220 personas muertas, 8 desaparecidos bajo el barro. Hogares arrasados, recuerdos perdidos para siempre, negocios enterrados, sueños lastrados por el lodo. Demasiado dolor, demasiada indignación.
Mientras la gente sigue limpiando el barro de sus hogares, Mazón no quiere que miremos al pasado ni al presente, solo al futuro. Pero lo bien cierto es que el 29 de octubre el tiempo se paró.
Y no es suficiente que cambie a una o dos conselleras, que reparta dinero o lo exija al gobierno central. Nunca lo será porque no hay marcha atrás. Las vergüenzas de su sucia manera de hacer política han quedado en evidencia.
Que llamaba chiringuitos a los organismos que tenían que llevar a cabo la prevención y reacción ante emergencias como las inundaciones, o a la Agencia de lucha contra el cambio climático, para desprestigiar la política de prevención del anterior gobierno.
Que prefiere mentir sobre porqué mantuvo su agenda y donde estaba tantas horas el día 29 y buscó de coartada al presidente de la patronal valenciana antes de reconocer la presunta verdad sobre con quien comió, siquiera por los muertos.
Que, a pesar de no haber atendido la emergencia y siendo ya tarde, demasiado tarde, no permitió que nadie hiciera nada hasta que él llegara y el CECOPI le estaba esperando, como mando político más importante de la Comunidad.
Que a las 13h hizo de promotor de turismo y nos dijo a todos que no nos preocupásemos, como precisamente él hizo, a pesar de tener poblaciones ya inundadas, ¿para qué no se cancelaran las reservas hoteleras del puente? No olvidemos que había puesto como Consellera de Turismo a la máxima responsable de la Asociación Empresarial Hotelera y Turística de la Comunidad Valenciana (HOSBEC), supuestamente cesada por su falta de empatía.
Y la pregunta es ¿cuál es la empatía de Mazón que se burla cuando ya hay poblaciones inundadas de la prevención de la Universidad de Valencia por cancelar las clases el día de alerta roja? ¿Cuál es la empatía de Mazón cuando se va de comida en plena alerta roja mientras el barro ya está invadiendo los hogares de miles de valencianos y con el propio Centro de Emergencias de la Generalitat emitiendo alertas? ¿Cuáles son sus prioridades? Las dejó claras el 29 y en su nefasta comparecencia: él y solo él.
Cualquier persona con un mínimo de conciencia se habría ido ya, para intentar sanar tantas heridas de remordimiento y vergüenza.
Mientras él siga ahí, no podemos avanzar del día 29, porque la alarma sencillamente llegó tarde, demasiado tarde, y aún resuena en nuestras cabezas como una burla del destino.
Debe dimitir, pero con él se tiene que ir esa manera sucia de hacer política, de llamar bulos a las evidencias de sus propias mentiras, de esconderse detrás de miembros de su equipo sin reconocer su propia responsabilidad política, de no pedir perdón ante los gravísimos errores, de buscar la confrontación con el gobierno central para tapar sus vergüenzas y activar las dos Españas en busca del cobijo de los suyos, de estar más preocupado por salvarse él que encontrar a los desparecidos.
Se trata de un político inepto con elevada capacidad de mentir y aspiración de manipular, que ha centrado toda su acción de gobierno en atacar al anterior gobierno autonómico con falsedades, sin construir absolutamente nada, más allá del relato fantasioso anticatalanista que en el fondo persigue el uso del valenciano, junto a la derogación del derecho a la memoria democrática valenciana, y la modificación de la ley para controlar la TV y radio pública y la Agencia Antifraude. Todo ello sin enmiendas, en una sesión plenaria.
Entregó el gobierno a los negacionistas del cambio climático y de la violencia de género en el pacto de la servilleta, seguramente porque él es igual de negacionista, tal y como nos ha demostrado. Caro nos ha costado.
Es uno de esos políticos que hacen daño a la democracia, pero también a nuestras vidas, porque tanto negar el cambio climático como la violencia de género en la gestión de un gobierno sega vidas. En más de dos horas y media de intervención en el pleno de Les Corts no uso el término “cambio climático” y cambió de manera intencionada DANA por riada. Negó las reiteradas alertas de los organismos científicos, se inventó que había escuchado en Apunt algo que no se había dicho, quiso engañar a España entera señalando que llegó tarde al CECOPI porque había tráfico, obviando que hablamos de 24km y fueron unas largas horas.
Mazón necesita embarrar la verdad como embarrados están nuestros pueblos, así que mientras algunos queremos quitar todo ese barro de nuestros hogares y corazones no podemos permitir que al frente de la Generalitat continúe un ser de semejante calaña. La limpieza tiene que llegar ya al Palau de la Generalitat.