Desde los astilleros de Navantia en Galicia han puesto el punto de mira en Cartagena, más concretamente en su plantilla, después de que en la votación del pasado mes de diciembre, en la que se rechazó el preacuerdo del segundo convenio colectivo. El voto negativo de los empleados de la factoría cartagenera fuera determinante para no sacarlo adelante: 737 de los 884 votos emitidos dijeron que no, una mayoría abrumadora.
Ahora, Carlos Díaz, presidente del Comité de Empresa del astillero ferrolano, afirma que se ha producido una “fractura territorial” y añade: “No es justo que la comisión negociadora sea rehén de una situación local”, en referencia a la posición de los empleados del astillero de Cartagena, quienes mantienen una pugna con los dirigentes de Navantia, no solo por el convenio colectivo, sino también por asuntos más particulares, como la externalización de los trabajos o la falta de personal propio, entre otros.
¿Se ha provocado una fractura en el comité intercentros? “El intercentro está tocado, consecuencia de la fractura territorial que se evidenció en las votaciones y, creo que,” explica Díaz en declaraciones al Diario de Ferrol, “también de la ruptura de confianza que produjo”, añade el representante de los trabajadores, quien vuelve a señalar a Cartagena como el origen del problema: "Somos el centro que somos -es el que más plantilla tiene de todo el grupo-, pero tienen que ser otros, los que no avalaron el preacuerdo, los que deben decir qué estrategia seguir o, cuando menos, manifestarse al respecto”, apunta Díaz.
Pero ahí está el quid de la cuestión: no hay más que silencio. Las llamadas no se devuelven y los mensajes de WhatsApp quedan sin respuesta. “No vemos una salida clara”, concluye el presidente del Comité de Empresa de Ferrol.
Recordemos que el pasado mes de diciembre la plantilla de Navantia Cartagena, que está formada por un total de 1073 personas censadas en la factoría de la dársena -de ellos siete desplazados- rechazó de forma mayoritaria la ratifiación o no del convenio colectivo de Navantia para el periodo 2002-2027. El resultado fue decisivo para que la plantilla de todas las factorías, repartidas en Cartagena, Cádiz, San Fernando, Puerto Real y Ferrol, cerró el camino de cualquier tipo de acuerdo con la empresa.
Aunque ya desde el comité de empresa se anunciaba el cariz de la votación, después de haberse hecho un recuento, en el que participaron el 82,39% de los trabajadores, el resultado fue inapelable.
Tras la respuesta obtenida "esperamos que se entienda que este resultado pone de manifiesto el rechazo de los trabajadores y trabajadoras de Navantia Cartagena a un convenio colectivo que no cubre las necesidades y expectativas de la plantilla", indicaban desde el comité de empresa.
Recordemos que el preacuerdo introducía una serie de medidas relativas a todos los colectivos incluidos en el convenio, con un enfoque en la promoción, la política salarial y el modelo de clasificación profesional. El nuevo convenio, según la propia empresa, era capaz de dotar de estabilidad y sentaba las bases "para reforzar la plantilla ante los desafíos que afronta la compañía, con un periodo de alta carga de trabajo en todas sus áreas de negocio: Construcción Naval, Sistemas, Reparaciones y Servicios y Energías Verdes (Navantia Seanergies)".