Los simpatizantes saludan a Rajoy antes del mitin. Foto: RAFA MOLINA.LA NUCÍA. El que fuera presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, recibió este martes en La Nucía un baño de masas que dejó de tener hace tiempo. Ha tardado en pronunciarse en la campaña electoral, algunos dicen que es porque los candidatos de su partido no quieren que se les vincule con el anterior líder del PP, que fue desbancado por una moción de censura tras las sombras de la corrupción. Pero en La Nucía, feudo de los populares desde hace décadas, nada de esto parecía ser real.
Durante el mitin de la candidata a la Comunitat, Isabel Bonig, todos los que intervinieron se deshicieron en elogios hacia Rajoy. Este, fue el último en hablar de sus compañeros, y el único que llevaba un relato escrito en un papel, como acostumbraba a hacer cuando estaba en el foco mediático. Un discurso del que pronto se salió para decir lo que le salía de las entrañas, con claras alusiones a Ciudadanos y Vox, aunque sin llegar a mencionarles.
El discurso se centró esencialmente en dos vertientes, por un lado, los nacionalismos, y por otro, los nuevos partidos políticos. "Me gustaría ver a los parlanchines en una situación como en la que se vio el PP en 2011", llegó a manifestar en su momento más acalorado, siempre teniendo en cuenta el nivel de tranquilidad del ex dirigente. "El PP es el partido de los momentos difíciles", comentó, inspirando un halo de salvación a los presentes.
De este modo, aseguró que su partido es el que está con "la Constitución y la unidad nacional". Al mismo tiempo que aseveró que el PP es el más grande de España, con 40 años de historia, en contraste con lo que calificó de "aficionados que proliferan. Sabemos gobernar", dijo. A continuación, tocó el tema de Cataluña y la aplicación del 155, afirmando que no tenían otra alternativa.
"Cuidado con volver a las andadas", alertó Rajoy, asegurando que se tenían que seguir aplicando las medidas que adoptaron cuando gobernaba "por un motivo muy claro, porque funcionaron", dijo el popular. En su afán por conseguir el voto, aunque los de la sala ya estaban convencidos, explicó que para España lo mejor es tener un gobierno con gente moderada.
Pero lo hacía siendo consciente de que "son las elecciones más abiertas en años. Nada está hoy decidido". No obstante, aconsejó que no se dejaran llevar por los "agoreros", que dicen que será grande la irrupción de los nuevos partidos. "Lo que hay que hacer es trabajar para ganar". Por último, recordó que Pedro Sánchez es presidente de los españoles sin haber ganado las elecciones y mencionó que ellos no son un partido "bisagrista", es decir, que hace cálculos para ver con quién pueden pactar.
Del candidato a las generales por el PP, Pablo Casado, solo lo mencionó en una ocasión, para definirle de manera escueta como "un joven ya curtido, con ambición. Tiene ganas y preside el PP".
Pero la que se la juega este domingo es la candidata por el PP a la Generalitat Valenciana, Isabel Bonig, que se vanaglorió de llenar todos los actos a los que va en La Nucía. Una de las primeras alusiones hacia su carrera por la presidencia fue decir que el "PP es un partido de mujeres, pero de méritos, no por cuotas". Una frase que hilaba con uno de los mantras que no paró de repetir durante su intervención: de ganar, se convertiría en la primera presidenta de la Generalitat que es mujer.
Aunque lo de "de ganar", para ella sobra ya que dejó bien claro que sabe que van a resultar vencedores el próximo domingo.
La única alusión al líder de los partidos que puede quitarle parte del electorado, Albert Rivera (Ciudadanos), fue para recordarle que él habla de revolución, pero "la inventó el PP: una revolución económica, social y fiscal". A continuación interpeló a Ximo Puig, su rival socialista, para decirle que el empleo que dice haber creado él, lo ha conseguido con las reformas del PP y entonces es un tanto que se tiene que anotar su partido.
En cuanto a las propuestas, Bonig se centró en hablar de la eliminación del impuesto de sucesiones, de donaciones y de patrimonio, lo que despertó el aplauso del público que había abarrotado la sala. Además, anunció leyes para autónomos y empleadas del hogar. Bonig aseguró en su relato que ellos garantizarán la libertad de los padres para que estudien sus hijos como quieran, en alusión a una supuesta imposición de lenguas que estaría haciendo el gobierno del Botànic.
Pero para todo ello, llamó a la movilización de sus votantes: "No es fácil, tenemos que votar todos". Manifestó Bonig, que terminó su discurso elevando el tono, lo que arrancó la ovación del público y un comentario del que para ella es su amigo, Rajoy: "¡Qué ímpetu!".
El mitin del PP lo abrió el alcalde y candidato por el PP en La Nucía, Bernabé Cano. Era un día especial para el municipio, según manifestó el primer edil, por la visita del que dijo fue el mejor presidente del gobierno para España, lo que despertó el aplauso del público. Cano sacó pecho de los 26 años que llevan en el poder con el PP, recordando también el paso por la política de su padre. "Llevo 28 años en el Ayuntamiento de La Nucía pero me presento con más ganas e ilusión que nunca", dijo.
Cano agradeció al presidente de la Diputación de Alicante, César Sánchez, las inversiones en La Nucía, algo que reprochó al gobierno autonómico, del que dijo que habían bloqueado al municipio. Así, reclamó un tercer colegio y un segundo instituto, además, de un transporte intercomarcal y la ampliación del hospital de La Vila Joiosa. Cano lo hacía después de haber traído a colación los mil afiliados que tiene el PP en el municipio, un pequeño reino para el partido.
El siguiente en hablar fue César Sánchez, que también se deshizo en elogios hacia Rajoy: "Querido presidente, este país te debe mucho. Esta comunidad te debe mucho. Empieza a deberte mucho este partido". Su breve discurso terminó con lo que es el principal tema del PP: "Tenemos que rescatar a España de los nacionalistas".
El número uno a las Cortes por Alicante, José Ciscar, se congratuló por la acogida que tuvo el acto y en tono de risa reveló que había estado tentado de pedir a Rajoy que fuera el candidato a la alcaldía para Santa Pola. Algo que recogió luego Rajoy durante su intervención, asegurando que escuchaba ofertas. Todo en un marco de broma.
Otro momento en el que se escuchó el nombre de Casado fue por parte de Císcar, para el que pidió el voto. A continuación, rechazó que siguiera en el poder Ximo Puig "con una coalición donde en lugar de tener a Puigdemont, tenemos a Oltra, que es la sede de Torra".
