¡Por fin una buena noticia para el Elche CF! Aunque sólo fuera por estadística, ya tocaba. Que el Tribunal General de la Unión Europea haya entendido que el club del Martínez Valero no tiene responsabilidad ante una maniobra política en la que el dinero público se utiliza en el fútbol es para descorchar botellas de 'champagne' y si, encima, te ahorras tener que pagar los más de 4.100.000 euros (más intereses) que te hacían temblar; es para estar más que felices. No hace mucho escribía sobre la importancia del partido que el Elche CF iba a disputar, sin césped ni puntos de por medio pero con mayor trascendencia para el futuro franjiverde que uno de una temporada cualquiera. Había que ganarlo. Da igual la forma, como si se consigue con un gol injusto y de penalti en el último minuto del partido. Aquí el camino, que diría 'Pacheta', no importa; sólo importa la meta y se ha alcanzado quitándose un peso de encima.
No hablemos de los 4.106.607 euros (más intereses), hablemos de los 2.092.560 euros provisionados que el Elche CF se ahorra y podrá invertir en su día a día. La de billetes que se pueden uno pasar contando con una sonrisa en la cara tras una resolución que, si hubiera sido diferente, no había sido de sentido común. Igual que la de Eventos Petxina es lógica, porque el Elche CF incumple un contrato a sabiendas de que lo tiene firmado, la de Luxemburgo tiene que ir de la mano del raciocinio ¿Qué culpa tenía el Elche de recibir un dinero, supuestamente en forma de ayuda ilegal por parte del Gobierno de la Generalitat Valenciana? Que lo devuelva quien lo concede, aquel que ha jugado a repartir el maná cayendo del cielo como si no hubiera un mañana y de una barra libre de Nochevieja se tratara ¿Qué fue el Elche CF el que lo disfrutó? Si. Pero, aquí de qué se trata, ¿de qué pague el que pone la mano o el que pone la mano para pagar? La sentencia del TGUE lo aclara. Hoy, Luxemburgo es franjiverde.
Distinto es el otro prisma de la película. Yo no olvido, y por eso recuerdo, qué han supuesto aquellos dos préstamos de 9.000.000 euros y 5.000.000 euros. Sobe todo, los dolores de cabeza y el jugar con un fuego descontrolado que, se ha ido apaciguando gracias a las zancadillas y las artes, no precisamente marciales, de aquellos que fueron elegidos y escogidos a dedo para proteger el castillo, en la ausencia de su dueño. Aquella operación significó ponerle precio al Elche CF y, de paso, abrir la posibilidad de que terceros, ante un incumplimiento, pudieran hacer con el club lo que quisieran. Que las acciones fuera la garantía ante el impago, cuando se impago el segundo plazo de uno de los préstamos, fue tan irresponsable y negligente como afortunado hoy, nueve años después, ante la resolución del TGUE. Hoy es un día para celebrar pero también para no olvidar que a veces en el Martínez Valero se tiene suerte aunque hagas las cosas rematadamente mal.