VALÈNCIA. Viajes, colaboraciones, regalos y miles de seguidores: así se visualiza desde fuera la aparente vida de ensueño de muchos usuarios que se dedican a crear contenido en internet. De hecho, cada vez más personas tratan de hacerse un hueco en la red social del momento para llegar a convertirse en influencers, una profesión emergente que gana peso y protagonismo en la sociedad. Pero ¿cuál es la realidad más allá de la pantalla?
La aplicación nació bajo el nombre de Musically, pero pronto se transformó en TikTok. Nada más entrar, aparece un vídeo. Y otro. Y otro más. Así, un sinfín de contenidos cortos y estímulos que no cesan nunca. No hace falta seguir a nadie, pues el propio algoritmo diseña tu página principal, mostrando aquello que sabe que te puede interesar según tus gustos.