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entrevista al alcalde de elda, rubén alfaro

"No es cuestión de ser proteccionistas, pero sí debemos reflexionar y apostar por la industria"

2/08/2020 - 

ELDA. Rubén Alfaro atiende al diario Alicante Plaza para abordar los asuntos locales que conciernen al municipio que lidera desde 2015, en este segundo mandato renovado con mayoría absoluta. El alcalde socialista habla de cómo ha afectado la pandemia a los sectores más vulnerables de Elda, sin olvidar la piedra angular del calzado y los proyectos de futuro de un gobierno local que puede presumir de tener en cero el contador de la deuda municipal, con un remanente, intocable, de momento, de más de 12 millones de euros.

-La pandemia ha removido los cimientos de todos los ayuntamientos durante los primeros siete meses de 2020. ¿Cómo se ha afrontado desde el Consistorio eldense esta crisis?

-Es cierto que ha sido, y acabará siendo, un año duro, y que ha trastocado algunos planes. A nosotros prácticamente nos cogió con la reciente aprobación del presupuesto, y trabajando en las estrategias para la Agenda 2030, enfocada a la movilidad sostenible, el respeto al medio ambiente y las consecuencias del cambio climático. Luego, con programas que, de alguna forma, ya teníamos en la 'lavadora', como el empoderamiento de nuestros mayores y la lucha contra la soledad, identificado como uno de los problemas más grandes del siglo XXI. Nuestra idea es seguir trabajando en esta parte social, y también económica. La pandemia trastocó todo un poco, claro; lo ha frenado, de alguna forma. Después, en la modificación de crédito, hemos movilizado cerca de 1 millón 300 mil euros por el tema de la emergencia social, para ayudar a las personas con mayor vulnerabilidad. Otra de las ayudas potentes han sido las dirigidas a pymes y autonómos, de 700.000 euros, para esas semanas que habían roto un poco esa apertura de comercios, a la vez que dejamos más espacios a las terrazas para garantizar la distancia social. Esta habría sido, por decirlo de alguna manera, la parte más dura de la gestión de la crisis. Ahora ya estamos reflotando y volviendo a reactivar las inversiones, como te decía anteriormente, referentes a la eficiencia energética, el cambio de luminaria LED, etcétera. Estamos reiniciando esa parte que se quedó parada el 13 de marzo.

-¿Qué acciones concretas, de las mencionadas, o no, que no estuviesen contempladas al principio de año, ha tenido que poner en marcha Elda para paliar los daños de la Covid-19?

-Yo creo que principalmente estas dos que te decía: la que tiene que ver con las ayudas de emergencia social, adonde hemos destinado muchos recursos, en primera instancia. También es cierto que incrementamos el convenio de colaboración con Cruz Roja y con Cáritas, 320.320 euros y 54.495, respectivamente, que nos ayudaron en el tema de los alimentos, los frescos, en la pandemia, a la emergencia habitacional, también. Ahora estamos a punto de resolver como avanzaba antes las ayudas de las pymes y los autónomos. Creo que fuimos de los primeros municipios que nos lanzamos a modificar crédito para que fuera posible, aunque es cierto que toda la parte burocrática lleva una ralentización; pero se va a resolver esta semana, la comisión de valoración ya se ha reunido, analizando todas las peticiones para ver si se ajustan a los requisitos de las ayudas.

-¿Qué cambios podemos ver en Elda en lo que llevamos de mandato?

-Hay una cosa que yo siempre destaco, y es el tema de la digitalización. En el primer mandato, nuestro ayuntamiento fue de los primeros en 'tirarse la manta a la cabeza' con la administración electrónica. Y, aunque se vea más como una cuestión interna, es cierto que ha permitido por ejemplo estar más avanzados a la hora de gestionar en la pandemia todo el asunto de los accesos, no solo en el caso del teletrabajo; ha habido momentos estos meses en los que hemos tenido 180 personas trabajando desde su casa perfectamente, en cualquier sentido, desde temas de higienización, de limpieza, a gestiones de mercadillos, o del cementerio. También, de cara al usuario, con la cita previa, la puesta en marcha de una APP municipal, que está funcionando muy bien en la relación del ciudadano con respecto a la información pública. Hemos puesto en marcha, con las herramientas digitalizadoras, y por primera vez en la ciudad, los presupuestos participativos, que siempre era algo que se quedaba en el tintero en anteriores años, por las dificultades de desarrollarlo a nivel presencial. Estoy contento porque el Ayuntamiento de Elda ha ido acompañando a la digitalización y a la sociedad en cuanto al acceso a estos servicios públicos.

-Hablemos ahora de los retos que te marcas de cara al futuro como alcalde de Elda.

-Un poco lo que te he dicho al principio. Yo creo que somos un gobierno local que sí tiene muy presente la Agenda 2030 y los objetivos de la red sostenible, intentando que todos nuestros departamentos estén presentes. El hecho de que haya, por parte de la Asamblea de la ONU, una hoja de ruta para todo el mundo, cada país, nos da la posibilidad de ir introduciendo todas esas metas con objetivos sostenibles. Yo soy muy creyente en esa agenda. Además, hay un trabajo previo con este presupuesto; vamos a intentar que el de 2021 vaya en la misma línea. Estamos a la espera de saber si llega ese acuerdo, por parte de la Federación Española, y nos dejan invertir los remanentes, saber qué ocurre con la regla del techo de gasto. A ver si podemos seguir tal y como estamos trabajando, siendo fundamental para nosotros continuar con el asunto de la protección social, las oportunidades de las personas, no solo a nivel asistencial, y de combatir la vulnerabilidad en algunos barrios más complicados de Elda, sino en las oportunidades a través de la formación, justo acabamos de incorporar nuevos ciclos, una oferta que se incrementará a partir de septiembre, y de la educación pública. Tampoco nos olvidamos de la apuesta por el espacio público; el diseñar una ciudad amable, sostenible, en la que se garantice la accesibilidad universal de las personas. Y, evidentemente, hacer de Elda el motor de la comarca, con una capitalidad comarcal muy clara, tanto a nivel comercial como de ocio, muy tocado con el tema del coronavirus a nivel turístico.

-El Ayuntamiento de Elda tenía prevista la compra de un edificio para convertirlo en auditorio. 

-Estamos en negociaciones con la Asociación de Ópera y Conciertos de Elda, ADOC, para poder adquirirlo desde lo público, a un precio muy simbólico de 80.000 euros. Sería un espacio municipal donde introduciríamos toda la oferta de ocio complementaria al Teatro Castelar, con 600 nuevas plazas, muy cerca además de este último. Aunque esta adquisición sería ya para 2021, y gracias a esta modificación de crédito, respaldada por unanimidad por todos los grupos políticos en el Ayuntamiento de Elda, a quien quiero aprovechar para agradecer que se hayan involucrado de esa manera y con mucha generosidad. La idea es que el auditorio ADOC se quede en el circuito para la ciudad, que es un poco lo más lógico.

-Hablando ahora de la economía. ¿Ha podido volver Elda ya a la normalidad? ¿Han salido la mayoría de las empresas de los ERTE?

-Se ha recuperado a un ritmo mejor del que teníamos previsto en el mes de abril. Hay muchos trabajadores incorporados, apenas quedan algunos en ERTE, en el caso del calzado. Dentro del hecho de que se haya perdido una temporada, y de que sabemos cómo está la economía mundial, soy, en cierto modo, optimista, ya que el sector calzado es muy exportador, dentro pero también, y mucho, fuera de Europa. Y lo que me trasladan los empresarios en este sentido es que estamos mejor de lo que creíamos; parece ser que el mercado asiático se está comportando muy bien, con una buena solidez, tanto China, como Japón, igual que el mercado americano que, evidentemente, había bajado. No hay que olvidar que las marcas del calzado de Elda están enfocadas a la industria del lujo, firmas de renombre internacional, que tienen crisis pero no la notan tanto. Esa clienta, en el caso del zapato de calidad, esa señora sigue consumiéndolos.

-¿Esta crisis podría acelerar cambios? Esto es, que la industria del calzado, que se entendía que estaba con el agua al cuello, dé paso a nuevas oportunidades, nuevos sectores.

-Va a haber cambios y se van a ir adaptando a los tiempos, claro. El salto digital va a ser importante en este sentido para la industria del calzado, sobre todo en lo referente a la venta online, incluso el propio diseño personalizado de la consumidora, que se ha acelerado con la Covid-19. Eso provocará una necesidad de la existencia de pequeñas empresas satélites alrededor de ello en forma de consultoras, formas de asesoría, etcétera, con el consecuente incremento del empleo y, en un futuro, la facilidad en otras industrias. Elda tiene mucha importancia el tema de los aerogeneradores, que nació gracias a la tecnología del calzado; aquí hay un modelo de éxito, por ejemplo. Estamos contentos porque el sector de la fotovoltaica también ha dado un salto en la ciudad, con el crecimiento de la empresa Ampertec Energy como algo a destacar.

-¿Tenéis varios proyectos de fotovoltaica, no?

-Ampertec Energy ha pedido licencia para desarrollar una planta de 25 megavatios de energía solar en el término municipal. También hay otra empresa más interesada en la zona del polígono industrial. Y yo creo que eso complementa a un cierto desarrollo. Aunque no es un tema exclusivo de Elda, la gente aquí en la provincia es muy dinámica y emprendedora, no se para. La ciudad es un ejemplo de Elche, Alicante, Alcoy. Con el protagonismo que tenemos a nivel industrial, quiero ser optimista de cara al futuro, cosa que, en el caso del turismo, más como alicantino, tenemos que ver aún cuál va a ser nuestra recuperación.

-¿Es una oportunidad esta crisis de muchas de las producciones que se hacían fuera vuelvan? La famosa relocalización.

-La crisis ha demostrado que habíamos dejado ir a algunos de los sectores más estratégicos. Los habíamos deslocalizado y nos habíamos quedado aquí sin la importancia de esa industria, ¿no? Yo creo, y aquí comparto opinión con el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, que es imprescindible apostar por la industria. Una sociedad que no tenga un 20% del PIB industrial tiene debilidades, como se ha demostrado ahora. La industria de la Comunitat Valenciana tiene que repensar los planes estratégicos, apoyarlos; si se hace así, irremediablemente, también en el caso del calzado, tiene que haber una cierta relocalización. No es cuestión de hacernos proteccionistas, porque somos una sociedad exportadora, y no tendría ningún sentido, pero sí reformular las partes estratégicas y facilitar que siempre haya unos remanentes por parte de los sectores fuertes que, en una situación como la pandemia, no te tire por la borda toda la fabricación. En el caso del zapato higiénico, por ejemplo, La Rioja ya nos está avanzando, que en seguida han reestructurado todo. Es una filosofía.

-En otro orden de cosas. Elda se caracteriza por la inexistencia de deuda, ¿remanentes, tiene?

-Sí, 12 millones de euros de remanentes acumulados de todos los años anteriores, pero ahora mismo no podemos tocar nada. La deuda es cero: la liquidamos hace dos años y medio. El reto con la Seguridad Social, por otra parte, en este tiempo, al que considero que hemos reaccionado con rapidez, ha venido derivado del Ingreso Mínimo Vital. La gente viene primero a preguntar al ayuntamiento, claro. Esta primera oleada la ha gestionado el Gobierno pero, a partir de ahora, nos toca a nosotros.

-Entre los debates aparte que ha dejado el coronavirus. ¿Alguna infraestructura pendiente de la Generalitat?

-No, con la Generalitat no tenemos ninguna cuestión pendiente. Lo que teníamos más necesidad e interés, el Plan Edificant, cerca de 15 millones de euros de todos los centros de Elda, ya están todos los expedientes introducidos en la 'lavadora burocrática', que lleva sus tiempos. Sí desde el Gobierno central está el asunto de la A-31, desde Monforte hasta Villena, que ahora ha salido del debate, aunque sí iniciamos antes de la Covid-19, conversaciones acerca del nodo logístico con sectores privados, localizada en los alrededores de la estación Monóvar-Pinoso, creando una fuerte área de influencia.

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