ALICANTE. "Gracias por estar aquí", solía decir a su público, antes de cada actuación, el cantante alicantino Alfonso Peña. La costumbre le llevó a pronunciar esa misma frase en una ocasión que era un tanto particular. Cantaba en la cárcel de Foncalent y quienes le escuchaban preferirían haberlo hecho desde otro lugar, así que lo que consiguió fue una carcajada generalizada de los presos. La anécdota le ha servido al periodista y escritor José María Esteban para ponerle título al libro que acaba de publicar: Gracias por estar aquí: Historias de la movida alicantina. Un trabajo que se hace realidad diez años después de haberse iniciado. Publicación que se presentará al público este jueves, a las 20 horas, en la sala Clan Cabaret, uno de los establecimientos emblemáticos de esa 'movida' alicantina.
José María Esteban se encontraba convaleciente tras superar un cáncer cuando varios artistas le trataban de convencer para que escribiera el libro. Lo consiguieron, aunque no sin alguna dificultad por el camino. Y es que el autor llegó a perder el borrador en hasta cuatro ocasiones. "A la quinta ha sido la vencida", afirmaba este lunes en la presentación a los medios de comunicación. Un proceso de redacción en el que también ha reformulado su estructura en varias ocasiones, pasando de los cuarenta capítulos que había pensado inicialmente a los treinta y seis de ahora.
En ellos habla de artistas fallecidos, de locales míticos (algunos ya desaparecidos) y también de músicos y grupos que siguen en activo. Pero ahora, una vez finalizado, asegura echar de menos un espacio dedicado a los estudios de grabación. "No es que haya habido muchos, pero los que ha habido le han dado mucha vida a Alicante", afirma el escritor. Lo que sí incluye es un prólogo del cantante Manolo García y unas palabras previas del propio autor donde plantea el punto de partida: la 'movida' en una de sus ciudades favoritas.
Él no es alicantino, pero como si lo fuera. Llegó por primera vez a la ciudad en 1984 y decidió quedarse en ella en 1988. "Me gustó e hice buenos amigos", recuerda. En esos momentos salía huyendo de las obras de la Barcelona previa a la celebración de los Juegos Olímpicos del 92, con la intención de regresar tras ellos. Sin embargo, ese momento nunca llegó. "Cuando uno viene a Alicante, se queda", sentencia. Así que conoció muy de cerca la etapa de los ochenta y los noventa en la ciudad. La parte que más le ocupa en el libro.
"Es peligroso trabajar contigo, porque todos los músicos que lo hacen se acaban muriendo", le dijeron una vez. Frase que le sirvió para reflexionar sobre aquello y que le motivó a escribir sobre amigos músicos que ya habían muerto. "Gato Pérez, Carlos Cano, etcétera", recuerda José María Esteban. Así que empezó con el alicantino Guillermo Rodríguez Soler y siguió con otros muchos, dando forma a uno de los capítulos de este libro.
No le costó demasiado continuar con el resto del contenido. Y es que se declara coleccionista de agendas, así que allí pudo encontrar todos los datos que necesitaba para contactar con infinidad de personas y entidades que le han ayudado a construir este proyecto. "Mis agendas son mis memorias", afirma. Con todo, el libro trata de plasmar la calidad que, en su opinión, caracterizaba y diferenciaba a la 'movida' alicantina de la madrileña. "Gran nivel pero un poco dejados", explica el autor.
El libro ha sido editado por el Instituto Alicantino de Cultura Juan Gil-Albert, con la colaboración de Aguas de Alicante y del vicerrectorado de Cultura de la Universidad de Alicante (UA). "Es un trabajo de investigación que va mucho más allá de la crónica periodística; esto es un estudio que ayuda a entender la ciudad de los ochenta y los noventa con sus movimientos sociales", afirma Martín Sanz, responsable de Relaciones Institucionales de Hidraqua y Aguas de Alicante.
"Era un tema pendiente para la ciudad", destacó Carles Cortés, vicerrector de Cultura, Deporte y Lenguas de la UA. "Algo que interesará a la sociedad en general", a quien también se ha convocado este jueves, 17 de octubre, en la Sala Clan Cabaret, para celebrar una fiesta en la que revivir los años dulces de esa 'movida' alicantina que tanta nostalgia despierta.