ALICANTE. La trayectoria del Hércules no inspira precisamente confianza (acumula un empate y cinco derrotas consecutivas), pero es que aunque hubiera ganado los seis partidos disputados, la visita del Barça B invitaría a todo menos a confiarse.
Y lo anterior no solo por el inmenso potencial de la cantera culé o por el partido que firmó el pasado fin de semana el filial azulgrana ante el del Levante (al que derrotó por 2-0, con golazo de Álex Collado incluido), también porque el Barça B se caracteriza por ser una de las bestias negras de los blanquiazules, especialmente en la presente etapa en Segunda División B pero también antes y es que no le derrota en Alicante desde septiembre de 2011 (los cinco partidos siguientes, de Liga en Segunda A y B en el estadio José Rico Pérez se saldaron con cuatro victorias azulgranas y un empate).
Esta etapa en Segunda B
Sí, es verdad que el curso pasado el Hércules logró derrotar al filial del Barça en el choque de la penúltima jornada de la Liga regular, un triunfo en el Mini (por 0-2, con goles de los dos laterales, Juanjo Nieto y Adri Jiménez) que terminó valiéndole el subcampeonato de grupo, pero esa constituye la única victoria en los seis encuentros en los que se han enfrentado desde el descenso de los blanquiazules al pozo en 2014. En los otros cinco, los resultados han sido de tres derrotas y dos empates, de los que dos de los primeros y uno de los segundos tuvieron como escenario el Rico Pérez.
El curso pasado, fue el enfrentamiento de la primera vuelta el que se jugó en Alicante. El 22 de diciembre, en el último partido del 2018 y coincidiendo con uno de los momentos más bajos, en cuanto a fútbol y resultados, del equipo que entonces entrenaba Lluís Planagumà: los blanquiazules venían de empatar en Cuenca contra diez en un choque que ganaban al descanso y en ese momento eran cuartos, mientras que el Barça B, que ya tenía a Francisco Javier García Pimienta como técnico, ocupaba la quinta plaza a cuatro puntos. El partido finalizó con empate a cero, sumando el Hércules un punto que unido a la derrota del Baleares en Lleida le permitió incluso irse de vacaciones de Navidad como tercero. Luego vendrían las derrotas con Baleares y Ontinyent...
Entonces la situación clasificatoria del Hércules no era la mejor (hacía mes y medio que había cedido el liderato), pero se puede considerar idílica si la comparamos con la actual: vicecolista, a cuatro puntos de la salvación; el filial azulgrana, por su parte, cerró la jornada sexta como quinto, a un punto del cuarto clasificado y a dos del líder (un Andorra que será el próximo rival de los de Jesús Muñoz), tras tres victorias (dos a domicilio: en Badalona y en Villarreal), dos empates y una derrota (en Ejea por la mínima).