ELCHE. Después de distintas intervenciones en plenos o ruedas de prensa en las que PSOE y Compromís se han quejado de las intervenciones de Vox, estas semanas atrás con la formación en el candelero por las declaraciones tránsfobas que denunciaron colectivos LGTBIQ+ como Dimove o Teis acerca de las mujeres trans —que no son mujeres—, la oposición ha seguido pulsando sobre ese vector para mantener esa presión e intentar que se les pueda hacer larga la polémica. Aún hay convocada una concentración el próximo 6 de febrero. Lo que también supone o puede suponer una especie de 'patata caliente' para el Partido Popular, socio mayoritario de gobierno, y quien lo sostiene, porque tiene que capear el temporal. Por ahora el alcalde Pablo Ruz, en quien focalizan, evita mojarse directamente y salir por la tangente. De ahí que primero amparara las palabras de Rodil en la libertad de expresión, y después, que el partido vetara la comparecencia en el pleno, tras la cual el PSOE ha agotado las vías para abordar la polémica con un pleno extraordinario. Sorteado una vez más sin entrar en el fondo.
En este sentido, en el PP son conscientes que las declaraciones de sus socios, a veces incendiarias o de brocha gorda, les pueden poner en un aprieto. Samuel Ruiz decía con orgullo este martes que ellos son "los únicos que llaman a las cosas por su nombre", decía sin ir más lejos en el debate sobre el yihadismo, vinculando una vez más migración y delincuencia. "Si quieren que entren más ilegales, se los pueden llevar ustedes a Bruselas".
Lo que el PSOE les recordaba de nuevo que en junio el PP aprobó una moción de Vox sobre migración y delincuencia. Dejándose arrastrar por el ideario de la extrema derecha, aunque sea por seguidismo (con lo que en el pleno del lunes, Celia Lastra salió al paso para intentar despejar dudas y mostrar su apoyo a la cooperación y la integración). Sin embargo, esos votos quedan registrados y son utilizados por el adversario político. En este caso PSOE y Compromís, que seguirán tirando de ese vector, de igual forma que PP y Vox lo harán con el voto en contra de los socialistas en el pleno de yihadismo. Del que ni explicaron el por qué del voto, aunque se entiende que por rechazar sus enmiendas a la moción, lo que les pasará factura porque se utilizará contra ellos.
Aprovechando la polémica trans y que no haya condenas nítidas
Así pues, ambos bloques juegan al gato y al ratón, en un bucle que no parará hasta final del mandato, ambos estirando las contradicciones del otro, y que en el caso de la bancada progresista, intenta estirar al máximo con la cuestión trans de Rodil, cuyo veto del PP a que interviniera en el pleno ordinario les dio más munición. Eso sí, al PP por ahora, no parece pasarle factura, al menos aparentemente, en esta cuestión. Como han hecho en otras ocasiones en los plenos, cuando no les interesa no intervienen, y por ahora están despachando el asunto de la transfobia con generalidades y yéndose por la tangente a pesar de las contradicciones que le volvían a decir de las pegatinas homófobas contra el alcalde; unas condenadas, esto no.
A veces, como hacen de vez en cuando, y así fue hace unos días, Ruz recuerda: "Somos partidos diferentes". Las intervenciones y salidas de tono de Vox no agradan en todas las filas populares, algo que se comenta en los mentideros del Ayuntamiento, pero prietas las filas porque son coalición. Como también había diferencias con PSOE y Compromís. Aunque no en cuestiones de este calado. Hasta qué punto o si en algún momento dejará al PP de compensar o de poder aguantarse, es uno de los asuntos que se irán viendo. A este respecto, le inquiría Esther Díez al alcalde, presionando, "si es que no llega ya algunos de sus discursos (de Vox) integrados".
Dos plenos para dividir el foco
Otra estrategia, y por ello le criticaban también los socialistas, era mismamente la de un debate extraordinario seguido del otro. Según el PSOE, "tapar" el trans cual cortina de humo. Hasta ahora, lo que sí se había visto era la de poner algún extraordinario después del ordinario; pero no dos extraordinarios seguidos. Algo que puede repercutir en que el asunto trans, mollar estas semanas, tenga menos visibilidad. Como lo había sido alejar de los focos a Rodil unos días, por si acaso. Aunque en Vox no ocultan que tampoco les molesta estar en el foco, y así mismo lo dijo la propia Rodil para dar su versión de las polémicas declaraciones. Ellos mismos son los primeros interesados en poner su debate en el centro, ahora importando la jerga trumpista de la cruzada contra lo woke, como hacían también en el debate del yihadismo, y el enfoque de hablar sin tapujos, mezclando el asunto con la inmigración ilegal, sin discernir las condiciones o motivos de la migración, o si los jóvenes implicados en el intento de atentado por qué estarían redicalizados o si siquiera existió en su caso una entrada ilegal.
Colectivos contradicen las palabras de Ruz
Grietas en las que intentan colarse PSOE y Compromís ante un PP que por ahora justifica de una forma u otra las polémicas de sus compañeros de gobierno o evita entrar en más charcos. Aunque no siempre surta efecto. De hecho, según las entidades LGTBIQ+ con las que se reunió el alcalde y la edil Celia Lastra este lunes, que no es cierto que no supieran decirle "ni un solo retroceso en materia de derechos". Según explican, "empezando porque recibir ataques desde la institución ya lo consideramos una pérdida de derechos", y que "los derechos no son solo el papel, también se pierden cuando no se ejercen y se atacan", indican desde Dimove. Y que se ha perdido visibilidad en cuanto a la bandera, a concejalía con nombre propio, partida propia…
O que consta que hay "orden directa" de no salir en las redes sociales del Ayuntamiento. Y desde Teis denuncian que público de Vox en el pleno les gritó "fuera degerados" cuando salían con la bandera del pleno. Así pues, un relato muy variable depenfiendo de quién lo defienda, y un escenario cada vez más tenso.