ALICANTE. Debió ser por 2001 cuando me quedé petrificado delante del televisor con la aparición de unos tipos vestidos de mineros que cantaban en alemán. Rammstein irrumpían en mi vida como un caballo desbocado, destrozando todo a su paso. Las letras, incompresibles para mí, el fuego y ese metal industrial que congelaba el ambiente. Para hablar de Mind Driller todos los periodistas ponemos el foco en los germanos, pero el sexteto alicantino ha sabido crear un sonido personal, dentro del metal industrial por supuesto. Su tercer plástico, Involution (2019), destila cierta oscuridad y fogonazos de auténtica inspiración. Hablo con Javix, guitarra de éste combo que navega casi en solitario en España, país poco dado a los sonidos más metalizados.
En 2012 la banda editó su debut, Red Industrial, autoproducido pero masterizado en Alemania, cuna del sonido industrial, por Alexandre Krull. Luego de eso, llegó un disco, Zirkus, con el que pudieron actuar en Alemania, en el Festival Rock Am Stück de Fritzlar. En 2019 han sacado su tercer retoño. Muchos años para afianzar una personalidad. “Pienso que el cambio más reseñable es que ahora actuamos más como banda que antes, aparte de mostrar más madurez y tener las cosas bastantes más claras de lo que queremos”, comenta. “También tenemos un batería diferente a cuando empezamos con Red Industrial”, apunta.
Por desgracia en España no existe tradición de bandas de metal industrial. Aquí es un género que no se ha colado en los festivales ni en la revistas. El hueco está complicado, pero, ¿a quién le puede caber duda del atractivo que conlleva una banda diferente?. “Más que nada es lo que nos gusta hacer, es un estilo bastante difícil en nuestras fronteras, es verdad, pero alguien tiene que hacerlo”, dice. Y lleva razón, alguien lo tiene que hacer, alguien tiene que entrar en la gruta con el candil para que el resto les siga. “En España tenemos mucha masificación de bandas de otros estilos, que en verdad es lo que gusta, pero nosotros lo que buscamos es hacer lo que nos gusta, lo que nos pide el cuerpo, y disfrutar. Independientemente de si es más fácil o no llegar a más gente, de momento no tenemos queja, va todo genial”, señala Javix, uno de los orgullosos creadores de Involution.
La portada, hoy en día no es necesariamente lo primero que se ve de un nuevo redondo, pero sigue siendo parte del álbum. Y una imagen resumida de las intenciones. En el caso de Involution, nos presenta algo muy aterrador, pero no tan descabellado. “La portada quiere reflejar los dos mundos, uno de avances tecnológicos y de modernidad, de futuro, y otro donde, dentro de ese mundo tan moderno, humanamente vamos en caída libre, involucionando sin parar, porque humanamente estamos en un punto muy feo”, explica el guitarra. La música siempre ha sido una vía de escape y de crítica. “Siempre estamos a tiempo de dar la vuelta a la situación, pero viendo el día a día de todo lo que pasa y ocurre, se hace difícil pensar en positivo”, concluye Javix.
Aparte de la portada, Mind Driller siempre han acompañado a sus directos con ese plus de espectacularidad y puesta en escena como parte de un todo. “La idea de esta gira va ligada a la portada del disco, buscamos una diseñadora que nos plasmó nuestra idea perfectamente: mostrar dos partes distintas, dos mundos”, comenta. El directo es quizás el mejor lugar para disfrutar de cualquier disco, máxime si lleva adherida esta fuerza. “Para nosotros un buen espectáculo y una buena puesta en escena es muy importante para el directo”, señala.
Hace unos días la banda presentaba este trabajo en Alicante, delante de su más fiel público. Tocar en casa siempre me ha parecido lo más difícil, mucho más que tocar delante de cientos de desconocidos. “Fue genial, sala llena prácticamente y muy buena acogida del público y de los medios de comunicación que fueron; estamos muy contentos del comienzo de gira que estamos teniendo”, comenta el ilusionado guitarra.
En Mind Driller rizan el rizo hasta el próximo: componen para tres cantantes en tres idiomas diferentes y siguen vivos. Sus tres voces, Dani, X y Estefania Aledo, tienen la compleja labor de estar en el escenario dándolo todo con tres lenguas. “Es complicado y arriesgado sí, por una parte te da un toque muy dinámico y diferente a lo habitual, pero hay que hacerlo muy bien encajado sino puede quedar masificado o confuso”, reconoce el guitarra. Si ya por el sonido y el vestuario a nadie se le iban a pasar por alto, ya por lo de los tres cantantes los sitúa en otra liga. “Es una seña de identidad de la banda que queremos conservar e ir evolucionando con el paso de los nuevos trabajos”, confirma.
Con tantos conciertos e idiomas, seguro que más de una vez han pasado cosas curiosas. “Tenemos muchas, somos una banda que trata de disfrutar al máximo de cada concierto y viaje que hacemos, no podría quedarme con una”, comenta. “Hemos llegado a pagar peajes con una de las mascaras de los conciertos puesta, hasta olvidarnos cosas del atrezo del directo y tener que improvisar”, recuerda. Lo que está claro después de escuchar el álbum es su extrema calidad, porque si algo hace Mind Driller es no dejarte indiferente con su propuesta musical.