El andamio de diez plantas de Génova se desploma: el PP es Ciudadanos. La nueva derecha española es ya –tras el skyline de Albert Rivera- Inés Arrimadas. María Teresa salió a comerse un yogur al balcón. Entró en su casa. Polvo. Francesc Sanguino oyó el estruendo terráqueo en su despacho del Teatro Principal. Luis Barcala se salvó. Estaba tomando, apatrullando las calles, un café. Brindó -2 crujidos- por la Patrona del Arma de la Infantería, su estampa y por su vida. Por el santísimo consistorio alicantino y su baraka legionaria. Mariano Rajoy sabe que mañana lunes termina su suerte. Que con el inicio del juicio sumarísimo al PP se inaugura solemnemente una voladura incontrolable: la de su muerte política. Y la de una era. Rebelión de cadáveres y barones del PP en el anillo de cámaras de vigilancia de la M30. Narcoguerra en Filipinas. Dolores De Cospedal monta su propio servicio de inteligencia. Isabel Bonig, ante la inminencia del desastre, convocó a sus apóstoles. Ay, le faltaron 5. Entre ellos, el maestro Zaplana, el Judas neoliberal del saqueo popular. La foto, ante la portada románica de la Seu de València y la basílica -ara per ara, la Mare de Déu de tots els valencians és Mónica Oltra- de la Geperudeta es el testimonio en blanco y negro de que el PP está condenado por la maldición franquista de AP. 30 monedas. Tres negaciones –digo- 3 horas después, el Cardenal Cañizares plúmbeamente hunde al sector cristiano del PPCV al presidir el funeral por la “humilde y sencillez” de Carmen Franco en la Iglesia jesuita San Francisco de Borja, calle Serrano, Madrid. Incienso. Francisco Correa desmonta la boda imperial del Pare Camps. Resucitan para el Santo Entierro Ricky Costa, Alperi, David Serra, Cotino, De Pedro, Carlos Fabra. La única y verdadera era Castedo. O sea, la de Enrique Ortiz, el amo del dinero negro y -el flânneur entre “Esplendores y miserias de las cortesanas” de Honoré de Balzac y “Las Flores del Mal” de Baudelaire- de la cloaca máxima alicantina. Un yate. El spleen del rey emérito Juan Carlos I, una modelo tirada por la borda, la botella de champán, la reina madre se vislumbra en fuera borda de los servicios secretos. Trump bien, gracias. Controla lúcidamente su agenda. Un populismo salvaje supremacista. Al que arrastra a toda la humanidad. Guerra o muerte.
Merkel y Schultz tratan de salvar en lo que fue Europa un sistema compasivo a punto de caer en las garras de derecha extrema. Que aquí, entre nosotros, son un puñado de familias depredadoras. Los reyes –que ya salían en aquel librito “Estructura Económica de España” del Ramón Tamames comunista, sí queridos niños, fue comunista con mando en plaza, del siglo pasado- del casino español cutre, denso y ceniciento. Un aristocrático Monopoly de mesa camilla, carcundia y Moët Chandon. Botella de Anís del Mono de Cassen. Que se expande brillantemente en la hierba del campo de golf de Luis De Guindos, Esperanza Aguirre o Rodrigo Rato. En la que no se siente ya representada la derecha sociológica y ejerciente española. La jet society euskalduna, catalana y valenciana incluida. Un nuevo frente frio va a recorrer la península ibérica. El último tango sin mantequilla. El PP no sobrevivirá a la primera semana de enero de 2018. Felipe VI acude a Davos a defenderse. Rajoy –ante la incomprensión de su propio gabinete y la
menguante cohorte monclovita- se queda en FITUR. Cosas que pasan en países que son unos agujeros de mierda. En los que tenemos –África y Medio Oriente- Bases Militares. A los Garrigues Walker. Y compañía.
Ximo Puig exige el anticipo de nuestros impuestos. No llueve. Sangre. Lágrimas. Los socialistas alicantinos están de congresos para ver si saltan la rotonda de la Diputación de César Sanchez. Manuel Alcaraz, esa bacteria altruista contra el Vaticano Encriptado de la Agencia Antifraude de Joan Llinares. Enric Nomdédeu y Bloc i País, Lindy Hop y mandonguilles d’abaetxo, no saben qué hacer para que Mónica Oltra les de el beso de la muerte.
Me encanta la campaña anti Rita Bohaso. Qué manías. Yo, como buen abajo firmante políticamente correcto, me apunto a un bombardeo, pero estoy cansado ya de ser antitodo, hasta anti Echávarri, anti abadesa de Bonrepós i Mirambell, antipuritano, anti PSánchez -por lo guapo y callado que está- de estar contra el arreglo de puchero de Mercadona y el de lentejas de Consum. Contra Rato, Solbes y Elena Salgado y hasta anti Ángel Franco –en algunas venerables instituciones, redacciones y consejos de administración te hacen un examen antifranquista para entrar en plantilla- y me niego por dignidad –y también para proteger mi nulo patrimonio- repito, me niego a optar entre El País y la TV3. Entre el Conde de Godó, Juan Luis Cebrián y Pedro J. Ramírez. Entre el NYT y la Fox. Y por supuesto me niego a contribuir a la novísima moda alicantina y valenciana de arremeter sin piedad contra SM la Reina Letizia Ortiz y Juan Ramón Gil, ex director y editorialista del diario Información, maestro al que le debo la vida. Y más cosas. El l’Albufera de València no hay angulas. Dónde vamos a acabar.
Imperdibles Adrián Carrillo expone en l’Atelier. Eric Clapton se queja: se está quedando sordo. Puro talento en Loving Vicent. Josep Vicent, director del ADDA, el más guapo de Alicante. Interviu y Tiempodesaparecen. Marisol y Pepa Flores con su coherencia vital y discreción para siempre. Una mujer con un par.