Fotos: KIKE TABERNERVALÈNCIA. La inteligencia artificial se ha convertido en una herramienta que, cada vez más, es asumida por las empresas para agilizar tareas. Sin embargo, la falta de fiabilidad hace que las tecnológicas desarrollen soluciones que permitan aportar fiabilidad a las respuestas que ésta plantea. En esta tarea se ha adentrado la tecnológica valenciana Maisa, fundada por David Villalón y Manuel Romero, con la que pretenden crear un ejército de "trabajadores digitales" capaz de transformar sectores enteros al automatizar procesos y tareas de manera eficiente y segura.
"Desde el principio, nuestra misión ha sido clara: no queríamos que la IA se limitara a generar respuestas, sino que fuera capaz de indicar el camino hacia soluciones prácticas y especializadas. Este enfoque ha sido el motor de todo lo que hemos construido", explica David Villalón, CEO de la compañía. Una compañía que centra buena parte de su actividad en la investigación, dado el perfil tecnológico de sus fundador, que antes pasaron por compañías como Clibrain, Closca o Voicemod.
"Manuel y yo venimos del mundo de la tecnología pura, no de la creación de productos”, explica Villalón. "Sin embargo, entendimos que los modelos de IA actuales no estaban diseñados para integrarse fácilmente en los sistemas productivos de las empresas. Este era un problema crítico que queríamos solucionar, y así nació Maisa", señala. La compañía basa su tecnología en la arquitectura KPU (Knowledge Processing Unit), que mejora la trazabilidad y la confiabilidad de las soluciones ofrecidas para el uso empresarial.
Villalón cuenta con una trayectoria emprendedora que comenzó a los 18 años mientras cursaba la doble titulación de Ingeniería Informática y ADE en la Universidad Politécnica de Valencia (UPV), donde formó parte de la primera promoción de esta combinación académica. "El apoyo que recibí de la Politécnica fue enorme; nunca imaginé ser emprendedor, pero me dieron una oportunidad que marcó mi camino", explica. Su primera empresa, Walnov, exploraba la escritura colaborativa y participó en los primeros programas de la aceleradora Plug & Play.
Entre los casos de uso de la tecnológica está el de una cadena de montaje de un fabricante de coches. "Salió un reporte de la consultora Gartner que decía que los copilots aumentan la satisfacción del empleado un 96%. A todos nos gusta utilizarlos. Pero el impacto sobre la empresa, según los líderes, era menor al 3%, porque realmente no te cambia la empresa. Eficienta algunos procesos, hace que puedas ir más rápido, pero para cambiar el negocio hay que ir un paso más allá", señala.
"En la cadena de montaje de esta empresa tienen un panel con tareas y un equipo que las gestiona. Hay unas 1000 al día, muchas veces no existe un buen triaje y cuando tienen que resolverla tienen que abrirla, mirar el correo, buscan información, contextualizarla, aplicar su conocimiento y marcar decisiones a tomar", explica. Con esta casuística, la compañía recogió el conocimiento, lo procesó y ahora lo que se encuentran cada día los trabajadores es un panel de tareas que en la sección que ya existía de comentarios, donde pueden ver la resolución que te propone el trabajador digital, los datos y el proceso utilizado para resolverlo en su lenguaje.
" La gente todavía no se fía de la IA, hasta que no se vea que el margen de error es menor que el los humanos, todavía no vamos a darle permisos de escritura final. Pero sí podemos hacer que, cuando se levante y vaya a su puesto de trabajo, se encuentre en su sitio propuestas de resoluciones y la traza. Cambia de evaluar la performance a un problema de verificación", recalca Villalón. La compañía no compite con los proveedores de modelos. "Somos agnósticos. Nos da igual el proveedor de inteligencia. De hecho, cuanto mejor son estos modelos, mejor es nuestra tecnología y mejor es el despliegue de nuestros trabajadores. Podríamos hacer el modelo, pero todavía no es el momento", señala.
Villalón menciona otro reporte de AWS, que recoge que, entre el 25 y el 30% de empresas que estaban realmente trabajando con la IA, solo un 6% llegaban a producción y con casos de uso sin impacto muy severo. "Es más complejo de lo que parece trabajar con la IA. Por eso, venimos con una plataforma que hace que la gente se olvide de orquestar herramientas y modelos. Céntrate en tu mercado y producto y acompaña a una nueva fuerza laboral, además de la que tu ya tienes, que va a acompañar con el mismo know how y que mejora los resultados que tienes", asegura.
Otro de los sectores en los que están inmersos es la ciberseguridad. "Trabajamos con una empresa que se encarga de avisar a sus clientes cuando hay posibles amenazas que les puedan afectar. Ellos conocen las fuentes de información y, su trabajo, entre muchas de sus funcionalidades, es avisar de posibles amenazas y sus mitigaciones. Esto no lo pueden automatizar, porque la IA tiene alucinaciones. Pero ellos ya tenían el know how, pusieron la fuente de información y una descripción del tipo de estructura de datos que querían obtener. Ahora se genera un informe de forma automática para sus clientes y además ofrecen la traza del porqué ha sido así", explica.
En finanzas están utilizando su modelo en el área de compras y análisis de adquisición. "Desde una fuente, que puede ser correo electrónico, a mí me vienen propuestas de compra, tengo que buscar entre proveedores y ejecutar la compra. Hay auténticos ejércitos de personas haciendo esto en grandes corporaciones. Nosotros conectamos al trabajador digital con el correo electrónico, y se encuentran todos los días el draft preparado, con el pdf listo para ser enviado junto a la traza de qué ha pasado", señala. "Al final tiene un patrón. Son trabajos de análisis cualitativo. Un humano va a trabajar, coge información desestructurada y alguna estructurada, la contextualiza en base a la tarea que quiere hacer y, cuando hay contexto, aplica el conocimiento para generar un output para mover esa información a otra base de datos, o generarte un informe, o tomar una decisión o informar a alguien de que hay algo que hacer", explica.
Esto es lo que la compañía aborda de forma directa. "Nuestros trabajadores atacan esto de forma directa con datos desestructurados, de forma autónoma, dando credenciales y que se guardan de forma segura. Luego, tienen herramientas para la construcción de outputs de calidad, ya sea en pdf y en construcción de tablas. Ese caso de uso está en todas las verticales. Y estamos viendo ahora dónde aportamos más valor", explica.
En marzo de 2024, Maisa logró cerrar una ronda de financiación preseed de 5 millones de dólares en San Francisco, una hazaña que catapultó a la startup al panorama internacional. Entre los inversores destacan fondos como NFX y Village Global, respaldados por figuras como Mark Zuckerberg y Jeff Bezos.
“No fue fácil al principio”, admite Villalón. “En Europa, muchos inversores no entendían del todo el valor técnico de lo que proponíamos. Sin embargo, en San Francisco las cosas fueron diferentes. Allí, en pocas semanas, logramos convencer a los fondos del potencial disruptivo de nuestra tecnología”, señala.
El capital obtenido ha permitido a Maisa escalar rápidamente, duplicando su equipo de desarrollo y preparándose para lanzar su plataforma al público general en 2025. “Nuestro objetivo a corto plazo es democratizar la IA, permitiendo que incluso las pequeñas y medianas empresas puedan acceder a trabajadores digitales que optimicen sus procesos”, apunta.
Con 16.000 usos diarios en su tecnología, Villalón destaca que el mercado español carece de referentes sólidos en inteligencia artificial, una brecha que Maisa busca llenar a medida que escala y amplía sus capacidades. Con un ambicioso plan de expansión, Maisa planea desplegar entre 50.000 y 250.000 trabajadores digitales en 2025, con el objetivo de alcanzar entre uno y tres millones en los próximos tres años.
Además, la empresa está evaluando una nueva ronda de financiación para finales de 2025, que le permitirá acelerar su crecimiento en mercados clave como Alemania, Reino Unido y Estados Unidos. "La velocidad es crucial en este mercado", concluye Villalón. "Estamos en una posición privilegiada para liderar esta revolución tecnológica tanto en Europa como en América, y no vamos a dejar pasar la oportunidad".
