ALICANTE. Para escribir un buen thriller el autor debe tener algunas nociones de criminología, derecho y protocolos policiales. Ha de conocer algo el terreno en el que se mueve, sino puede hundirse al narra algo inverosímil o directamente absurdo. José Antonio Corrales sabe bien de lo que habla, es su profesión. Además de escritor, el ilicitano también es policía y eso aporta siempre un plus de veracidad a sus textos.
En su última novela, Matar, Robar y Destruir habla del Asesino de la Maza, un caso de conmocionó a toda una ciudad, donde murió una madre con su hijo a manos del padre, pero con nombres y lugares ficticios. “Para recrear el crimen era necesario conocer bien muchos de los aspectos que luego me ayudarían a la creación de los personajes. Conocía desde el principio una sucesión de hechos que desembocaban en un horrendo crimen, pero era necesario dar voz a todos los actores, dotar de volumen a esos participantes y para ello, tenía que otorgarles una personalidad”, comenta el escritor.
En la construcción de la historia de Matar, Robar y Destruir, la documentación fue mucho más importante que en otras historias que salen directamente de la imaginación. “Fue necesaria una importante labor de documentación a base de revisar muchas de las declaraciones de las personas implicadas en el caso”, comenta Corrales. “Así como acceder a algunas partes del Sumario y quizás lo más importante, de conocer en primera persona muchos de los escenarios que se relatan en la novela e incluso de la oportunidad de asistir a las sesiones del juicio con jurado que se celebró en el año 2007. Todo eso me ayudó a conformar mejor la psicología de los personajes, que es quizás una de las características más relevantes de la novela”.
Aunque por desgracia existen muchos asesinatos, no todos poseen los ingredientes necesarios para transformarse en una novela. En cambio, José Antonio Corrales vio algo en este luctuoso suceso. “En cuanto a la idea para escribirla vino precisamente de la propia historia del crimen. No todos los crímenes son novelables. Muchos de ellos arrancan y se agotan en sí mismos sin mucho interés”, explica. “Pero el crimen de la maza tenía una historia de perversidad mayúscula. Era una historia con muchas implicaciones y que había salpicado a muchas personas, unas como víctimas y otras como figurantes en ese escenario en que el asesino actuó durante aquella noche”.
El autor encontró en el criminal algo que podía funcionar para la trama. “Además, la propia personalidad del asesino, su historia anterior y posterior al crimen, también daban mucho juego a la narración, por eso consideré que esa sucesión de circunstancias que acaecieron en poco más de veinticuatro horas, podía convertirse en una novela”. Esta no era la primera vez que Corrales se ponía delante del teclado para contar una historia, ya lo había hecho en 2019 con Te cambio mi vida, un libro de relatos cortos de género negro. “Con Te cambio mi vida disfruté muchísimo”, afirma el autor. “Es un libro con nueve relatos que gira entorno a un eje común, la muerte. Cada uno de estos relatos es un flash potente que no deja indiferente al que lo lee”, comenta.
Corrales quería que el lector sufriera con las historias, que le marcaran, que sintieran algo en el estómago después de leerlo. “En esos cuentos imprimí mucha potencia para que el lector quedara tocado”, reconoce. “Fue un libro pensado; yo mismo me puse en 'modo lector' y me pregunté cómo me gustaría a mí que fuera un relato de género negro y llegué a la conclusión de que un relato no debe dejar indiferente al lector, y así traté de escribirlos. Este libro, al girar en torno a una temática, tiene algo de experimental y siempre aporta sensaciones para trabajos posteriores”.
El autor ya llevaba tiempo escribiendo, pero fue en 2019 cuando dio el salto; un momento imprescindible para cualquier escritor. “En cuanto a mi experiencia editorial, he de decirte que yo vengo escribiendo desde la adolescencia”, subraya. “De hecho, tengo mucho escrito, tanto poesía como narrativa, pero Ediciones Frutos del Tiempo, me dio la oportunidad de lanzarme al mundo editorial”.
Un primer libro siempre es una extraordinaria carta de presentación. “La experiencia ha sido muy enriquecedora, pues me ha servido tanto para darme a conocer como escritor, como para mantener un contacto con los lectores, que al fin y al cabo, son lo más importante para mí. Te cambio mi vida, además me ha aportado la alegría de haber agotado la primera edición”, apunta el ilicitano.
El Crimen de la Maza ha sido uno de los asesinatos más horrendo acaecido en Elche, algo que ha marcado a la población y que se mantiene en el recuerdo colectivo como una herida. “Si te das cuenta, la novela, prácticamente no tiene ninguna localización reconocible. La palabra Elche no aparece en ninguna de sus páginas y los nombres de los personajes son ficticios”, remarca. “Como se puede deducir de ello, lo primero que me propuse es alejar la novela de toda referencia a la ciudad y alejarla de cualquier estigma por asociación con los sucesos”, apostilla el autor.
La reacción de los lectores ilicitanos era importante para testear la distancia con la que se había logrado escribir el libro. “De hecho muchos lectores de Elche me dijeron que mientras leían la novela no tenían la sensación de que el crimen hubiera tenido lugar en su ciudad. Además, creo que el hecho de que sea una novela y no se parezca a una crónica periodística, mete a lector en la vida de los personajes y en la trama de la historia, y los aleja de los luctuosos hechos que llenaron páginas de periódicos e imágenes de televisión”.
También es cierto que el lector sabe de antemano qué novela va a leer y dónde se ubica la trama. “Creo que los lectores ilicitanos se han podido ver sobrecogidos por mi novela, pero han conseguido desvincularla de aquellos terribles días de abril de 2005”, sentencia.
Es habitual que en este tipo de hechos, los periodistas o escritores opten por un ensayo donde exponen el crimen con poco poco adorno y centrándose en la investigación. Corrales, en cambio, apuesta por novelar la historia. “A mí me apasiona la novela, en general, y en particular la novela negra”, admite. “Cuando escribí, Robar, matar y destruir, nunca pensé en que fuera un ensayo, ni tan siquiera una crónica novelada sobre un crimen. Tenía en mente crear una novela contando con una historia que era una especie de armazón con personajes desnudos y escenarios fríos”. “Una historia a la que tenía que aportar los giros, el lenguaje, la tensión, la voz de los personajes, los matices de la novela negra. Eso es lo que da a la narración ese aspecto del que puede carecer un ensayo periodístico”.
Con todo, el escritor recurre a la voz omnisciente, para que el lector contemple atónito los sucesos y pensamientos desde varias perspectivas. “Por otro lado, la novela como bien dices, estás escrita desde un punto de vista omnisciente. Este punto de vista está muy reflexionado. La novela tiene un personaje principal que lleva todo el protagonismo de la trama y podía haber hablado en primera persona, pero he tratado hacer una novela coral, en donde todos los personajes tuvieran algo que decir, por eso he considerado más adecuado contar con esa voz que, como Dios, está por encima de todos y conoce a todos. Esa voz omnisciente que todo lo sabe”, comenta.
No solo escribe sobre crímenes, sino que también dirige un programa de radio en UMH, Dossier- crimen, donde trata el tema desde su vertiente periodística sin olvidar su bagaje como policía. “La UMH me dio a la oportunidad de dirigir un programa de radio en su emisora y además me dio plena libertad para crearlo”, recuerda. “Soy un apasionado del género negro y de la música de jazz. Ya tenía los ingredientes para crear Dossier Crimen. Un programa en donde hablo de muchos aspectos sobre el mundo del crimen a través de entrevistas con especialistas, y a la vez un magazine en donde doy a conocer la novela negra, el cine negro y todo ello, aderezado con música de jazz. Es un programa de una hora de duración muy variado pero que gira en torno a una misma temática, el género negro”. Mezclar sabiamente las entrevistas a especialistas, la novela negra y buena música le aporta un carácter casi de programa de culto. De esos que ya no se hacen.
“Dirigir este programa de radio, lo primero que me aporta es mucha satisfacción, pues es un programa confeccionado de manera muy artesanal con un guión muy minucioso”, relata. No solo es un programa de entretenimiento, sino que en su vertiente periodística aborda un tema algo olvidado por los medios, como son los sucesos. “Prepararlo es muy gratificante y luego, salir al aire, junto a mi compañera, Carmen Pomares, la psicóloga de cabecera del programa, y hacer realidad aquello que montaste con laboriosidad, da mucha satisfacción, además de ser darme la magnífica oportunidad de conocer a personas muy interesantes, con interesantísimas aportaciones. La verdad es que muchos de los programas en podscat son verdaderas joyas, precisamente por esos especialistas invitados”.
Corrales es un hombre inquieto, y ahora que ha saboreado las mieles de la literatura y su aditiva necesidad sigue lleno de proyectos. “Durante este año he podido terminar dos novelas de pura ficción, que forman parte de una saga protagonizada por un detective privado y su ayudante”, comenta. “Dos novelas con las que me he divertido muchísimo y que en la actualidad están concursando en diversos premios de novela y que espero que, de una manera u otra, pronto salgan a la luz”. Sin embargo, no abandona la novelización de crímenes reales. “Y en estos momentos, me encuentro inmerso en otra novela basada también en un crimen famoso”.
Ha ganado el Premio A Sangre Fría de Novela Negra 2020, “el premio de novela negra “A Sangre Fría” forma parte de un prestigioso concurso de novela a nivel nacional que, además del propio premio, te asegura la distribución del libro por todas las librerías de España, además ponerlo disponible en muchas plataformas de venta por Internet”, comenta. “En sí, ese es el verdadero premio, pues da la oportunidad de que te vayan conociendo en este mundo de la literatura y de que llegues a más lectores, además de abrirte puertas. No en vano, el premio me ha abierto la puerta de participar en la última edición de la Semana Negra de Gijón. Una experiencia increíble para un autor novel”.
Ha de ser emocionante en una primera novela conseguir un premio, sea el que sea, pero más si ese premio te ofrece la oportunidad de llega a más público. “Recibir el premio fue muy gratificante. Cuando te lo comunican te quedas un poco frío, pues eres consciente de que hay autores muy buenos que también participan y nunca piensa que vas a ser tú el ganador”, reconoce. “Pero cuando ves la valoración de los jurados y la justificación en que basaron el fallo para concederte el premio, te das cuenta de que estas personas han sido capaces de captar la esencia de aquello que te propusiste al escribir la novela. Entonces, la satisfacción en mayor, porque es cuando eres consciente de que algo de razón tendrá ese jurado y de que algún mérito tendrá la novela”.
No podemos marcharnos sin hablar de la situación en Alicante de la novela negra, género en alza en medio mundo. “Casi todos los autores de novela negra que conozco o con los que he tenido algún contacto, no suelen ser de Alicante”, afirma. “Son catalanes, asturianos o de otras regiones, pero alicantinos hay pocos. Y digo pocos, porque en Alicante sí tenemos una referencia de primer orden en la novela negra”, recuerda a los lectores. “Me refiero a Mariano Sánchez Soler, un magnífico escritor de novela negra y poeta alicantino del nivel de autores de este género como Juan Madrid, Andréu Martín o Carlos Zanón. Un verdadero maestro, con el cual tengo el honor de compartir conversaciones sobre novela negra, enseñanzas y amistad”.