No quiero ilusionarme

30/10/2018 - 

ELCHE. La ilusión es el motor de la vida. Cuesta mucho afrontarla sin metas, más o menos ambiciosas. El objetivo del Elche esta temporada es lograr la permanencia, a poder ser, con el menor sufrimiento posible. Su condición de recién ascendido y su bajo presupuesto le condenan a ello. Pero aunque el aficionado franjiverde, por lo general, lo tiene asumido, le sabe a poco. Ilusión escasa.

Considera que su equipo tiene mucho nombre dentro de la categoría y debería aspirar a cotas mayores. Luchar por el ascenso, siendo claros. He de decir que lo comparto, porque el Elche no es el Reus o el Rayo Majadahonda (con todo el respeto). Pero la situación es la que es.

También pasará en otros lugares, pero en Elche se pasa del absoluto pesimismo al alto optimismo, casi sin término medio, en un corto espacio de tiempo. Dice Jorge Valdano que el fútbol es un estado de ánimo. Lo marcan los resultados. Nada más hay que comparar las sensaciones hace dos semanas, tras las goleadas contra Deportivo y Córdoba, y ahora, con las victorias a Málaga y Real Zaragoza.

El seguidor franjiverde ve a su equipo en mitad de la tabla con 14 puntos tras 11 jornadas. A la misma distancia del 'play-off' y el descenso. Y sabe que ha hecho méritos para tener más puntos. Es decir, con una pizca más de efectividad, posiblemente ocuparía zona de promoción. Y eso ilusiona ¿Por qué no ser el tapado? Hay muchos ejemplos en esta bendita Segunda División. Conjuntos de escaso poder económico que dieron la sorpresa. Eibar, Leganés, Huesca…

Pues yo me quiero negar a pensar así. Rechazo ilusionarme de esa manera. No deseo que mi mente eche cuentas como "si ganamos en Cádiz, nos podríamos poner en X posición a X puntos". No. Sólo me centro en una cifra: 36. Los que restan para alcanzar la mágica de los 50, que garantiza la salvación. A partir de ahí, a por todas. Con la ventaja de jugar con mucha menos presión que firmes candidatos al ascenso.

Esperemos que el Elche logre la permanencia cuanto antes. Con esta flecha ascendente, da pie a pensar que lo conseguirá. Pero en el fútbol, lo que un día es blanco al siguiente es negro. La Segunda División A es una competición muy larga, con altibajos. "Dientes de sierra", como dice Pacheta.

En este sentido, los franjiverdes saben que están, en teoría, destinados a sufrir en la zona baja de tabla. Mentalmente, puede suponer una ventaja. Lo sabremos con el desarrollo del curso. De momento, tiramos de tópico: partido a partido sin mirar más allá. #GanarAlCádiz para que falten 33.

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