VEGA BAJA. La agricultura, como producción de alimento y bienes de primera necesidad, puede seguir desarrollando su actividad después del decreto ley que establecía el paro de las actividades no esenciales. La comarca de la Vega Baja tiene detenido uno de los principales motores, el turismo y la hostelería, y el otro, la agricultura sigue funcionando pero con ciertos problemas. Los cítricos, uno de los emblemas de la huerta de la comarca está teniendo problemas por la falta de mano obra para su recolección.
Tres factores explican la falta de mano de obra para la recolección de naranjas y limones. Por un lado, en materia de logística. El decreto de estado de alarma establece unos protocolos para el desplazamiento de un lugar a otro. Permite un máximo de dos personas por vehículo -el acompañante debe sentarse en el asiento trasero en el lado opuesto al conductor-, tres en caso de furgonetas, una por línea de asientos. Esto genera dos escenarios. Por un lado, solo pueden acudir al punto de corte del cítrico quienes dispongan de vehículos, o por otro lado, el encargado de la cuadrilla hace múltiples desplazamientos para poder recoger a todos los recolectores de uno en uno. Una alternativa a esta situación es la contratación de un autobús, en el que pueden viajar hasta un tercio de la capacidad. A esto le acompaña, además del desembolso extra de la empresa de cítricos, la dificultad en algunas ocasiones para encontrar una compañía que tenga disponible un autobús si no ha llevado a cabo un ERTE.
Otro de los factores es el miedo. Miedo a contagiarse con el COVID-19, tanto en el desarrollo de la actividad como durante el trayecto. Pero hay otro miedo, uno que solo afecta a una parte de las cuadrillas de recolectores. Son aquellas personas que no cuentan con las disposiciones administrativas en regla. Trabajadoras y trabajadores del campo sin la documentación precisa para el permiso de trabajo, tan utilizados en el campo, temen que los controles de la policía, Guardia Civil o el ejército, que frecuentan las calles para el control de los movimientos, les delate. Al carecer de contrato de trabajo, ante un control policial que exige la argumentación del motivo de desplazamiento, quedan completamente expuestos a una denuncia ante su situación administrativa.
Las Empresas de Trabajo Temporal (ETT) de la comarca que gestionan empleos agrícolas corroboran que "ha bajado mucho la mano de obra, por el miedo y por los problemas con el transporte, y apenas se acerca nadie a solicitar empleo".
Una de las principales empresas de recolección de cítricos en la comarca ha pasado de tener entre 70 y 80 personas a 20. "Aunque dispongamos de las medidas de seguridad y pogamos los medios de transporte, la gente tiene miedo" señalan desde la empresa. "Encima tenemos más pedidos que nunca, de Alemania e Inglaterra" añade. Otra de las principales empresas señala que si "pudiéramos trabjar más, exportaríamos más".
Esta falta de mano de obra motivada por estos tres factores ha provocado una "ralentización de la recolección" señala Raimundo Robles, vicesecretario comarcal de la Unión de Agricultores. "Se está viendo por el campo autobuses, algo que no se había visto nunca" señala.
Esta situación de falta de mano de obra da pie a un escenario contraproducente. Mientras faltan personas para las labores de recolección, la demanda de cítricos para la exportación se ha incrementado un 20%, según indica Robles. "Está habiendo problemas para satisfacer todos los pedidos por falta de mano de obra" añade.
La Unión, en un comunicado, ha advertido que puede suponer falta de abastecimiento en tiendas y supermercados y un encarecimiento de los costes. Al mismo tiempo ha recordado que las tareas de recolección, mayoritariamente, dependen en gran medida de trabajadores temporeros, tanto nacionales como provenientes de países de la Unión Europea como Rumanía, Polonia, pero también de fuera como Marruecos o incluso de Sudamérica en determinadas ocasiones. En este sentido hace referencia al inicio de las campañas del níspero, cereza y fruta de verano del norte de la provincia de Alicante.
Ante esta situación, La Unión ha propuesto, según recoge EFE, la creación, en el seno de la Delegación de Gobierno, de una mesa de seguimiento que analice las necesidades de mano de obra en los sectores esenciales. Solicita que se autorice la compatibilidad del cobro de la prestación de desempleo con el desarrollo de trabajos en sectores esenciales, como el agrario y reclama la prolongación automática de los permisos y contratos para los trabajadores temporeros que actualmente estén en el estado español.
Otra de las reclamaciones es que el Gobierno de España trabaje junto a la Comisión Europea y resto de Estados miembro con la finalidad que las medidas excepcionales que se han implementado para restringir el cruce de las fronteras contemple, bajo supervisión sanitaria, el paso de trabajadores temporeros, recoge la agencia EFE.