VALÈNCIA. "No se corresponde las solicitudes de patentes europeas con la potencia de la economía española o valenciana". Así lo cree Luis Berenguer, portavoz y Director de Comunicación de la Oficina Europea de Patentes, que este mes de julio traerá a València el Premio al Inventor Europeo, cuya gala se celebrará en el Palau de les Comunicacions.
Con sede en Múnich, esta oficina que registra las patentes de todos los países miembros de la Unión trae a España por segunda vez un galardón que en anteriores ediciones ha premiado a la investigadora que desarrolló un exoesqueleto para que los niños en silla de ruedas pudieran caminar, o a la considerada "madre" de las vacunas de ARN mensajero contra el Covid.
En 2022, se solicitaron 1.925 patentes procedentes de España, 144 de la Comunitat Valenciana, que fue la cuarta que más solicitudes presentó, por detrás de Cataluña, Madrid y el País Vasco y, en términos locales, València es la cuarta ciudad de España que más patentes registró el año pasado, con 56, empatada con Seriguren (Navarra) y por detrás de Madrid (280), Barcelona (272 ) y Zaragoza (70).
- ¿Por qué Valencia para albergar su Premio al Inventor Europeo?
- Son varios los motivos. Ya pusimos el foco en València para acoger en el año 2021 este premio que celebra la décimo séptima edición. Sin embargo, en 2020 no pudimos celebrarlo por la covid, en 2021 todavía no estaba del todo resuelto y lo celebramos en nuestra sede en Múnich y lo mismo ocurrió en 2022. Una vez que hemos vuelto a poder ir a las distintas ciudades o capitales europeas que tienen un vínculo con la innovación, se eligió València en cumplimiento de un acuerdo que ya se había alcanzado con la Generalitat Valenciana en 2020.
¿Y por qué València? Porque es la capital de una comunidad autónoma con un gran potencial en materia de innovación, con un gran potencial en desarrollo científico y tecnológico, una industria y una sociedad muy dinámica que conoce y protege la propiedad intelectual e industrial. Tiene un entorno industrial y económico cada vez más interesante y más acorde con el perfil de sociedad y región moderna que protege sus activos y que invierte en innovación, ciencia y desarrollo. Nos pareció perfecta desde la perspectiva de España.
- ¿Cuál es el pulso de la cultura de las patentes en Valencia?
- Cuando decimos que hay potencial es porque todavía hay que mejorar. Tanto a nivel español como a nivel valenciano, todavía hay mucho que hacer. Los datos demuestran que no se corresponden las solicitudes de patentes europeas con la potencia de la economía española o valenciana. Por eso, queremos también utilizar este evento para concienciar a los valencianos y a los españoles y europeos de la importancia de proteger las innovaciones, los inventos y los desarrollos científicos.
España es la décima en cuanto a la solicitud de patentes europeas dentro de la Unión Europea, la decimoséptima mundial y, dentro de España, València está después de Cataluña y Madrid, donde se centran el mayor número de solicitudes de patentes europeas. València está situada, pero tiene potencial todavía para crecer.
- ¿Qué tipo de propuestas se han presentado a estos premios?
- Para los finalistas de estos premios, que se anunciaron el pasado martes, hay un elemento muy importante que demuestra cuál ha sido la selección del jurado internacional independiente. El año pasado vimos cómo los desarrollos médicos vinculados a biotecnología y biomédico y aspectos sanitarios estaban muy presentes por razón de la pandemia. Y este año estamos viendo cómo el elemento sostenible, verde y energías limpias es de los más llamativos e importantes.
Todos los inventos que están en el listado son los que están demostrando cómo se está construyendo el futuro. Un futuro más limpio, más sostenible, mejor conectado. Hay inventos relacionados con la comunicación online, como internet a alta velocidad a través de luces led o incluso unos implantes cerebrales para conectarse con internet y otros mecanismos. Pero muchos tienen el componente de sostenibilidad. De contar cuál es el mundo del futuro. También están los inventores franceses que están desarrollando la producción de insectos para alimentación humana y de animales, ganado y fertilizantes. Todos demuestran cómo será el mundo que vamos a vivir en el futuro.
- ¿Definen las patentes la economía de una sociedad?
- Claramente. Cuando ves el número de patentes o los sectores en los que están registradas, notas qué sector industrial o tecnológico es más potente en una determinada región. En el caso de la Comunitat Valenciana, hay una gran investigación e inversión en temas sanitarios y farmacéuticos. De hecho, las universidades, tanto la Politècnica, como la de València o Alicante tienen solicitudes en esta dirección. Incluso el Hospital La Fe aparece entre las principales solicitantes de patentes valencianas.
En España y en la Comunitat Valenciana, los principales demandantes de patentes son institutos de investigación públicos o universidades públicas. En otros países como Alemania, son más empresas privadas. Pero esto es una característica que no es ni buena ni mala, sino un hecho. La investigación pública es muy potente en España. El principal solicitante en España es el CSIC y luego esas patentes pasan a la industria privada.
Es un modelo de hacer investigación que no es falta de cultura o algo negativo, sino un modelo diferente. En otras economías hay más tradición de que sean las empresas las que directamente investiguen, y aquí las empresas privadas se alían con los institutos públicos.
- ¿Entienden las empresas el peligro de no patentar?
- Hay potencial para crecer y para eso hacemos, precisamente, este acto. Somos la oficina europea de patentes, de la que España es parte, aunque nuestra sede está en Múnich. No solo registramos patentes europeas, sino que también hacemos acciones como este acto para concienciar a la sociedad empresarial y civil de la importancia que tiene inventar y proteger las inversiones a través de las patentes. Ojalá eventos como éstos no fueran necesario, pero nos permiten divertirnos.
- ¿Están las startups más concienciadas de la propiedad industrial e intelectual?
- A lo largo de este año sacaremos un estudio en la Oficina de Patentes sobre la protección de la propiedad industrial y las pequeñas empresas, pero las startups tienen muy claro que la base para el éxito es tener una sólida estructura de propiedad industrial. Y de ahí que las patentes y las marcas y otros derechos de propiedad industrial sean un elemento esencial.
- ¿Hay novedades que estén por venir en cuanto a las patentes?
- A nivel europeo existe el convenio europeo de patentes, que tiene 50 años. Pero desde luego en Europa hay un nuevo régimen que entrará en vigor el 1 de junio, que es la patente unitaria o de la Unión Europea. Esto significa que, precisamente, se simplifica en el ámbito de la Unión Europea en un territorio que va a ser único. Concretamente, el de los países dentro de Unión Europea que se han acogido a este sistema.
Esto significará que, si hay casos de infracción o copia, con un solo juzgado y un solo idioma se pueden resolver los temas. La patente unitaria nace a partir del uno de junio, sin embargo España no es parte. Por diferentes motivos, el Gobierno español se salió de la negociación de la patente unitaria. Esto no significa que las empresas españolas o valencianas no puedan acogerse, simplemente es que España no es parte del territorio.
- ¿Qué estrategias se podrían aplicar para incrementar las solicitudes de patentes?
- Sin duda, en el caso de la Comunitat Valenciana, el hecho de que hayamos llegado a un acuerdo demuestra la intención de la Generalitat Valenciana de promover la cuestión. Nosotros somos una institución europea, pero coordinar con nosotros como también la Oficina Española de Patentes y Marcas, las labores de concienciación y difusión son esenciales. Además, la investigación pública tiene que seguir teniendo muy en cuenta que las patentes están para salvaguardar y proteger todos los esfuerzos innovadores que se realizan.
- ¿Qué se pierde por no patentar?
- Patentar significa un monopolio de uso. Es la recompensa que obtiene quien ha invertido mucho tiempo en desarrollar una cosa nueva. Es el premio que significa que durante 20 años tú serás el único en utilizar un nuevo producto, una invención, algo que está cambiando el mercado. Pero si no patentas, todos tu esfuerzos pueden ser utilizados por cualquier competidor que se va a beneficiar de tu invento sin haber hecho el esfuerzo investigador ni el esfuerzo en inversión. Es una situación muy injusta.
