VALÈNCIA. 2022 será el año en el que, previsiblemente, empiece a implantarse la medida aprobada por la Conselleria de Justicia para recortar el horario nocturno de la hostelería de la costa en la época veraniega. La orden que así lo marca fue aprobada a finales del año pasado y ya está vigente, pero el principal cambio empieza a afectar a partir del mes de junio y hasta octubre.
En 2020, la Secretaría Autonómica de Emergencias -dirigida por José María Ángel- dependiente de la Conselleria impulsó este cambio para que se empezara a aplicar en 2021, como publicó Valencia Plaza, pero la evolución de la pandemia de coronavirus ha hecho que este año sea el primero en el que se vaya a aplicar en toda su plenitud: hasta ahora, los locales de la costa podían abrir hasta las 3:00 de la madrugada en verano, pero este año verán adelantada la hora de cierre a la 1:30 de manera predeterminada.
Se trata, en realidad, de la reversión de unos horarios que se ampliaron hace una década para la hostelería y la restauración de zonas marítimo-terrestres con el objetivo de "reforzar el papel de estos locales", ubicados en primera línea de playa, en la misma playa o en zonas portuarias como La Marina de València.
En su momento, el gobierno del PP aprobó ampliar la apertura de estos establecimientos hasta las 3:00 porque "cumplían un cometido beneficioso en las playas y el litoral valencianos" en una época de grandes eventos como la Copa América o la Volvo Ocean Race en puntos concretos de la costa valenciana. Citas que, subraya, "supusieron la llegada de un gran número de visitantes y realzaron la demanda y el servicio" de estas actividades hosteleras.
La Marina de València
Así lo que se hizo en 2020, y que se empezará a aplicar este año, es delegar en cada ayuntamiento la decisión de mantener los horarios ampliados en los restaurantes y hostelería costeras de su municipio. Y ciertamente se trata de un cambio de paradigma: los ayuntamientos que quieran mantener la apertura hasta las 3:00 de la madrugada en los locales de su costa deberán solicitarlo a la administración autonómica.
En su momento, el Ayuntamiento de València ya anunció que no va a solicitar esta ampliación y recordó que esta medida afecta fundamentalmente a los locales emplazados en La Marina de València, dado que fue la epicentro de la Copa América. "La ampliación horaria fue una norma ad hoc para este tipo de eventos", recuerdaban desde el consistorio, "por lo que no tendría sentido mantenerla, dado que éstos ya no tienen lugar".
La medida no agrada mucho al sector. De hecho, la Confederación Empresarial de Hostelería y Turismo de la Comunitat Valenciana (Conhostur) ya alegó en su momento contra la decisión del gobierno autonómico, y aunque se le ha hecho poco caso, sigue pidiendo clemencia a la Conselleria. "Es el peor momento para hacer cualquier tipo de cambio que afecte a las actividades", explica el secretario general de Conhostur, Rafael Ferrando.
A su juicio, "no es el momento" de hacer este cambio porque "el año 2022 ha de ser el año de la reactivación económica" y "este tipo de medidas no benefician en nada". Así pues, la postura del sector de la hostelería y el turismo respecto a la restricción es que "por ahora se mantenga todo como está y pasemos así 2022", y que si se tiene que aprobar la medida, se retrase al menos un ejercicio, máxime cuando "está en el horizonte la posibilidad de que vuelva la America's Cup.
Foto: EVA MÁÑEZ
Ferrando admite que no es una medida que afecte generalmente al sector, sino a los locales de zonas determinadas, pero aún así subraya que "no beneficia a la recuperación económica" y recuerda que las zonas donde se ubican estos establecimientos, en muchos casos, son zonas especiales donde no hay uso residencial. "Estas instalaciones se adaptan a la realidad existente, a todos nos gusta ir a la playa tanto por el día como por la noche, y eso es beneficioso para el turismo, fomenta el interés turístico", arguye Ferrando.
Asimismo, recuerda que muchos de estos locales tienen terraza: "Después de todo, esto es uno de los principales reclamos de los clientes", señala, para añadir que los locales tienen una actividad "estacional y de temporada" y que la mayoría funciona a pleno rendimiento sólo los meses de verano, frente al resto de locales que "tienen oferta durante todo el año". En esa linea, también sostiene que la medida podría considerarse discriminatoria porque "si un ayuntamiento dice que sí y otro dice que no, podemos tener locales que estén muy cerca y que tengan distinto horario de cierre", algo que a su juicio carece de sentido