Por nada del mundo me gustaría estar el lugar de los dirigentes políticos con el panorama que tenemos. Soy muy consciente de la complejidad de la situación que vivimos y entiendo la dificultad de la toma de decisiones y de coordinación en un escenario de máxima incertidumbre. Pero, de verdad, ¿no es posible hacerlo un poco mejor?
Me refiero al panorama mundial, pero me voy a lo concreto que es lo que veo más cerca, Elche. ¿Qué sentido tiene aplicar medidas de restricción a un municipio cuando es posible en cinco minutos plantarte en otro donde no existen esas medidas?
En Elche no se permiten mesas en restaurantes de más de seis personas. Esta norma, impuesta por Sanitat porque se ha detectado trasmisión comunitaria, busca limitar los contactos a grupos reducidos e ir frenando los contagios. ¿Qué hace la gente? Hay dos opciones, cumplir estrictamente esas normas y entender que la vida social tiene unas limitaciones en estos tiempos o irte a Alicante o Santa Pola, o Crevillent o Aspe o a cualquier otra ciudad a reunirte con 8 o 15 personas. Y tengo bastante claro quienes hacen una cosa y quienes la otra.
Las personas capaces de adaptarse y entender la situación, responsables y que intentan poner de su parte para intentar salir de esta negrura en la que nos encontramos son los que se conforman y asumen que esto es cosa de todos. Son personas con capacidad de frustración y de ver más allá de sus apetencias y sus intereses.
Los que se van a celebrar la comunión de la niña o el cumpleaños del abuelo o la fiesta del Jonathan a la ciudad de al lado son los mismos que si no hay policía, pasan el semáforo en rojo, aparcan donde les viene bien, se ponen la mascarilla lo justo y fuman donde les place.
Las personas no somos perfectas ni planas y la organización de esta sociedad contempla estas situaciones y las contrarresta con concienciación, prevención y sanciones. Pero en el caso de esta pandemia, de esta nueva normalidad o de esta vida que nos ha tocado con el Covid-19, es inexplicable que algunas cuestiones no se solucionen un poco mejor.
Los contagios están en el ámbito social y familiar, no en los bares o en las ciudades concretas. Me da la impresión que nuestros dirigentes establecen medidas y actúan, más por decir que están haciendo algo que por solucionar de verdad los problemas. Algo se me escapa.
La normativa de la conselleria en el punto 14 dice que no puede haber en las instalaciones deportivas con más de 30 personas en su interior incluidos empleados y clientes. Da igual por lo tanto que un gimnasio tenga 400 metros cuadrados o 40. Ayer cerró sus puertas uno de los mas grandes e importantes de Elche y tuvo que enviar a sus trabajadores a ERTE. Otros están abriendo y saltándose las normas a la espera de tener suerte y que la policía no les multe.
Hay centros ocupacionales cerrados y centros como el colegio Virgen de la Luz con personas muy vulnerables, abiertos y la explicación es que uno depende de Bienestar y el otro de Educación. Este es el nivel.
Y por encima de todos estos detalles, que hay casuística para escribir dos libros, la ciudadanía sin saber qué va a pasar mañana y qué normas impondrán aquí y cuales en el pueblo de al lado. Ni siquiera en la misma ciudad la atención sanitaria está coordinada y dependiendo de si eres de un hospital o de otro te hacen PCR o no, hay rastreadores o te atienden de una manera u otra. Todo es incertidumbre en nuestras vidas.
Primero porque peligra nuestra salud por el coronavirus, y además las otras enfermedades tampoco están siendo tratadas salvo contadas excepciones ya que desde el lunes están cancelando pruebas, tratamientos y consultas en Elche. Y segundo, porque la economía está muy resentida pero además sin coordinación, sin previsión y sin tener en cuenta la realidad de cada sector.
Y mientras en Elche los políticos hacen un pleno a propuesta del Partido Popular para manifestar la adhesión al rey que nadie ha cuestionado en la ciudad y en Madrid hacen un paripé de moción de censura en este caso obligados por VOX. Y los otros partidos no están libres de culpa.
Me pregunto por qué Elche ha llegado a ser la primera ciudad con medidas extraordinarias por trasmisión comunitaria si, como ha estado diciendo el alcalde hasta el viernes 16, no estábamos tan mal.
Y luego no quieren desafección de la ciudadanía. De verdad es muy difícil todo esto pero ¿no se puede hacer un poco mejor? ¿No podemos hacerlo mejor?