ELCHE. La Consellera de Agricultura, Desarrollo Rural, Emergencia Climática y Transición Ecológica, Mireia Mollà, fue la invitada de la tertulia de abril de la plataforma cívica independiente Elche Piensa, celebrada el viernes en el restaurante La Taula del Milenio.
La visita de Mollà, que acudió acompañada por la Concejala Desarrollo Sostenible, Movilidad Urbana, Tráfico y Medio Ambiente del Ayuntamiento de Elche, Ester Díez, permitió a los asistentes conocer en profundidad el desarrollo de las funciones de la propia consellera, así como el estado concreto de algunos de los proyectos que competen al citado órgano autonómico y que repercuten directamente en nuestra ciudad.
La invitada, comprometida “con la representación de los intereses de Elche y su territorio” y reiterándose como firme defensora de que la transición ecológica sea real y efectiva, puso de manifiesto la importancia de no cesar en la lucha contra el cambio climático, asumiendo esto como un objetivo complicado pero no imposible de alcanzar si se fomenta la conciencia social respecto al tema.
En este sentido, Mireia Mollà aludió a la importancia del desarrollo de acciones locales que contribuyan a transformar la energía y la movilidad, elementos que suponen el 90 por ciento de las emisiones contaminantes del territorio y sobre los que podemos actuar mediante un aprovechamiento de la riqueza de nuestra zona a nivel de recursos y energías renovables y a través del cambio en la concepción de las maneras tradicionales de desplazarnos. Convenciéndonos de nuestro potencial y atendiendo a la necesidad de implicación de la iniciativa privada, según Mollà, “no sólo podemos participar en el cambio, sino liderarlo”.
Durante el almuerzo, hubo tiempo para las reivindicaciones por parte de Elche Piensa en materia de inversiones en pedanías, cuestión que defendió Esther Diez afirmando que muchas de las peticiones no son competencia del Ayuntamiento y las actuaciones no son posibles; el fomento de la economía circular, de vital importancia según Mollà en una zona como la nuestra, que debería “ser más productiva y menos dependiente” y que lleva años de retraso en lo referido a la educación ambiental, a la conciencia del reciclaje y la reducción del porcentaje de residuo doméstico en vertedero; la creación de infraestructuras que vertebren el territorio y la propia ciudad para que la movilidad sostenible sea factible, ante lo que Díez comentó que “debemos ser ambiciosos, asumir retos e implicarnos como sociedad civil en el uso de formas de transporte alternativas y sostenibles que repercutan en la mejora de nuestra salud y bienestar”, todo ello “siendo realistas y aprovechando las infraestructuras ya existentes, con sus correspondientes mejoras”.
Respecto al no menos polémico tema del suministro de agua para los regantes, Mireia Mollà explicó que no hay lugar para la discusión respecto a los caudales ecológicos del Plan Hidrológico del Tajo, pues estos deben contemplarse como así ha sido en todos los planes, y que “no hay que entrar en la guerra del agua, pero sí negociar para que el reparto sea justo”, apelando a la necesidad de que el ministerio competente se esfuerce por conocer la situación real del tema y tenga en cuenta todas las negociaciones.
