MANRESA. "Con los pies ardiendo", decía ufano Rubén Torrecilla encontrarse instantes después de que hubiera finalizado el choque de su equipo ante el Manresa, un duelo marcado por el calor (también lo serán los siguientes, algo que reiteraba que no le gusta) y en el que el Hércules lograba su tercera victoria consecutiva, resultado que le lleva a encarar los tres últimos partidos para que finalice la fase regular como segundo, empatado a 36 puntos con el Badalona (al que ha de visitar en la penúltima jornada) y a uno del Lleida (al que ha recibir en la última).
El técnico blanquiazul era el primero en destacar la impornacia del triunfo, pero lo hacía sin apartarse del ya tradicional mensaje del "partido a partido": "Solo pienso en el Peña Deportiva y luego a ver qué hacen los rivales directos", avisaba. Torrecilla ponía el acento en el hecho de que "se había cumplido el plan de partido" diseñado, que no obstante "el calor reinante" y el hecho de que el esfércio rodase en El Congost "más lento" de lo que hace en un terreno de juego de césped natural sus hombres habían conseguido adaptarse y terminar sacando provecho a su labor de desgaste. El papel de sus jugadores de banda, tanto de los que formaban parte del once como 'Alvarito' y Javi Moreno, como de los que entraron desde el banquillo a lo largo de la segunda mitad como Daapah o 'Nico' Espinosa resultó clave en lo anterior, como también el de Marcos Mendes, el autor del gol de la victoria.
En la lista de destacados volvía estar también Carlos Abad, quien resultó determinante para que el Hércules mantuviese la portería a cero: "Carlos no da puntos, pero ha tenido que intervenir pocas veces", señalaba Torrecilla respecto del meta, antes de reconocer que tendrá que inventarse algo para cubrir la baja de 'Samu' Vázquez en la próxima jornada, quien veía este domingo una cartulina amarilla que hace la quinta para él.
Por cierto, la satisfacción con el resultado del trabajo de sus hombres llevaba al entrenador a concederles descanso hasta el miércoles.