ALICANTE. Muy consciente del club donde está y de la delicada situación que atraviesa, empezando por su primer equipo. Así se mostraba Jesús Muñoz, el nuevo técnico del Hércules en el transcurso de su rueda de prensa de presentación.
El preparador conquense comparecía ante los medios después de dirigir su primera sesión de entrenamiento de un equipo que cerraba la jornada cinco como vicecolista del grupo III de Segunda División B con solo un punto y que acumula cuatro derrotas consecutivas; la última, al encajada el domingo ante el Orihuela por 1-3 en un estadio José Rico Pérez desde cuyo palco tuvo la oportunidad de seguir el choque junto al director deportivo, Javier Portillo, y el adjunto de este, Santos Olmo.
"Racha negativa"
El del domingo no era el primer partido del Hércules al que asistía esta temporada, como él mismo reconocía que, por ejemplo, ya estuvo en el duelo ante el Sabadell que también finalizó con victoria visitante (0-2). Eso sí, sus sensaciones tras el mismo aseguraba que habían sido las mismas que después del choque con el Orihuela, en el que decía haber visto a un equipo que "reaccionó muy bien a partir del primer gol en contra", aunque "cuando estás metido en una racha negativa cualquier contratiempo pesa mucho, lo que unido a tener varias oportunidades y no transformarlas en la segunda mitad" había terminado por convertir en estériles todos los esfuerzos de sus ya pupilos.
"Me veo más que capacitado"
Muñoz, que arrancaba su comparecencia dando las gracias al club por confiar en él, decía "estar muy ilusionado", al tiempo que "apelaba a la unión y esfuerzo de todos para sacar adelante el proyecto": "Este es un club con una solera e historia más grande de lo que refleja la situación actual (...) la confianza que me demuestra (Portillo) me motiva mucho defender este escudo y es cierto que es mi primera experiencia como primer entrenador, pero me veo más que capacitado, llevo muchos años ya en un vestuario profesional, más de 25 y sé lo que se respira, lo que siente un jugador".
Destaca la predisposición de la plantilla
Aseguraba que han "de corregir conceptos, detalles", pero se mostraba esperanzado de conseguirlo ya que decía haberse encontrado un grupo "con una predisposición espectacular al trabajo", lo que a su juicio constituye "la única forma de salir": "Trabajando más duro y con exigencia, intentando mejorar cada día, con esa predisposición vengo y sé que al final nos van a medir a todos por lo mismo", insistía este técnico de 43 años con más de 25 años de experiencia en vestuarios profesionales, si tenemos presente también su trayectoria como futbolista y que decía identificarse "con la idea de equipo de Paco Jémez", del que fue segundo en el Rayo y el Granada, y gustarle que sus equipos "sean agresivos, dominadores dentro de sus posibilidades, pero teniendo la posesión".
"Trabajo y exigencia"
"A partir de hoy empieza una nueva etapa; si seguimos esas pautas, las del trabajo y la exigencia, con los mimbres que tenemos le daremos la vuelta a esta situación", señalaba el nuevo entrenador blanquiazul que creía que el problema del equipo no era solo físico o solo mental: "Yo creo que todo va de la mano; cuando pierdes lo primero es cambiar la mentalidad (...) anoche ya tuve una primera toma de contacto con todos, hoy les he mirado a la cara, ellos han hablado también", decía Muñoz que insistía en la actitud positiva de la que el grupo ya había hecho gala en esas horas.
El conquense abogaba por ir partido a partido, "por obviar el objetivo de 'play-off' o de ascenso y no vender otro que no sea el ganar el siguiente partido": "Nuestro objetivo es ir a ganar a Llagostera, eso es lo único que voy a vender, no quiero que nadie se distraiga con otro tipo de objetivos", insistía Muñoz que restaba importancia a las especiales características del terreno de juego donde habrá de disputar el sábado ese partido al apuntar que le daba igual el campo y que hay que "ir con mentalidad de ganar, de competir desde el minuto uno al 90 (...) adaptarse al césped artificial, al bote del balón, de la grada".
Sintonía con Portillo
"Las victorias ayudan, pero al jugador se le da confianza en el día a día y con los hechos, de manera natural; yo se la doy al que lo merezca, el fallo está permitido, pero el querer y el esfuerzo es obligatorio", señalaba también un Muñoz cuya sintonía con Portillo y José Vegar ya dejaba claro que es máxima: "Hablamos el mismo idioma", decía respecto al director deportivo, al tiempo que definía como "una relación personal muy buena" la que le une al que será su segundo, del que decía que le daba "información de primera mano".
Clima de descontento
En cuanto a los cánticos del público de los que pudo ser testigo en el encuentro frente al Orihuela, Muñoz decía que el comportamiento de la afición "fue magnífico, más allá de que en esta situación nadie puede estar contento". El nuevo preparador aseguraba haber percibido que "a poco que daba el equipo la grada animaba".