la comunitat mantiene operaciones por 600 millones anuales con rusia

Medio centenar de exportadores y 80 millones al año: el 'sacrificio' de Alicante para ayudar a Ucrania

1/03/2022 - 

ALICANTE/VALÈNCIA. Entre los sectores más afectados por la nueva medida de excluir a los bancos rusos del sistema de pagos mundial se cuenta el de la moda y el calzado, uno de los motores de la provincia. Las empresas de Alicante exportan cerca de 70 millones de euros anuales a Rusia, más de 30 de ellos en productos de calzado, mientras importan unos 10 millones de euros al año. Operaciones todas ellas que se complican sobremanera con esta decisión, fruto de una batería de sanciones contra Rusia por la invasión de Ucrania.

Al margen de empresas alicantinas que cuentan con sede en Rusia, la medida (que impedirá trabajar con normalidad con las cuentas bancarias domiciliadas en el país) afecta a medio centenar de empresas alicantinas que exportan hacia o importan desde Rusia. Entre ellas, algunas tan conocidas como la ilicitana Pikolinos, referente del sector calzado, la alcoyana Nirvel, que exporta sus conocidos cosméticos de alta gama, o la alicantina Suavinex, líder en el sector de la puericultura ligera.

Además de muchas empresas del sector calzado, de Elche, Villena, Elda o Petrer, se ven afectadas por la decisión firmas de alfombras de Crevillente, de diseño como la conocida Casa Vigar, de Gata de Gorgos, de mármol, como Roninmar, o de juguetes, como Berjuan. En su doble rol de exportador e importador destaca la villenense Atlántica Agrícola, una de las mayores firmas del sector de los productos para agricultura, que vende y compra tanto químicos como componentes para abonos.

La presidenta de la Asociación Valenciana de Empresas del Calzado (Avecal), Marian Cano, explica que la medida de expulsar a Rusia del Swift ha motivado la reacción inmediata de las empresas del sector. "Las empresas del calzado con clientes rusos están paralizando los envíos de los pedidos ante el riesgo de no poder cobrar. En algunos casos nos consta que han hablado con el cliente para anularlos incluso", señala. 

El problema es que "hay algunas empresas que ya habían enviado el género y no saben si van a poder cobrar, pero las que aún tenían el material en el almacén han suspendido el envío o directamente lo han anulado", explica Cano. "La expulsión de los bancos rusos del sistema de pagos mundial complica mucho la operativa con nuestros clientes en aquel país, pero además hay que tener en cuenta que en un escenario como este el consumo de moda se resiente".

Menos dependencia desde 2014

En toda la Comunitat Valenciana son más de 630 millones de euros los que están en juego en el tablero de las operaciones comerciales de la Comunitat Valenciana con el mercado ruso, un sacrificio que sufrirán sobre todo las firmas de los sectores más expuestos a ese mercado.

Según datos del ICEX a cierre de 2021, las exportaciones valencianas al país ruso supusieron 377,4 millones de euros, con un total de 2.682 operaciones, mientras que las importaciones alcanzaron un valor de 260,3 millones de euros. Además, según Cámara Valenciana son 1.024 las compañías que todavía venden sus productos en el país, mientras que son 580 las firmas que reciben materiales de Rusia.

No obstante, lo cierto es que en los últimos años la dependencia del mercado valenciano con el país había menguado considerablemente como consecuencia del 'veto ruso' a la mayoría de productos europeos y estadounidenses. Y es que cabe recordar que tras la invasión en 2014 de Crimea, EEUU, la UE y otros países aprobaron importantes sanciones contra Rusia, que se han ido prorrogando cada seis meses. Unas penas que llevaron al Kremlin a contraatacar impidiendo la importación de carnes, pescado, crustáceos y otros mariscos, verduras, frutas, frutos secos, leche y los productos lácteos desde EEUU, la Unión Europea, Australia, Canadá y Noruega.

Y esta situación ha llevado a que en los últimos años dos de los principales sectores exportadores valencianos como son el agroalimentario y el cerámico hayan disminuido sus vínculos comerciales con el país. Así, las exportaciones de fruta y verdura han pasado de alcanzar los 100 millones de euros anuales a cero euros, mientras que la cerámica ha reducido sus ventas a la mitad, de 160 millones de euros a unos 70 millones.

Problemas de abastecimiento o subidas de precios

Para Joaquín Maudos, catedrático de Fundamentos del Análisis Económico de la UV, la congelación de los activos internacionales de Rusia por parte de la UE, EE UU, Canadá y Reino Unido impacta en varios frentes. El más evidente e inmediato de ellos es el que tiene que ver con el aprovisionamiento por parte de las empresas de productos procedentes de Rusia, que en el caso de la Comunitat Valenciana son fundamentalmente de combustibles, productos químicos, aluminio y madera. “El bloqueo es total y la sustitución de un proveedor no es inmediata, tal y como acabamos de comprobar con el caso de China con la pandemia de la covid”, explica el experto.

A ello se suma la repercusión de la subida del gas, porque aunque España no tenga una elevada dependencia del gas ruso, las empresas españolas sí sufrirán la subida del precio de la energía de forma colateral e indirecta, añade Maudos.

Alta exposición del sector calzado y cerámico

Las represalias contra el Kremlin también impactarán de forma más inmediata sobre las empresas de la Comunitat Valenciana que tengan una importante cuota de mercado en Rusia y, por lo tanto, dependan mucho de las ventas a este país. Por sectores, los más expuestos son los productos cerámicos y el calzado, cuyas ventas anuales a Rusia superaron el año pasado los 60 y los 28 millones de euros, respectivamente.

Una de las empresas que también sigue de cerca la evolución del conflicto es el gigante cerámico Pamesa, que augura un encarecimiento en el precio del gas y un posible corte de suministro de arcillas de Ucrania. Así lo asegura su presidente Fernando Roig, en declaraciones a Castellón Plaza. "La afección en términos económicos será múltiple. El aumento del precio del gas y posible el corte de suministro de arcillas de Ucrania, que vienen a través del puerto de Castellón, son las consecuencias más importantes. 

"Si el precio de la energía y de las materias primas sube, nosotros debemos trasladar estos incrementos al precio final de nuestros productos de manera obligatoria", advierte, el empresario, que explica que en estos momentos la empresa tiene dos barcos en el mar que les permitiría contar con materia prima, pero desconocen si se cortará el suministro. "Tenemos un stock que si lo alargamos, estaremos hablando de tres a cinco meses", apunta en ese sentido.

En el caso del mueble valenciano, Rusia siempre ha sido un mercado atractivo por sus dimensiones, gustos y capacidad de compra, pero las operaciones con este mercado han perdido lustre en los últimos años a raíz de las sanciones derivadas del deterioro de las relaciones comerciales desde 2014 por el conflicto en Ucrania y la adhesión de Crimea. Según explica a Valencia Plaza el empresario y expresidente de la patronal Fevama, Vicente Folgado, otra de las razones por las que Rusia ha perdido peso como comprador de mueble clásico de lujo es el cierre de muchos de los fabricantes que tenían como clientes a compradores rusos de elevado poder adquisitivo.

La castellonense Blumaq, dedicada a productos de mantenimiento para maquinaria de obras públicas, cuenta con una filial en Rusia que se encontraba en plena expansión, por lo que las sanciones les hacen prever que se paralizará su actividad en la zona. 

"Abrimos la filial en 2014 y, un mes después, Rusia invadió la península de Crimea. Tuvimos que esperar un tiempo, en que se ralentizó su actividad, y después ha tenido un crecimiento muy bueno", explica Vicente Ballester, quien confía en que la actual coyuntura no afecte demasiado a su negocio. "Rusia es un mercado importante para nosotros pero al tener nuestra actividad tan diversificada esperamos que todo esto no nos afecte demasiado", señala al respecto.

Parra: "Se pierde la esperanza de recuperar Rusia"

El impacto de la guerra en Ucrania y de las medidas recién aprobadas por la UE contra Rusia preocupan no solo a los empresarios sino también al Gobierno valenciano, que pone el foco en lo que ya se perdió en 2014, cuando la invasión de Crimea, que los empresarios esperaban recuperar. Según la directora general de Internacionalización de la Generalitat, María Dolores Parra, "donde más se pierde es en la esperanza de recuperar Rusia como mercado, que con esto va a ser mucho más difícil".

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