox, Aurora Rodil), y renuncia al 100% de su salario como concejal del ayuntamiento y se queda solo, de momento el 75% para empezar una vida nueva. “Tras una profunda reflexión, como consecuencia de los resultados electorales y de no haber podido revalidar el gobierno municipal y la alcaldía pese a haber ganado las elecciones en Elche, he decido retomar el ejercicio como abogado en nuestra ciudad”, escribió en sus redes sociales.

Carlos González no ha hablado ante los medios de comunicación casi desde las elecciones pero se lo pasó muy bien este verano con la que se lió en las redes sociales con los jóvenes ilicitanos que convirtieron en chistes y “memes” el cierre del lugar tradicional del botellón en fiestas. Incluso González compartió algunos como el de la “muerte”, que realmente eran divertidos:

• Hora de irse.
• ¿Fui un buen alcalde?
• No.
• El mejor.

Tik Tok, Tuiter o Equis, Instagram y Facebook nos entretuvieron esos días y a Carlos le pellizcaron el corazón con ese derroche de imaginación que los jóvenes le echaron a la pataleta por el cierre del parque donde se reunían a beber en fiestas.

Carlos González en mi opinión ha sido un buen alcalde de Elche.  Aún es pronto para analizar en profundidad  su paso por la alcaldía estos ocho años, pero me atrevo a adelantar ese titular.

Me daba tranquilidad saber que él estaba al frente de la ciudad durante la pandemia, y creo que en general ha estado a la altura del cargo. Su salida ha sido rara, ganando pero sin gobernar y sin el arrope de su partido.

Si fuera un exPOTUS se dedicaría a dar conferencias, escribir libros y ganar mucho dinero, pero es un exalcalde español y tiene que trabajar algo más para ganarse la vida. Su figura sigue siendo institucional y me chirriaba verlo encajonado, (casi no le caben las piernas), y sin nada que hacer en su nuevo sillón en la oposición en los plenos.

Mejor así. Adelante con la puerta al mundo real o al menos a la realidad de la empresa privada.

 Suerte.