TEULADA MORAIRA. La escultura monumental ‘Gigante de Sal’ de Coderch y Malavia se instala en Teulada Moraira en un acto, organizado por el ayuntamiento del municipio, que ha incluido el acompañamiento musical del grupo de música Jazzmatiks y un espectáculo de pirotecnia en celebración de la inauguración de la pieza. El evento ha tenido lugar este sábado coincidiendo con los días próximos al segundo aniversario de la pandemia, en homenaje al mensaje de la pieza: una oda a la capacidad de renacer de la sociedad tras tragedias como la pandemia.
El alcalde de Teulada Moraira, Raúl Llobel, asistió al estreno de la obra donde destacó: “Es un placer tener el ‘Gigante de sal’ en este lugar tan mágico de Teulada Moraira. Por ello, queremos que lo hagáis vuestro, que sea parte del municipio y que sirva como referencia para seguir adelante en los momentos difíciles”.
Por su parte, los creadores de la pieza, Coderch y Malavia, han agradecido la colaboración del ayuntamiento y el emplazamiento del Gigante en un lugar tan destacado del municipio. “El Gigante nace de nuestro deseo de personificar la fortaleza del ser humano para levantarse tras desgracias colectivas como la que vivimos de forma muy intensa hace ya dos años. Como artistas es emocionante tener una de nuestras esculturas en este espacio tan bello y además hacerlo en unas fechas tan significativas para todos”.
De esta forma, el ‘Gigante de Sal’ llega a su nuevo hogar dentro de la Comunitat Valenciana, junto al Castillo de Moraira y la concurrida playa de la Ampolla, tras estar durante un año en La Marina de València. Los vecinos de Teulada Moraira podrán acercarse a la pieza colocada a ras de suelo para permitir que las personas interactúen con el Gigante y se acerquen al arte escultórico.
El ‘Gigante de Sal’ ha recorrido numerosas ciudades europeas hasta llegar a Teulada Moraira como Munich, Capri, Toulouse o Valencia. El viaje del Gigante ha sido uno de los propósitos de los artistas Coderch y Malavia por sacar el arte de las galerías y museos para contemplarlo desde la calle y acercarlo al público.
Los escultores crearon el Gigante inspirados por el bailarín Fred Herrera y su interpretación de la danza japonesa Butoh, que se remonta a los años posteriores a la Segunda Guerra Mundial, y rememora el renacer de la sociedad tras el bombardeo de Hiroshima. Hoy el Gigante se convierte en un símbolo de la fuerza de la sociedad.
Coderch y Malavia se unieron en este proyecto en común hace solo seis años. En este tiempo han conseguido una proyección internacional que les ha llevado a ser galardonados en dos ocasiones en el International ARC Salon, uno de los concursos de arte más señalados de Estados Unidos. Los artistas han exhibido sus obras alrededor del mundo, destacando galerías como el Sotheby’s de Nueva York, el Context Art Miami o el Museo Europeo de Arte Moderno (MEAM) de Barcelona.
En España, la pareja artística fue premiada con el Premio Reina Sofía de Pintura y Escultura en su 52ª edición por su pieza ‘Hamlet’. Desde su taller en Valencia crean sus obras hiperrealistas inspirándose en el ser humano como centro de su arte. Su trabajo captura la belleza y la contradicción de las personas basándose en la mitología y los problemas que afronta la humanidad como el deterioro del medio ambiente o la falta de igualdad.