Reportajes

Un cine bajo un manto de estrellas

  • FOTO: KIKE TABERNER

VALÈNCIA. El atardecer, con el cielo ardiente que asoma por detrás de la pantalla, no tiene mucho que envidiarle a la película de Santiago Segura que se proyectará después, por la noche, en el cine de verano de Serra. A esta hora, la gente viene y va por las cuestas infernales del pueblo. Un grupo de adolescentes se reúne alrededor de unos columpios. Las calles están tranquilas. Por alguna ventana se escapa el sonido de uno de esos concursos que se emiten en la televisión antes de los informativos. En la puerta de una de las casas todavía resiste el cartel que anuncia que allí vive, vivía, la Regina de las fiestas. Y, a mitad de una de esas calles, tras una verja digna de una finca de torero, con sus dos iniciales, C y P (Cine Parroquial), está el cine de verano más antiguo de la Comunitat Valenciana.

Leví llega en un Mercedes blanco. Leví Navarro, un empresario de treinta y nueve años, es el responsable de este cine y de unos cuantos más por la mitad este de España. Unos cuantos de verano y otros de todo el año. Aún falta una hora para que empiece Vacaciones de verano y todo está en silencio. Una chica pasa la escoba y un joven termina de colocar las cosas en el ambigú, el bar del cine. Al fondo está la ‘sala’. O el trinquete. Porque la instalación se levantó, con la idea de aportar algo de entretenimiento al pueblo, para que sirviera como zona de proyección y como cancha de juego. Aunque como trinquete, algo deforme, no se usó mucho.

Recibe toda la actualidad
Alicante Plaza

Recibe toda la actualidad de Alicante Plaza en tu correo