VALÈNCIA (EFE). El presidente de Unicaja Banco, Manuel Azuaga, ha presentado este viernes su renuncia al consejo de administración tras más de siete años y medio al frente de la quinta entidad financiera de España.
Azuaga, que ha tenido que lidiar con la guerra interna entre los bloques malagueño y asturiano que se desató tras la fusión con Liberbank en 2021, tiene 76 años y ejercía ahora como presidente no ejecutivo de Unicaja, después de que en septiembre dejara sus funciones ejecutivas, de acuerdo con lo previsto en la integración.
Su renuncia surtirá efectos una vez obtenido el visto bueno del Banco Central Europeo (BCE) y cuando se acuerde la designación de quien vaya a sucederle en dicho cargo, según ha informado Unicaja a la CNMV.
Azuaga ha planteado al consejo que, una vez culminada la fusión con Liberbank y finalizado el periodo transitorio previsto en la misma, es el momento idóneo para su relevo en el cargo y poner fin a su carrera desarrollada en Unicaja Banco desde su constitución en el año 2011, y en las entidades que lo precedieron, desde 1986.
El consejo de administración le ha agradecido "su dedicación y servicios prestados" y, después de tomar conocimiento de la renuncia, ha acordado activar el plan de sucesión para la selección del candidato a sustituirle.
En el proceso, Unicaja contará con el apoyo de un consultor independiente.
Manuel Azuaga dejó de tener competencias ejecutivas en Unicaja Banco el pasado verano, tal y como preveía el acuerdo de fusión, que contemplaba que estas funciones las asumiera el consejero delegado, cargo que desde septiembre asume Isidro Rubiales en sustitución de Manuel Menéndez.
Azuaga tenía un mandato como integrante del consejo de administración de Unicaja hasta 2025, ya que su última reelección como consejero fue en marzo de 2022, un órgano al que llegó en diciembre de 2011.
El banco de origen malagueño ha vivido en los últimos meses importantes cambios accionariales tras abrirse la nueva etapa con el nombramiento de Isidro Rubiales y la pérdida de funciones ejecutivas del presidente.
El pasado mes de agosto, el fondo Oceanwood Capital Management LLP vendió casi por completo su participación en Unicaja, desprendiéndose de un 7,06 % del capital.
Lo mismo hizo hace unos días el inversor mexicano Ernesto Luis Tinajero, quien a través de Aivilo Spain, su sociedad patrimonial en España, se desprendió de la totalidad de su participación del 2,95 % en Unicaja Banco por 74,52 millones de euros.
Este movimiento lo aprovechó el empresario Tomás Olivo, el sexto español más rico del país, según la revista Forbes, para ganar peso en Unicaja.
Olivo, que tenía un 6,74 % del capital, se ha convertido en el segundo mayor accionista del banco malagueño, superando un 9 %, tras comprar parte de las participaciones vendidas por el mexicano Tinajero.
El empresario de origen murciano, propietario de la empresa General de Galerías Comerciales, que cuenta, entre otros, con el centro comercial La Cañada de Marbella, refuerza de esta manera el derecho que ya tenía a disponer de un puesto en el consejo de administración.
De hecho, Olivo podría conseguir el puesto en el consejo que correspondió al fondo Oceanwood Capital Management LLP y que está pendiente de cubrir tras la renuncia del consejero dominical David Vaamonde por la disminución accionarial de esa compañía, que ahora ostenta solo un 0,35 % del capital.
La Fundación Bancaria Unicaja es el mayor accionista de Unicaja Banco con un 30,24 %, seguido de Tomás Olivo, con más del 9 %, e Indumenta Pueri (la familia propietaria del grupo textil malagueño Mayoral), con un 8,54 %.
Con su 7,47 %, Norges Bank se convierte ahora en el cuarto mayor accionista de Unicaja, por delante de la Fundación Bancaria Caja de Ahorros de Asturias, con el 6,67 %.
También es accionista significativo de la entidad la compañía aseguradora Santa Lucía, que el pasado mes de octubre reforzó nuevamente su posición en Unicaja, elevando su participación del 3,5 al 5 %.