VALÈNCIA. El significado de una palabra es el uso que se le da, según el pensamiento de Wittgenstein en su segunda etapa. Los adjetivos calificativos que emplea el lenguaje administrativo y normativo pueden ser una sentencia de por vida para ciertos seres vivos; es decir, organismos sin capacidad jurídica, entre otros, los perros. En este caso, las razas consideradas potencialmente peligrosas: american pit bull terrier, staffordshire bull terrier, american staffodshire terrier, rottweiler, dogo argentino, fila brasileiro, tosa inu y akita inu. En la Comunitat Valenciana, la lista se amplía con el mastín napolitano, el perro de presa canario, el perro de presa mallorquín, el dóberman, el dogo de Burdeos y el bullmastiff. En el inventario también entran perros que son cruce de estas razas entre sí, o con otras.
Pese al debate público y político sobre la redacción y aprobación de la Ley 2/2023, de Protección, Bienestar y Tenencia de animales de compañía y otras medidas de bienestar animal, el resultado del nuevo texto legal sigue acogiéndose a una antigua enmienda, la de 1999 sobre el Régimen Jurídico de la Tenencia de Animales Potencialmente Peligrosos.
La denominación 'perros potencialmente peligrosos' es empleada por legislaciones, como la española, para señalar esas razas de perros que, por sus condiciones físicas —tamaño, fortaleza, tenacidad—, tienen la capacidad de causar daños severos. La mencionada ley, la 50/1999, en su artículo segundo indica que, «con carácter genérico, se consideran animales potencialmente peligrosos todos los que, perteneciendo a la fauna salvaje, siendo utilizados como animales domésticos, o de compañía, con independencia de su agresividad, pertenecen a especies o razas que tengan capacidad de causar la muerte o lesiones a las personas o a otros animales y daños a las cosas. También tendrán la calificación de potencialmente peligrosos, los animales domésticos o de compañía que reglamentariamente se determinen, en particular, los pertenecientes a la especie canina, incluidos dentro de una tipología racial, que por su carácter agresivo, tamaño o potencia de mandíbula tengan capacidad de causar la muerte o lesiones a las personas o a otros animales y daños a las cosas».
«Cada vez que hablamos, algo queda fuera de los nombres. Cada palabra omite la única parte única de aquello que quiere decir. Nombrar es olvidar». Sílvia Pérez Cruz canta que nombrar es imposible que, al hacerlo, limitamos, ocultamos y encasillamos. Quizás el problema no es la clasificación en sí, sino su archivo en un lugar erróneo. Lo que para Jung era la caótica lucha del contenido del inconsciente para encontrar su sitio en la conciencia. El error genera tensiones y cuesta mucho salir de él.
«Micaela, 633 días; Babel, 635; Thor, 889; Dona, 939; Kein, 1.183. Podríamos contar muchas historias más, pero todas serían parecidas. Por si no se intuye, estos son los días que dichos perros llevan en Petjades Trobades. Todos, de situaciones muy diferentes y con contextos totalmente distintos. Pero todos llevan más de un año y medio esperando ser adoptados, que alguien mire más allá y les dé la oportunidad. ¿Casualidad? Pues no lo diríamos, porque a todos los une algo, y es que la sociedad les puso la etiqueta de 'perro potencialmente peligroso'. A todos se les ha dificultado la adopción, a todos se les ha prejuzgado y tratado como criminales. A todos se les ha condenado». Petjades Trobades es una pequeña asociación formada por tres personas, más los voluntarios ocasionales. Pocos efectivos para rescatar, atender, cuidar y educar a las decenas de PPP que se abandonan. Para ellos, nombrar también es imposible.