Necesitamos a Chaves Nogales

El 28 de marzo fue el Día de recuerdo y homenaje a las víctimas de la Guerra Civil y la dictadura en la Comunitat Valenciana. Estuvieron presentes el president de la Comunitat Valenciana, Ximo Puig; el president de Les Corts, Enric Morera; el secretario de Estado para la Memoria Democrática, Fernando Martínez López; un vicepresidente; varios consellers, alcaldes, concejales y quien les escribe. Organizador del acto: la Generalitat Valenciana. Dos conmemoraciones en una, donde desde mi humilde punto de vista tenía que haber habido una sola conmemoración, la principal: el homenaje a las víctimas de la Guerra Civil.

Creo que es conveniente recordar primero la definición de víctima. En Derecho Penal la víctima es la persona física que sufre un daño provocado por un sujeto. Es evidente que cualquiera de nosotros, en cualquier momento y circunstancia, recalco cualquiera de nosotros, puede ser una víctima. Y a las víctimas, no se le debe de tener en consideración su ideología, su raza, su credo. Estas víctimas, en concreto, las de la Guerra Civil fueron por aquello que pensaban y defendían de uno y otro bando.

Nosotros que nos enorgullecemos de nuestra Constitución, que es la de Estado Social y Democrático, donde uno de sus artículos, el artículo 14 concretamente expresa: "Los españoles son iguales ante la Ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social".

Si presumimos de ello y de verdad siguiésemos dicho artículo, el 28 de marzo sería el Día de Recuerdo y Homenaje a las Víctimas de la Guerra Civil , porque como he dicho, las vítimas podemos ser cualquiera, y en una guerra civil, más.

La guerra civil es la peor de las guerras. No hay guerra buena y sus efectos son devastadores en todos los sentidos para la población que la sufre, pero una guerra civil saca lo peor de cada ser humano. Chaves Nogales lo describió perfectamente, su libro A sangre y fuego. Héroes, bestias y mártires de España. Libro que debería ser de referencia para cualquiera que quisiera comprender el ambiente que se llegó a generar durante el conflicto, conviene leerlo para que sepan quien lo escribió, alguien que se puso al servicio de la República y que, hastiado de lo que vio y oyó, quiso dejar claro por escrito que no existió una idea superior por la que morir.

Para terminar, recordareé el primer párrafo de la exposición de motivos de la llamada Ley de Memoria histórica, Ley 52/2007: "El espíritu de reconciliación y concordia, y de respeto al pluralismo y a la defensa pacífica de todas las ideas, que guio la Transición, nos permitió dotarnos de una Constitución, la de 1978, que tradujo jurídicamente esa voluntad de reencuentro de los españoles, articulando un Estado social y democrático de derecho con clara vocación integradora".

Con este párrafo quiero terminar diciendo, que pedir respeto a las víctimas de la Guerra Civil y desligarla de un sistema político no es estar a favor de ese sistema, y menos de las dictaduras, de la franquista o la de Pinochet, etc. Mi condena total y absoluta a ellas, pero también a las otras, las de Pol Pot, la de Ceaucescu, la de Stalin, etc. Aquellas que han querido someter la libertad de pensamiento y movimiento de cada persona sin más. Por eso mi reivindicación. Honremos a nuestros fallecidos, para no olvidar la historia, porque son de todos. Todos son de todos, el combate por la libertad también es de todos, pero sin mezclas.

Antonio Manresa, portavoz del equipo de gobierno del Ayuntamiento de Alicante y concejal de Cultura